Como toda zona fronteriza durante muchos años, la población surgió en el entorno del Castillo de la baronía de Bellpuig. Se sitúa en la parte alta de la ciudad, donde comenzamos la visita a lo que ver en Bellpuig. Construido en el siglo XI, fue la residencia de la baronía. Hay un monolito dedicado a la dinastía Folch de Cardona-Anglesola. La Guerra de Sucesión y la guerra de 1936 lo dejaron en ruinas. Actualmente se conserva la fachada principal y algunos muros.
La villa conserva, en su núcleo antiguo, mucho que ver en Bellpuig, algunas calles con galerías porticadas. Por ejemplo, el carrer de Sant Roc que nos lleva hasta la Iglesia Parroquial de San Nicolás. Se accede a ella por una larga escalinata del siglo XVIII. Es un edificio del siglo XVI de estilo gótico tardío, con una nave central cubierta con bóveda de crucería y capillas laterales. La fachada principal es renacentista y tiene un campanario de torre. Entre las capillas laterales destaca la capilla de las Dolores decorada con frescos del pintor contemporáneo Jaume Minguell.
La obra maestra del templo que ver en Bellpuig es el Mausoleo de Ramón Folch de Cardona-Anglesola. Está elaborado en mármol de Carraralk por Giovanni Merliano da Nola entre 1522-1530 en el más puro estilo renacentista. Elaborado en Italia, fue traslado hasta Bellpuig y se trata de una de las mejores obras del Renacimiento italiano en España.
En su decoración se utiliza una gran variedad de temas que concuerdan para exaltar la persona del difunto. Por ejemplo, mitológicos como nikes, atlantes, cariátides o las harpías que sustentan el sarcófago. También bíblicos como la Piedad bajo el arco, la Virgen con el Niño coronando el conjunto y los ángeles. O biográficos como detalles de batallas ganadas, su figura yacente o el escudo familiar.
El Convento Franciscano de San Bartolomé está a las afueras de la ciudad a pocos kilómetros en la carretera local de Belianes (LP-2015). Fue mandado construir por Ramón Folch en 1507, empleándose en él varios estilos arquitectónicos. Es un edificio de planta rectangular organizado en torno a dos claustros.
El menor, de dos plantas, es más sobrio pero el segundo claustro es un ejemplo excepcional de la transición del gótico al renacimiento que ver en Bellpuig. De tres pisos, los dos primeros son del siglo XVI y el tercero fue añadido en el siglo XVII. En el centro del patio hay un pozo renacentista.
El primer piso está formado por arcos apuntados con contrafuertes pronunciados que sostienen una ornamentación de pináculos. En el segundo destacan las columnas y los arcos helicoidales con capiteles decorados de elementos vegetales, animales y humanas. Por último, en el tercer piso hay una balconada de estilo toscano.
Destaca el campanario, con su escalera de caracol construida sin eje central. Fue necesario labrar cada uno de los peldaños de una sola pieza para producir el efecto visual helicoidal. La iglesia actual fue inaugurada en 1906 sobre las ruinas de una anterior.
Para los amantes del arte contemporáneos la Fundación Perelló alberga una buena parte de la obra pictórica y escultórica del artista Jaume Perelló.
La fiesta mayor de Bellpuig se celebra el segundo fin de semana se septiembre, Santo Cristo de Bormio, de donde se dice que proviene la antigua imagen e incluye diferentes actos populares. El viernes anterior a Semana Santa se festeja la especial procesión a la Virgen de los Dolores.
En conclusión, esto es todo lo que ver en Bellpuig. ¿Añadirías algo más a la lista?