De hecho, sus calles albergan numerosos monumentos de interés histórico-artístico como la Iglesia de San Antonio Abad. Perteneciente a la última etapa del gótico y declarada Bien de Interés Cultural.
Dos museos dedicados al ilustre escritor se tiene que ver en El Toboso. En primer lugar, el Museo Centro Cervantino. Exhibe numerosos ejemplares de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha en 60 idiomas distintos y firmados por personalidades de todo el mundo (el rey Juan Carlos de España, Margaret Tatcher, Mandela, Ronald Reagan o algunos tan sorprendentes como el propio Hitler o Mussolini etc…).
Seguidamente, el Museo del Humor Gráfico Dulcinea, un espacio creado por José Luis Martín Mena, famoso humorista gráfico del ABC y de La Codorniz, que donó diversas acuarelas y láminas de temática quijotesca. Junto a sus obras que ver en El Toboso, también se exhiben otras de Chumy Chumez, Mingote, Peridis, Forges, etc. La exposición se muestra en una casa decorada y construida al estilo del siglo XVI, recreando el ambiente de la novela cervantina.
Junto al Parque Municipal se encuentra el Convento de las Trinitarias Recoletas, Monumento Histórico-Artístico que ver en El Toboso. Construido en el siglo XVI por un discípulo de Juan de Herrera. Muestra en su fachada la austeridad propias del estilo renacentista herreriano. La iglesia y el claustro central son construcciones posteriores (de estilo barroco).
Además, el convento alberga el Museo Trinitario. Una colección de pinturas e imaginería elaborada en España en los siglos XVI y XVII y arte sacro de España: orfebrería, ornamentos, textiles bordados en oro, reliquias, misales y evangelios desde el siglo XVII hasta la actualidad.
En la glorieta de García-Sanchíz se ha erigido el monumento al filósofo valenciano Federico García Sánchiz, enterrado en El Toboso. También el Convento de las Clarisas. Fue restaurado en el XX, sólo conserva de su edificio original renacentista, del siglo XVI, la portada de la Iglesia.
Si tienes alguna sugerencia sobre otras cosas que ver en El Toboso, no dejes de escribirnos.