En el Olot industrial de finales del siglo XIX trabajaron destacados arquitectos atraídos por la adinerada clase dirigente. Así, son abundantes las viviendas de lujo de estilo modernista que ver en Olot.
Sobresalen las de Masllorens en la calle Cristòfor, dotada con imponentes balconadas. Segundo, la Casa Pujador (1911), en la calle del Carme, con su poderosa torre historiada. Tercero, la de Collellmir, construida en la calle Tomás Lorenzana con una tribuna de decoración cerámica. Cuarta, la de Gaietà Vila(1901), muy cerca de la iglesia de Sant Esteve y con un marcado aspecto medieval. Finalmente, la de Solà Morales(1913), obra de Domènech i Montaner quien ejecutó aquí una obra espectacular que incluye cariátides en su fachada.
El Museo de la Garrotxa que ver en Olot tiene acomodo en el Hospicio (S. XVIII) diseñado por Ventura Rodríguez. En este inmueble de piedra volcánica y con un elegante patio clasicista se exponen las bellas artes catalanas desde el siglo XVIII. Especialmente piezas de la llamada Escuela paisajística de Olot, protagonizada por los Vayreda. También de los magníficos escultores locales Josep Clarà y Miquel Blay, del grupo de artistas cristianos del Círculo artístico de Sant LLuc.
El Museo de los Santos está en la sede del antiguo taller decimonónico de imaginería religiosa denominado El Arte Cristiano, fundado en 1880. Por otra parte, la Casa-Museo Can Trincheria, con sede en una antigua casa del siglo XVIII, presenta un impresionante conjunto mobiliario y decorativo de la familia promotora. En su interior se conserva un pesebre antiguo de gran interés.
Su Plaza de Toros (S. XIX) es la de mayor antigüedad del territorio catalán y tiene como particularidad su ubicación sobre un volcán. Conviene no perdérsela. En la Torre Castanys, situada en el interior del Parc Nou, hoy está el Museu dels Volcans. Aquí se explican las particularidades geológicas de esta comarca gerundense. Cuenta con un Jardín Botánico.
En Montsacopa se halla otro volcán. En la zona del camposanto municipal y coronándolo está la Ermita de Sant Francesc (S. XIX), acompañadas de dos torres de carácter militar que fueron levantadas durante la Tercera Guerra Carlista. Olot está rodeada de otros volcanes como los de La Garrinada, Bisaroques y Montolivet. Éste último es transitable por caminos. Se llama así por la comunidad capuchina que se asentó en la zona en el siglo XVII.
En conlusión, esto es lo principal que ver en Olot. ¡Ahora solo toca visitarlo!
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