Comenzamos la visita a lo que ver en Sitges en el centro de la villa, desde el Baluarte Vidal i Quadras, un mirador excelente de la costa. Muy cerca está la Iglesia Parroquial de Sant Bartomeu y Santa Tecla (s. XVII). Posee una hermosa fachada, uno de los cañones de baluarte y la torre del comunidor, sometida a refacciones que le dieron su aspecto actual en 1868.
En el interior de la iglesia se custodian varios retablos de interés, incluida una parte del dedicado a los santos patronos de la villa (1499). Los otros retablos que ver en Sitges son de época renacentista y barroca. Destacan los del Roser, la Virgen de los Dolores y la Inmaculada. De tiempos medievales permanecen algunos sepulcros nobiliarios, incluido el del Señor de la villa, Bernart Fonollar (s. XIV).
El Hospital de Sant Joan (1910) posee una bella capilla donde se guarda un retablo del siglo XVI. Además en su entorno se pueden ver los viñedos de los que sale la famosa malvasía.
En el caserío que ver en Sitges brilla el legado indiano, de lo que da buena cuenta Villa Avelina, de espectacular traza modernista. Muy cerca está la vivienda que perteneciera a Manuel Planas, de similar estética.
Otros ejemplos que ver en Sitges se ubican en el paseo de la Ribera como Villa Lola (1907). También las casas de Simó Llauradó (1908), Antoni Serra (1902) y Marina Planas (1908). Aquí se levanta también el Monumento a El Greco promovido por el pintor Santiago Rusiñol. Y en la plaza del Cap de la Vila sobresale la llamada Casa del Reloj, cuyo aspecto recuerda la forma de una embarcación.
También hay un Casino denominado Prado Suburense. Y en la plaza del Ayuntamiento destaca su modernista Mercado, mientras que el Consistorio (1889) está situado sobre el solar de la antigua fortaleza medieval. Desde aquí los administradores de los obispos de Barcelona dominaron la localidad hasta 1814.
Hay importantes museos que ver en Sitges. La Fundació Stämpfli exhibe una selecta colección de arte contemporáneo internacional. En Can Llopis (1793) se observa cómo era una vivienda acomodada del siglo XIX. También es la sede del Museu Romàntic, con colecciones de artes decorativas y de muñecas.
A partir de 1891 el pintor Santiago Rusiñol (barcelonés y nombrado en 1913 hijo adoptivo de la Sitges) reformó el Cau Ferrat (antiguas viviendas de pescadores). Instaló su taller y vivienda y atrajo a innumerables celebridades durante décadas. Allí se muestran los ricos fondos de pintura, forja, cerámica y vidrio del artista, entre ellos uno de los retratos que le hizo su amigo Ramón Casas.
El Palau Maricel, de la calle Fonollar, fue levantado sobre el medieval Hospital de Sant Joan por el coleccionista y mecenas Charles Deering con ayuda del pintor Miquel Utrillo. Sus notables fondos de arte que ver en Sitges se trasladaron en 1921 a Estados Unidos. Hoy están en el Art Institute of Chicago. Por otra parte, el interesante Museo Maricel incluye piezas destacadísimas de arte catalán de los últimos siglos.
Antes de abandonar la villa resulta de interés pasear por los Jardines de Terramar. Están localizados en pleno paseo marítimo y cuya traza se debe al artista Miquel Utrillo. En los alrededores, merece una visita el Santuario de la Virgen del Vinyet (s. XVIII). Su origen legendario se basa en el hallazgo de la imagen, bajo una vid, por parte de un esclavo. El actual templo clasicista que ver en Sitges es de una sola nave. Posee un campanario del siglo XIX y custodia una curiosa escultura de la Virgen sedente.
Lo más evidente que ver en Sitges y conocido del lugar son las playas de Sitges, muy numerosas y cuidadas: San Sebastián, Garraf, La Ribera y La Fragata.
En conclusión, esto es lo principal que ver en Sitges.