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Tresviso, el pueblo más aislado de Cantabria

Tresviso, el pueblo más aislado de Cantabria

El nombre de Tresviso tiene un significado en sí mismo. Proviene de una evolución de la expresión latina trans visum, que derivó en la cántabra tres-visu. Expertos aseguran que significa “tras el abismo”. Aunque no está constatado de manera oficial, un paseo por sus alrededores pueden dar buena cuenta de esta sensación de quedar suspendido en medio de la nada. Detrás de todo. La historia de este pueblo, que está considerado el más aislado de Cantabria, se remonta a la temprana Edad Media. Sale solo preguntarse cómo, en qué momento y de qué manera un grupo de personas terminaron construyendo un hogar en este refugio entre montañas. Lugar inexpugnable desde su fundación, continúa siendo un rincón de complejo acceso.

Tresviso se encuentra situado en el límite occidental de la provincia de Cantabria, lindando con Asturias. De hecho, la única forma de alcanzarlo, por carretera, es partiendo desde el pueblo asturiano de Sotres. Es un trayecto que impone el respeto de quien se siente invadiendo la montaña. Para aquellos que quieran atravesarla a pie, puede coronarse este pueblo cántabro partiendo desde el río Urdón, una ruta que merece la pena hacer al menos una vez en la vida.

Qué busca y qué encuentra el visitante en Tresviso

Tresviso, el pueblo más aislado de CantabriaLos visitantes que marcan Tresviso con una chincheta en sus mapas buscan, seguramente, dos cosas. En primer lugar, desconexión. Dada su situación geográfica, Tresviso existe al margen de las prisas del mundo. Claro que este concepto que puede llevarse a un plano romántico-bucólico tiene sus enormes carencias. No solo la despoblación que asola zonas como esta, también las condiciones a las que, en muchas ocasiones, son sometidos sus habitantes. La ausencia o la carencia de servicios básicos o las condiciones climatológicas, como las nevadas, que pueden aislar Tresviso durante semanas.

Rondando los 60 habitantes, este pequeño pueblo es, en cualquier caso, un lugar de desconexión, para el viajero, de esas prisas y de ese ruido. Es también, a raíz de todo esto, un lugar de conexión con la naturaleza. Esta es otra de las grandes razones por las que existen esas chinchetas en los mapas. Tresviso es un balcón a los Picos de Europa.

Pertenece a la comarca de Liébana, sus casas de piedra típicas de las montañas y el ambiente que se respira no se aleja de todo esto. A sus 900 metros de altura, es la localidad a mayor altura de Cantabria. En ella, uno puede disfrutar de su iglesia, que data de principios del siglo XX, de sus establecimientos locales y de paseos libres de estrés. Tarde o temprano, hay que animarse a realizar algunas de las muchas rutas de senderismo que palpitan en torno al pueblo.

Entendiendo los Picos de Europa

La ruta Tresviso-Urdón es una de las preferidas por los amantes de la montaña
La ruta Tresviso-Urdón es una de las preferidas por los amantes de la montaña | Shutterstock

Las vistas que regala Tresviso son vistas que ayudan al viajero a entender la grandeza de los Picos de Europa, uno de los parajes naturales más impresionantes del país y del continente. Este parque nacional supone una inmersión en la inmensidad de la montaña en particular, de la naturaleza en general, un sentimiento que puede experimentarse partiendo de este rincón de Cantabria.

El valle del Urdón se extiende bajo Tresviso. Éste forma parte de la cuenca del río ya mencionado, que atraviesa una garganta poblada por un bosque de robles y otras especies. La ruta que une río y pueblo es una de las predilectas de los montañeros y los senderistas, pues aunque puede entrañar una cierta dificultad, tanto el viaje como el destino, hacia arriba o hacia abajo, merece la pena. Otra de las rutas que parten desde el pueblo es la que conduce a la cumbre de Horcadura del Cantu, que alcanza los 1.200 metros de altitud. Desde esta se puede contemplar, en los mejores días, el gran macizo Central del parque.

Una de imágenes de las que pueden disfrutarse en esta ruta entre pueblo y río
Una de imágenes de las que pueden disfrutarse en esta ruta entre pueblo y río | Shutterstock

Visitar Tresviso significa visitar un pueblo único. Porque uno entiende mejor las terribles consecuencias de la despoblación y el aislamiento, pero también porque se siente más cerca que nunca de la naturaleza y lo que el mundo ofrece y las personas han tendido a olvidar. Es importante conocer y comprender tanto lo uno como lo otro.