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Qué ver en Oña

Panorámica de Oña, pueblo de Burgos

Poderoso monasterio donde se creó el lenguaje de signos

A los pies de los Montes Obarenes, a la vera del río Oca se encuentra la villa monástica de San Iñigo. Las extensas posesiones de este otrora panteón real incluían trescientos pueblos y doscientas iglesias. Llegaban incluso  hasta Huesca, Zaragoza y toda la orilla del Cantábrico. Fueron origen de disputas entre monjes en las que hubo de mediar el mismo Papa. Descubre la historia y lo mejor que ver en Oña.

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Lo más importante que hay que ver en Oña es el Monasterio de San Salvador. El otro gran atractivo de la comarca de La Bureba es el Parque Natural de los Montes Obarenes San Zadornil. Se pueden hacer desde Oña bastantes excursiones. La más cercana es a la medieval Poza de la Sal. Hacia el norte se llega a la fortaleza rocosa de Frías. Hacia el sur, bajando por la CL-632, se llega en poco tiempo al pueblo de Briviesca. Esta localidad cuenta con una rica tradición gastronómica. Es ahora un destino turístico emergente.

Pueden realizarse numerosas actividades de turismo activo en la provincia de Burgos. Para conocer los platos de la comarca de La Bureba y reservar alojamiento recomendamos las páginas comer y dormir en Oña.

¿Quieres conocer este sitio?

Antes de conocer lo que hay que ver en Oña, conviene repasar su historia. El siglo XVIII trajo la decadencia de la abadía. Esta se acentuó por el pillaje al que le sometieron los soldados franceses durante la Guerra de la Independencia. Continuó hasta la exclaustración de los monjes, a causa de la desamortización de sus propiedades en 1835. Estos hechos supusieron que la iglesia se convirtiera en la parroquia del pueblo. Ya en 1840 el Semanario Pintoresco Español denunció el terrible abandono de tan espectacular monumento.

Plaza de Oña y Ayuntamiento al fondo
Plaza de Oña y Ayuntamiento al fondo

En 1880 la Compañía de Jesús instaló sus facultades de teología y filosofía en el viejo monasterio. Sin embargo, los jesuitas fueron expulsados de España durante la Segunda República. Por esta razón el lugar quedó abandonado hasta entrada la Guerra Civil de 1936. Cuando regresaron, lo convirtieron en hospital para los heridos.

Los jesuitas marcaron la vida del pueblo hasta 1967. Fue entonces cuando vendieron el edificio a la Diputación de Burgos. Esta tomó el relevo e instaló un hospital psiquiátrico que se cerró en 2011. Actualmente la zona, propiedad de la Diputación Provincial de Burgos, se encuentra abandonada. Recomendamos la lectura de la siguiente sección para conocer lo que hay que ver en Oña.

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Existen numerosos lugares que ver en Oña, empezando por el llamado Arco de la Estrella. Se trata de la única puerta de acceso que se conserva de la antigua muralla. En la pendiente hacia la Plaza del Ayuntamiento se conservan muchas viviendas con los blasones de los caballeros que allí residieron.

En uno de los lados de la Plaza se halla la Iglesia de San Juan. Esta posee restos importantes de época románica. También cuenta con un calvario gótico del siglo XIII, una portada gótica y una adusta torre con un mirador. En la torre se halla el Museo de la Resina, donde conocer todo lo que rodeaba la ya desaparecida industria de la resina, su forma de obtención, el medio natural, etcétera. La torre se completa en su planta superior con un mirador de la Villa.

El Monasterio de San Salvador es el principal lugar que ver en Oña. Fue en su origen una abadía fundada por el conde Sancho García en 1011 para dar retiro a su hija Trigidia. La abadía fue concebida inicialmente como convento mixto. Las dos comunidades de distintos sexos compartían instalaciones y dependían de sus respectivas autoridades masculina y femenina. En 1033, para remediar la relajada vida de sus residentes, el rey Sancho III el Mayor de Navarra entregó la abadía a los monjes cluniacenses. Quedó bajo la dirección de un casto abad que sería canonizado como San Íñigo. Con él el monasterio se convirtió en un foco de cultura y espiritualidad.

San Salvador disfrutó de unos privilegios que se incrementaron al convertirse en panteón real. En realidad son dos los panteones: el Real y el Condal. El Real acoge los cuerpos de monarcas de los reinos de Castilla y Pamplona. Por otra parte, en el Condal  fueron enterrados los condes de Castilla. Cuenta con ocho ataúdes y nueve personajes de los siglos XI al XIII. Se trata de piezas únicas en toda Europa debido al material en el que están confeccionados, nogal y boj. El enterramiento del obispo Don Pedro López de Mendoza ha sido trasladado de la sacristía a una de las naves laterales de la iglesia.

