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Una ermita de colores excavada en la roca, la iglesia de los Santos Justo y Pastor de Olleros

interior del eremitorio rupestre de Olleros de Pisuerga

A principios del siglo IV d.C. el coemperador romano Diocleciano arrancó una sangrienta campaña de represión contra los cristianos. Fue la última y la más severa del arranque de dicha religión. Extendida por todo el imperio, generó una diversa gama de mártires. Entre ellos había dos niños, los Santos Justo y Pastor. Nacieron y murieron en Alcalá de Henares, cuya catedral se dedica a ellos a pesar de que parte de las reliquias estén en Huesca y Francia. Sin embargo, bajo su advocación hay otro lugar tan o más llamativo. Se trata de un antiguo eremitorio rupestre en Olleros de Pisuerga, Palencia.

Zona del enterramiento medieval e iglesia de los Santos Justo y Pastor de Olleros
Zona del enterramiento medieval e iglesia de los Santos Justo y Pastor. | Ayuntamiento de Olleros de Pisuerga

Un eremitorio rupestre surgido de la huida

La iglesia de los Santos Justo y Pastor de Olleros de Pisuerga se ubica al norte de la provincia, cerca de las Fuentes Carrionas. La localidad en que está pertenece al municipio de Aguilar de Campoo, una zona cercana a Cantabria y atada a los pueblos de dicha región que combatieron a los romanos. Por tanto, se entremezclan riqueza natural y cultural.

El Santuario de la Virgen de la Esperanza, excavado en la misma montaña

Se cree que fue en el siglo X cuando llegaron eremitas mozárabes al lugar huyendo de las zonas musulmanas. Aprovecharon un pequeño monte para establecer un pequeño eremitorio. Excavaron el promontorio y generaron una pequeña sala abovedada que hoy tiene la función de sacristía. De esta forma el origen de la iglesia tiene paralelismos con la de los santos que le dan nombre. Ambos lograron la fama como consecuencia de la represión religiosa.

Retablo y cristo del eremitorio rupestre de Olleros de Pisuerga
Retablo y cristo del eremitorio rupestre de Olleros de Pisuerga. | Shutterstock

Los eremitorios fueron habituales durante la primera parte de la Edad Media. Peñalba de Santiago, cerca de Ponferrada en León, fue por ejemplo un famoso lugar de monjes solitarios mozárabes. Estos espacios funcionaban como lugares donde los religiosos buscaban conectar con Dios en soledad. Asociados a cuevas en muchos casos, generaron posteriormente localizaciones para ermitas e iglesias.

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Este espacio primigenio es alargado y se horadó para dar forma a una amplia bóveda de cañón que llega casi al suelo. Una solución típica de la época, que se ve en criptas como la de Santa Eulalia de la Bóveda cerca de Lugo, asociada también a la arquitectura romana. Durante aquel tiempo se abrió un vano que sirve como ventana y una puerta, ya cerrada. Sea como fuere, el lugar prosperó y comenzó a ampliarse.

Detalle de las columnas más cercanas a los ábsides de la iglesia de los Santos Justo y Pastor de Olleros
Detalle de las columnas más cercanas a los ábsides de la iglesia de los Santos Justo y Pastor de Olleros. | Federico Romero (Flickr)

Románico excavado en la roca palentina

Hasta el siglo XII se fue agrandando el lugar. Los estudios al respecto apuntan a que fue a finales de este cuando se culminó la traza básica. Por ello, el estilo mayoritario que se aprecia es el románico. Todo el complejo se adapta enteramente al bloque geológico en el que se enmarca. De esta forma la excavación de la roca arenisca marcó que se orientara de norte a sur aproximadamente y que su cabecera aparezca algo girada con respecto a las naves.

interior del eremitorio rupestre de Olleros de Pisuerga
Interior del eremitorio rupestre de Olleros de Pisuerga. | Shutterstock

Iluminada por diversos vanos abiertos en el monte, al entrar se descubre un espacio dividido en dos por un conjunto de tres columnas y un pilar. Son de una gran sobriedad, sin decoración alguna en los dinteles. Solo uno de los cuatro apoyos es original. Se trata del pilar, que imitan el estilo románico. Las dos columnas centrales fueron sustituidas en el XVII, se cree que debido al deterioro que habían sufrido. La tercera, en la parte frontal, fue reesculpida en esta época.

