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Qué ver en Santibáñez de Vidriales

Santuario de Nuestra Señora que ver en Santibáñez de Vidriales

El paisaje creado por el arroyo Almucera, los cultivos y las viñas domina el territorio santibañés. Lo principal que ver en Santibáñez de Vidriales, sin embargo, tiene que ver con su pasado remoto. Se trata del yacimiento romano de Petavonium, campamento de una famosa legión. Por otro lado, sus muchas pedanías cuentan con templos tanto ruinosos como en activo de gran interés. Además, este municipio de Zamora produce unos excelentes Vinos de los Valles de Benavente, hortalizas y productos cárnicos.

Petavonium

Cerca de uno de los núcleos de población más interesantes que ver en Santibáñez de Vidriales, Rosinos de Vidriales, perviven las ruinas romanas de Petavonium. Fueron el campamento de la mítica Legio X Gemina. La unidad favorita de Julio César se labró una reputación legendaria en la Guerra de las Galias y los conflictos civiles que acabaron con el líder como dictador.

Poco después, en el 25 antes de Cristo, se requirió la presencia de la Legio X Gemina en Hispania. Tras combatir con los astures, establecieron un campamento permanente que supuso la creación de una ciudad y multitud de pequeños asentamientos por la zona.

Petavonium, cerca de Santibáñez de Vidriales
Petavonium, cerca de Santibáñez de Vidriales. | Wikimedia

Petavonium tuvo una gran importancia para poblaciones que han llegado a la actualidad. Por ejemplo, un destacamento suyo contribuyó a la urbanización de Astúrica Augusta (Astorga). Por otro lado, varias fuentes de la época aseguran que fueron veteranos de la Legio X Gemina los primeros que se asentaron en Augusta Emerita (Mérida) y Cesaraugusta (Zaragoza).

La partida de la legión romana supuso un duro golpe para el lugar. Sin embargo, un cuerpo auxiliar ocupó el recinto. Se trataba del Ala II Flavia Hispanorum civium romanorum. Compuesta de 512 jinetes, servía como apoyo a las legiones. Petavonium logró sobrevivir hasta la llegada de los bárbaros. Debido a ello, en el siglo V la localidad fue abandonada.

No obstante, se sabe que hasta hace 200 años hubo vecinos residiendo en la zona, en un núcleo llamado San Miguel. En su solar está el Santuario de Nuestra Señora del Campo, otro de los grandes lugares que ver en Santibáñez de Vidriales.

Centro de Interpretación Campo Romano

Centro de Interpretación de Petavonium Santibáñez de Vidriales
Centro de Interpretación de Petavonium, Santibáñez de Vidriales. | Shutterstock

Las excavaciones del yacimiento tienen todavía trabajo por delante, pese a lo que pueden visitarse. En todo caso, una visita complementaria aguarda en la cabeza del municipio. Santibáñez de Vidriales acoge el Centro de Interpretación de los campamentos romanos de Petavonium.

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Dicho espacio explica cómo era la existencia de los legionarios en Petavonium y otros lugares similares. Para ello cuenta con diversas recreaciones. Estas van desde armamento y armaduras hasta torres del castro. También se pueden recorrer habitaciones, cocinas y calles que se disponen de manera similar a la que lo hacían en época romana.

Santuario de Nuestra Señora del Campo en Rosinos

Muy cerca de Petavonium radica el Santuario de Nuestra Señora del Campo. El edificio actual, cuyo origen se remonta a 1750, descansa sobre el lugar que se dice ocupaba Sansueña, ciudad que acompañaba al campamento romano. Más tarde, en el medievo, hubo una preceptoría. Estas instituciones servían como internados donde se preparaban los jóvenes seminaristas. Finalmente, arruinado el lugar, se acabó elevando el edificio actual.

Santuario de Nuestra Señora en Rosinos de Vidriales
Santuario de Nuestra Señora en Rosinos de Vidriales. | Wikimedia

La patrona del valle de Vidriales, Nuestra Señora del Campo, era una imagen románica que logró sobrevivir hasta 1960. Por desgracia, tal año desapareció y debió ser sustituida. La posición central que ocupa el santuario, en una explanada, hace que sea muy accesible y reconocible.

Una romería al Santuario de Nuestra Señora del Campo, el 8 de agosto, culmina las festividades en su honor. Vecinos de todas las localidades del valle de Vidriales se reúnen para festejar la ocasión. Asimismo, en su nombre se celebran las fiestas de Rosinos de Vidriales, término al que pertenece el templo. Como el resto de edificios religiosos municipales, depende de las Diócesis de Astorga.

Las iglesias del municipio de Santibáñez de Vidriales

El hecho de que históricamente la mayoría de los núcleos santibañeses fueran independientes hasta bien entrado el siglo XX en varios casos supone que cada uno de ellos tenga su propia iglesia. Algunas de las que ver en Santibáñez de Vidriales se han acabado arruinando, como se contará más adelante. Sin embargo, muchas otras han aguantado el paso del tiempo o se han construido para sustituir a las que no resistieron.

Por ejemplo, en Bercianos de Vidriales, localidad unida completamente a Villaobispo, se encuentra la iglesia de la Visitación. Aunque con añadidos recientes, es del siglo XII. Su espadaña cuenta con tres huecos con sendas campanas. Una escalera pétrea permite ascender hasta ellas. Mientras tanto, en Rosinos de Vidriales hay dos templos, la Iglesia de San Pedro y la parroquia del Salvador, santo que protagoniza las fiestas locales del mismo modo que lo hace en la cercana Villanueva del Campo.

