fbpx

Lagunas y cráteres en la Serranía Baja de Cuenca

Serranía Baja de Cuenca

Acercarse hasta la Serranía Baja de Cuenca puede convertirse en el plan perfecto para un fin de semana. Este territorio fascina a todo aquel que lo recorre gracias a los densos pinares, los espesos bosques de sauces, sus barrancos y sus lagunas. Al igual que el resto de las tierras serranas conquenses, el agua es la protagonista y está presente en lagunas, manantiales y ríos, que tras nacer en la Serranía Alta huyen hacia el Mediterráneo dejando a su paso violentos desniveles y profundos cráteres.

Te presentamos los lugares más increíbles de la Serranía Baja de Cuenca. Ideales para mostrar la grandeza de la naturaleza. ¡Allá vamos!

Las Lagunas de Cañada del Hoyo

Serranía Baja de Cuenca
Lagunas de Cañada del Hoyo

Las Lagunas de Cañada del Hoyo no son como el resto. De hecho, no son lagunas sino torcas, es decir, depresiones circulares como un cráter, con bordes muy escarpados por la erosión en la caliza.

Tres de las siete lagunas de este paraje pueden visitarse gratuitamente. Las otras cuatro están dentro de una propiedad privada llamada Siete Lagunas (laguna Parra, laguna Cardenillas, lagunillo Tortugas y laguna Llana), a la que se puede acceder los fines de semana pagando. Lo más curioso de estas lagunas es que tienen colores verdes deslumbrantes, algunos de los cuales cambian en función de la época del año.

La más llamativa es la Laguna de la Gitana, que según cuenta la leyenda, tiene un color más blanquecino de lo habitual desde que la Julieta gitana se arrojó a ella buscando acabar con su desamor. También destaca la Laguna del Tejo, espectacular por sus cambios significativos de color.

También te puede interesar  El castillo que fue cárcel de una famosa princesa

Las curiosas Torcas de Los Palancares de la Tierra Muerta

Serranía Baja de Cuenca
Torcas de Palancares

El Monumento Natural de Las Torcas de Los Palancares es otra de las maravillas naturales de la Serranía Baja de Cuenca. Se trata de un conjunto de cráteres que dan lugar a un paisaje que recuerda a las dolinas de los Balcanes o los cenotes de Yucatán.

Caminar por los alrededores de las 22 torcas es como estar en un escenario magullado por los impactos de varios meteoritos. Pero este fenómeno no es el resultado de un acontecimiento apocalíptico, sino que se debe al hundimiento del terreno producido cuando el Mediterráneo llegaba hasta ahí hace millones de años. Desde el Torcazo, pasando por la Torca del Agua, se llega hasta la más espectacular de todas: la Torca del Lobo.

Serranía Baja de Cuenca
Torca del Lobo

Según cuenta la leyenda, un pastor llamado Zacarías se adentró en este paraje para cazar al lobo que estaba matando a su ganado. Tras dispararlo, el animal cayó a esta torca. Al llegar la fría noche, el pastor pensó que moriría congelado, pero el lobo le invitó a pasar la noche en su refugio dentro de la misma torca. A partir de ahí, Zacarías se convirtió en defensor de los lobos.

El nombre de Tierra Muerta se debe a que el agua que cae en ella se filtra por completo en los acuíferos y se genera una sensación de extrema sequedad en el terreno. Este territorio deshabitado, a pesar de su denominación, está repleto no de espíritus vagantes, sino de árboles tan duros como la piedra en la que se fijan.

También te puede interesar  Maravillas de Toledo que hay que ver al menos una vez en la vida

Pueblos, castillos y ruinas

Serranía Baja de Cuenca
Villa de Moya / Foto: lugaresconhistoria.com

Una vez finalizado el recorrido por las lagunas y cráteres, hay varios pueblos pintorescos por la zona en los que se puede degustar algún plato típico de la Serranía Baja de Cuenca.

Desde la localidad de Cañada del Hoyo puede llegarse con facilidad hasta el Castillo del Buen Suceso. La pequeña fortaleza, situada en lo alto de un cerro, llama la atención por la forma en D de su torre, diferente a todas las demás. Hay varios miradores desde los que apreciar el paisaje.

Cerca de allí se encuentra la Villa de Moya, una ciudad medieval en ruinas declarada Conjunto Histórico-Artístico. Este lugar es una magnífica muestra de la arquitectura medieval.

Como  podéis ver, la Serranía Baja de Cuenca está plagada de lugares dignos de admirar por su belleza, peculiaridad o valor histórico y cultural. ¿Conocéis alguno más?

Texto: Carolina Cárcamo Villar