El techo lo recubren bóvedas de cañón, con un visible apuntando. Un trabajo detallista que incluye los típicos arcos con forma de costilla que refuerzan este tipo de elementos, llamados fajones. Cada una de las naves esta coronada por un ábside abovedado, sencillo y pulcro como el resto de la iglesia de los Santos Justo y Pastor. A la derecha de los mismos se halla el costado del monte que da al exterior, las ventanas y la sacristía. Cabe señalar que a lo largo de este también se han cincelado columnas de tipo cisterciense.

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Bóvedas decorativas románicas y parte del coro del eremitorio rupestre de Olleros de Pisuerga
Bóvedas decorativas románicas y parte del coro del eremitorio rupestre de Olleros de Pisuerga. | Federico Romero (Flickr)

Mientras tanto, a la izquierda se abre un tercer ábside. Se cree que se planificó una triple nave, pero no se llegó a excavar. El triple ábside es algo extraño, que se observa por ejemplo en la basílica de Santa Lucía del Trampal, visigoda, extremeña y cercana a la Vía de la Plata. En todo caso, no se llegó a horadar más allá de la cabecera. Se compone de un pequeño espacio rectangular continuado en uno semicircular. Hay un nicho, que se añade al cementerio rupestre ubicado junto al templo en el mismo monte.

Vistas desde el pórtico de la iglesia de los Santos Justo y Pastor
Vistas desde el pórtico de la iglesia de los Santos Justo y Pastor. | Shutterstock

Finalmente en el lado izquierdo, entre el pilar y la columna frente a la puerta de entrada, hay un hueco que acoge una sencilla pila bautismal. A modo de enorme copa, austera y sin decoración, ocupa un nicho que de haberse desarrollado la tercera nave hubiera conectado con el ábside correspondiente. Al fondo, se erige un coro de madera, igual de sencillo que el resto del conjunto. Todo él es muy robusto y llama a engaño. Ningún elemento es funcional, todos son decorativos. La propia roca da el sustento necesario y bóvedas y pilastras no son más que un juego de imitación para asemejarse al románico palentino.

Pila bautismal de la iglesia de los Santos Justo y Pastor de Olleros
Pila bautismal de la iglesia de los Santos Justo y Pastor de Olleros. | Federico Romero (Flickr)

Los añadidos modernos de la iglesia de San Justo y Pastor de Olleros

La continuidad de la comunidad que habitaba la que hoy es iglesia parroquial parece confirmada por los añadidos que se fueron ejecutando. Por ejemplo, las columnas del XVII que sustituyeron a las antiguas. El retablo de una de las capillas mayores es plateresco, dedicado a los titulares y del siglo XVI. También de por entonces es un púlpito policromado ubicado en el muro de la izquierda. Del siguiente siglo es el cristo crucificado que protagoniza el espacio hermano. Bajo él hay un resto romano, concretamente un ara o pilar sagrado. También se realizaron algunas pinturas murales. Diversas tallas ocupan un espacio entre el púlpito y la pila bautismal.

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Exterior de la iglesia de los Santos Justo y Pastor de Olleros
Exterior de la iglesia de los Santos Justo y Pastor de Olleros. | Shutterstock

Mientras tanto, también moderno es el atrio de acceso y la espadaña que corona el monte. Ambos elementos generan una vista muy peculiar. Además, el templo posee una torre exenta, separada. Está sobre una cueva usada para pequeñas labores industriales. Se considera que anteriormente fue una espadaña, estructura destinada a contener las campanas, o una atalaya defensiva. En todo caso, en el siglo XVII tomó su forma de campanario. Esto completa este bonito rincón.

Torre exenta del eremitorio rupestre de Olleros de Pisuerga
Torre exenta del eremitorio rupestre de Olleros de Pisuerga. | Wikimedia

Todo lo anterior hace que la iglesia de los Santos Justo y Pastor de Olleros de Pisuerga sea una rara avis del románico. Sus elementos de este estilo pero meramente decorativos y su disposición son únicos. Asimismo es un ejemplo rupestre magnífico en España. Se suma a lugares tan interesantes como el Santuario de la Virgen de la Epseranza en Murcia o la ermita de Ojo Guareña en Burgos. También a cuevas sacras como las de la abadía de Sacromonte en Granada, el santuario de la Hoz en Guadalajara o la misma Cuevona de Covadonga en Asturias.