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Siguiendo con las iglesias que ver en Sanitbáñez de Vidriales a nivel municipal, en San Pedro de la Viña existe un templo con la advocación del santo que nombra al pueblo. Cabe destacar además una cercana fuente que se cree de origen romano, la Fuente Vieja.

San Pedro de las Viñas
San Pedro de las Viñas. | Shutterstock

En Moratones, la iglesia de Santiago Apostol ofrece varios hitos barrocos notables, entre los que se encuentran tallas y retablos. Además, en la misma población está la ermita del Cristo de la Vera Cruz, sencilla y blanca. Por su parte, el templo de la Inmaculada, advocación compartida con Villalpando, es un coqueto batiburrillo de estilos que estuvo asociado al cercano monasterio de Santa Marta de Tera.

Para terminar quedan dos iglesias que ver en Santibáñez de Vidriales y Tardemézar. En el primer caso el edificio es de los años 70 del siglo pasado, presentando un aspecto moderno. En cambio, San Martín de Tardemézar es un pequeño templo que guarda la imagen de Santa Marina, otrora custodiada en la iglesia homónima.

Iglesia Vieja de Santibáñez de Vidriales

Resultan de gran interés las ruinas de tres templos locales. La primera de ellas es la iglesia Vieja de Santibáñez de Vidriales. Tras la Guerra Civil sufrió un incendio que acabó derivando en reformas mal ejecutadas y, en los años 70, su abandono. Durante este sufrió un intenso expolio que llevó sus piezas artísticas al ámbito privado.

Iglesia Vieja de Santibáñez de Vidriales
Iglesia Vieja de Santibáñez de Vidriales. | Shutterstock

Su estructura es muy similar a la de otros templos del Valle de Vidriales. Así, tiene una espadaña con campanas a las que se puede acceder por una escalera muy parecida a la de la iglesia de Bercianos de Vidriales.

Santa Marina de Tardemézar y Santa María en Villaobispo

Las otras dos ruinas de templos que ver en Santibáñez de Vidriales están en Tardemézar y Villaobispo. En el caso de la primera llama la atención los altos muros que complementan a sus restos, generando un espacio cerrado que acoge el cementerio local. Una visión fantasmagórica. La antigua talla de Santa Marina, a quien se dedicaba el templo, hubo de trasladarse a la mencionada iglesia de San Martín.

Santa Marina en Tardemézar
Santa Marina en Tardemézar. | Shutterstock

Mientras tanto, Santa María de Villaobispo queda en medio de una campa. Se elevó a principios del siglo XII, cuando estaba relacionada con Villafranca del Bierzo. Al igual que Bercianos de Vidriales, fue repoblada por gentes del Bierzo en la Edad Media. En esta época los reyes de León promovieron la creación de las localidades que hoy conforman el municipio, que acabaron en los dominios del conde de Benavente durante la Edad Moderna. Con la característica arquitectura religiosa del Valle de Vidriales, todavía conserva pinturas en sus muros, cada vez en peor estado.

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Santa María en Villaobispo, Santibáñez de Vidriales
Santa María en Villaobispo, algo que ver en Santibáñez de Vidriales. | Shutterstock

El Vino del valle de Vidriales

La comarca de los Valles y Benavente, a la que pertenece Santibáñez de Vidriales y que incluye poblaciones como Mombuey, es famosa por sus vinos. Algo habitual en Zamora, como demuestra la Tierra del Vino o Toro. La principales variedades de uva que se cultivan son Tempranillo, Prieto Picudo y Mencía en el caso de las tintas, así como Verdejo y Malvasía en el de las blancas.

La tradición vinícola se remonta a la Edad Media, cuando la producción se vio respaldada por las autoridades locales y reales. Con altibajos, la producción ha logrado mantenerse hasta la actualidad. Para protegerla se constituyó la D.O.P. Vino de Calidad de los Valles de Benavente, de la cual los viticultores de Santibáñez de Vidriales se benefician. Destaca la Bodega Verdes, con sede en la cabeza del municipio.

Pozuelo de Vidriales Santibáñez de Vidriales
Pozuelo de Vidriales. | Shutterstock

Asimismo, los embutidos santibañeses también son de reconocido prestigio. Sobresale especialmente su chorizo. Por último, también fruto de la labor ganadera, los quesos de oveja son otro producto al que prestar atención.

Datos prácticos

Coordenadas

42° 04′ 18″ N, 6° 00′ 53″ O

Distancias

Zamora 82-100km, Madrid 313km.

Aparcamiento

En todos los núcleos del municipio de Santibáñez de Vidrieras.

Altitud

781 metros.

Habitantes

977 habitantes (2018).

Los principales festejos que ver en Santibáñez de Vidriales son San Juan Bautista (24 de junio) y Fiestas de septiembre (2 a 5 de septiembre).

Más ocasiones notables que ver en Santibáñez de Vidriales son: San Marcos en Bercianos (25 de abril), Santiago Apóstol en Moratones (25 de julio), Fiestas de la Juventud en Pozuelo de Vidriales (8 de agosto), Nuestra Señora del Campo en Rosinos de Vidriales (finales de agosto), San Pedro en San Pedro de la Viña (29 de junio), Santa Marina (18 de julio) y San Martino (11 de noviembre) en Tardemézar y San Miguel en Villaobispo (29 de septiembre).