Saber la historia local es vital para disfrutar de lo que ver en Almenara de Adaja y Puras. Entre los siglos III y IV se edificó una lujosa y extensa villa romana en el lugar. Parte de sus piedras se emplearían a lo largo de los siglos para otras construcciones. Por otro lado, el resto de su estructura y sus mosaicos quedaron enterrados, olvidados y gracias a ello preservados.
Por tratarse de una zona sin grandes poblaciones circundantes, no hay noticias de la etapa visigoda. Más tarde, sería conquistada por los árabes hacia el año 714. Como sucedió con todo el territorio del Duero, Alfonso I de Oviedo asaltó la población. Se llevó consigo a gran parte de la población mozárabe de Soria, Segovia, Burgos, Valladolid, León y Palencia. Deliberadamente dejó tras de sí el llamado “Desierto del Duero”. Con esta táctica de tierra quemada quería dificultar las aceifas, expediciones militares que se hacían durante el verano, contra ellos
Hacia la segunda mitad del siglo VIII los musulmanes repoblaron Almenara de Adaja, estableciendo un puesto avanzado porque. De hecho, el topónimo surgió del árabe Al-Menara, como llamaban a la hoguera que se encendía en una torre para avisar de un peligro. Así, parece hacer referencia a su torre de dos cuerpos, en piedra y en ladrillo. Desde esta atalaya se vigilaba a los cristianos, alertaba a torres cercanas, como la de Coca.
A comienzos del siglo X, Coca fue repoblada por los cristianos, por lo que se cree que lo mismo le ocurrió a esta zona. Asimismo, al ser aquella arrasada por Abderramán III, también pudo serlo Almenara de Adaja, si bien no hay informaciones al respecto. Lo que es seguro es que durante 1085 Alfonso VI ocupó definitivamente el territorio. A partir de ese momento la localidad vivió de sus viñedos y cultivos de cereales.
Hacia el siglo XIII se edificó el actual templo de la Asunción. Para ello se aprovechó la antigua torre de mampostería y ladrillo. Mucho después, en 1887, el arado de un agricultor tropezó con unas piedras. Al removerlas dejaron al descubierto un yacimiento. Afortunadamente, el campesino fue honrado y respetó los restos. Aunque señalizados, no fueron estudiados hasta 1942.
A continuación, lo mejor que ver en Almenara de Adaja y Puras.