La historia local es interesante y resulta útil conocerla antes de pasar a lo que ver en Valencia de Don Juan. De este modo, se sabe que la zona estaba habitada por vacceos y astures cuando llegaron los romanos. Los de Italia denominaron al lugar fortificado Castrum coviacense. Durante la Caída del Imperio Romano, en el año 409, fue conquistado por los suevos. Más tarde el monarca visigodo Teodorico II invadió el reino de los suevos. Una de las escasas plazas fuertes que no pudo dominar fue precisamente esta.
Tras ser ocupada por los musulmanes hacia el 714, los guerreros asturianos consiguieron recuperarla. Así, pasó a llamarse Castrum Coyanza. Sin embargo, durante el año 996 sería asaltada y saqueada por Almanzor. Medio siglo después era una población importante. Buena demostración de ello la convocatoria por parte de Fernando I de León del Concilio de Coyanza para reorganizar sus reinos. En él se acordó renunciar al rito mozárabe para adoptar el católico romano. Por aquella época la fortificación se reforzó con unas tapias de adobe, denominándose Motam Valentie.
Durante 1281, Alfonso X el Sabio creó un señorío en favor de su hijo el infante Juan de Castilla. Sería detentado por sus descendientes, que adoptaron el sobrenombre de “Valencia” a partir de comienzos del siglo XIV. Casi un siglo después, ya con el nombre de Valencia de Campos, fue escenario de diversos episodios bélicos y luchas dinásticas. No quedan restos del antiguo castillo cuyo solar ocupan hoy los padres Agustinos.
A finales del siglo XIV Juan I de Castilla entregó la localidad al infante don Juan de Portugal. Así pasó a ser Duque de Valencia de Don Juan. Este comenzó a edificar el cuarto castillo del que hay noticia en la población. La heredó su hija María de Portugal y Enríquez. La noble se casó con Martín Vázquez de Acuña, noble portugués exiliado en Castilla, titulándose ambos Condes de Valencia de Don Juan.
El tercer conde y segundo duque, Juan de Acuña y Portugal. Gastaría una fortuna reforzando el castillo entre 1465 y 1470. En la guerra civil tomó partido por la princesa Juana “la Beltraneja”. Tal es el motivo de que la localidad fuera asediada en 1475 por las tropas de su cuñado, Juan de Robles. Bajo circunstancias nunca aclaradas se precipitó al vacío desde una ventana del castillo, falleciendo. Con ello se entregaron el resto de defensores. Su hijo Enrique sería quien remataría la obra del castillo, hoy un emblemático lugar que ver en Valencia de Don Juan.
Por razones desconocidas, la fortaleza sería abandonada a mediados del siglo XVI. Es posible que el edificio tuviera fallos estructurales y perdiera su utilidad defensiva por la pacificación de Castilla y el desarrollo de la artillería. Desde entonces ni hubo eventos notables hasta 1950. Con ocasión del aniversario del Concilio de Coyanza, la localidad recibió de la dictadura franquista el título de ciudad.
Durante 1975 se trató de instalar en sus inmediaciones una central de energía nuclear. El tema suscitó una tremenda resistencia popular que incluyó hasta agresiones al alcalde. Finalmente, el proyecto fue abandonado.
A continuación, lo mejor que ver en Valencia de Don Juan.