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La gran explanada de acceso a la parte más moderna del edificio se encuentra tras la fachada barroca del siglo XVIII. Para llegar a la Iglesia del Monasterio de San Salvador hay que rodear el edificio y ascender por una larga escalinata. El pórtico, de estructura románica del último cuarto del siglo XI, está decorado con distintas estatuas de reyes. La excelente puerta gótico-mudéjar tallada da paso al templo. La Iglesia, sin embargo, es gótica del siglo XIII, aunque conserva restos románicos de fases diferentes. La cabecera, construida en un gótico tardío, está cubierta por una espectacular bóveda estrellada con ocho puntas.

Consta de una sola nave con tres tramos y diversas capillas. En el muro de la derecha se conservan varias escenas de la Vida de Santa María Egipciaca, de estilo gótico lineal, y el Cristo de Santa Trigidia, de estilo románico francés. Se conservan restos del retablo mayor tallado en madera de nogal con incrustaciones de boj. Esta obra gótico mudéjar del siglo XV fue realizada por Fray Pedro de Valladolid. También se hallan escenas de la Pasión de Cristo, pintadas por Fray Alonso de Zamora (s. XV), así como el órgano barroco del año 1786, con más de 1.100 tubos.

Monasterio San Salvador
Monasterio de San Salvador

El templo se amplió a finales del siglo XV con un panteón bajo bóveda estrellada. En él se dispone un retablo barroco, un coro con sillería gótica de 1483 y dos sepulcros de los reyes navarros Sancho el Mayor y Sancho el Fuerte, así como de condes castellanos como don García y don Sancho. Están tallados en madera de nogal con incrustaciones de boj. Son de estilo gótico-mudéjar y fueron ejecutados por Fray Pedro de Valladolid, en el siglo XV. Los enterramientos están rodeados en pinturas sobre una sarga (gran tela) de Fray Alonso de Zamora, representando temas de la Pasión.

A mediados del siglo XVIII se añadió la Capilla de San Íñigo, al fondo de la cabecera. Se encuentra presidida por un retablo barroco que acoge la urna del santo. Una puerta a la derecha da acceso a la sacristía que ha sido convertida en un pequeño museo de muebles barrocos, objetos de culto y telas valiosas.

En la Sala Capitular se pueden contemplar los ventanales, hoy cegados, de la construcción románica y que comunicaban la sala con el claustro. Se trata de bellos arcos de medio punto decorados con puntas de diamante en sus aristas y capiteles de decoración zoomorfa. Aún se puede percibir gran parte de la policromía original. También se conservan los arcos policromados de una bella arquería románica procedente seguramente del refectorio. El Claustro principal del Monasterio de San Salvador de Oña, también gótico, es obra de Juan de Colonia de principios del siglo XVI. Cuatro galerías con bóvedas de crucería conforman una planta trapezoidal. Bellos ventanales con arcos apuntados tienen decoración del gótico final. Numerosos enterramientos de condes y paladines castellanos convierten el lugar en un panteón de Castilla. En el Monasterio de San Salvador se acogió, en 2012, la decimoséptima exposición de Las Edades del Hombre.

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Las visitas al monasterio se llevan a cabo mediante una audio-guía, salvo para los grupos organizados previamente. Para ellos existe la posibilidad de concertar una visita guiada. La visita a la torre y al Centro de Interpretación del Medievo se centralizan desde la Oficina Municipal de Turismo (teléfono: 947 30 00 78).

En el barrio judío, en la Calle Barruso, se localiza el Centro de Interpretación del Monasterio en donde se puede completar la visita al mismo. En la antigua Vaquería del Monasterio se encuentra la Casa de Información sobre el Parque Natural de los Montes Obarenes-San Zadornil.

Imprescindibles

Frontal del Monasterio de San Salvador, uno de los lugares que ver en Oña
Monasterio de San Salvador
El Museo de la resina, uno de los lugares que hay que ver en Oña
Museo de la resina

Datos prácticos

Coordenadas

42º 44’ 05’’N, 3º24’ 50’’W

Distancias

Burgos 64 km, Bilbao 89 km, Madrid 311 km.

Aparcamiento

No es recomendable circular por el pueblo. Se aconseja estacionar en el espacio gratuito habilitado en la “otra” orilla del río Oca (llegando de Burgos a la izquierda y desde Santander, a la derecha).

Altitud

598 m.

Habitantes

1124 (2013).

Existen varias fiestas que ver en Oña. San Iñigo (1 de junio), San Junio (24 de junio), San Vitores (26 de agosto), Santa Paulina (21 de octubre).

Otros eventos que ver en Oña son los siguientes: La Choricilla (Jueves Lardero anterior a Cuaresma), Correr la Rosca (domingo de Semana Santa por la tarde), Representación del Cronicón de Oña (cinco días a mediados de agosto, es una representación medieval en la que se representa la Historia del Monasterio de Oña durante el siglo XI).
Romería a la ermita de San Vitores (26 de agosto), Feria Agraria y Artesanal (último domingo de septiembre).

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