fbpx

Faro del Caballo de Santoña, más de 700 peldaños hasta una maravilla cántabra

Faro del Caballo de Santoña

En el norte de la península ibérica, en la zona oriental de Cantabria, a 48 kilómetros de Santander y muy cerca del País Vasco, se ubica el municipio pesquero de Santoña. Allí se puede encontrar el Faro del Caballo, en el monte Buciero, un lugar espectacular rodeado de naturaleza y con mucho encanto. Su variada gastronomía bebe de la mar. Se trata de una visita obligada para cualquier turista que se acerque a la zona norte de España.

El faro de los 700 peldaños

Situado a los pies del Monte Buciero, en una zona especialmente rocosa, se encuentra el Faro del Caballo. Este faro comenzó a funcionar el 31 de agosto de 1863. Originariamente constaba de un edificio dividido en dos bloques. Uno de ellos fue la casa del farero, de planta rectangular y con dos alturas, pero no ha llegado al presente ya que fue demolida. El segundo bloque sería la torre del faro, que aún existe y se conserva, aunque en 1993, tras 130 años de servicio, dejó de iluminar la entrada de la Bahía de Santoña.

Hay dos formas de acceder al faro, andando y por el mar. Para acceder por abajo, es decir, por el mar, hay que acercarse a una escalera que da directamente al agua. Para ello hay que esperar que se den las condiciones climáticas adecuadas. Es decir, inexistencia de oleaje y marea alta.

Existen barcos y rutas organizadas en kayak para visitar el faro por el mar. Lo más habitual es bajar los más de 700 peldaños de su escalinata. Dicha escalinata fue construida por los presos de un penal cercano, en concreto los de la prisión de Santoña en el siglo XIX. Curiosamente, más de un siglo después, en 2013, otro grupo de presos acondicionó la zona para su visita dentro del programa Nácar (Naturaleza y Cárcel).

Una ruta senderista para acceder al faro

Faro de la Punta del Caballo, Santoña
Faro de la Punta del Caballo, Santoña | Shutterstock

La ruta Santoña – Faro del Caballo – Santoña es muy practicada por los amantes de la naturaleza. Se parte desde el paseo marítimo de Santoña, que está a 5 kilómetros del faro. La ruta está señalizada y atraviesa bosques de laureles y espino. Luego pasa por el Fuerte de San Martín, construido en el siglo XVII y declarado Bien de Interés Cultural con categoría de monumento. Actualmente es el Centro Cultural y sede de la Escuela Taller de Rehabilitación del Patrimonio.

Se puede visitar tanto el edificio como cuatro exposiciones permanentes sobre la historia de Santoña. Posteriormente, se puede seguir la línea de costa por el Monte Buciero, pasando por miradores que permiten contemplar la impresionante vista de los acantilados. Para finalmente llegar a la escalinata que da acceso al faro. Una vez allí, si así se desea, se puede seguir hacia abajo, descendiendo por unos 100 escalones que dan acceso al mar. Para volver a Santoña solo hay que retomar el mismo camino de ida.

El espectacular Monte Buceiro

El Monte Buceiro envuelve el entorno del Faro del Caballo. Forma parte del Parque Natural de las Marismas de Santoña Victoria y Joyel, que está considerado como ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves) y como LIC (Lugar de Importancia Comunitaria).

Cantabria, municipio de Liendo, vista hacia la ciudad de Santona a través de la bahía
Cantabria, municipio de Liendo, vista hacia la ciudad de Santona a través de la bahía | Shutterstock

Protegido por la Red Natura 2000. Con más de 600 hectáreas y con una forma de península, goza de una flora tanto mediterránea como atlántica. Con bosques de laurel, madroños, encinas, avellanos y cerezos silvestres. Destaca por ser uno de los encinares cantábricos más importantes del país, con una altura máxima de 376 metros sobre el nivel del mar. En él habitan dos especies de animales amenazados. El cormorán moñudo y el alimoche, que se pueden ver con un poco de suerte. El Monte Buceiro protege a Santoña de la inclemencias del mar, convirtiendo el emplazamiento de este pueblo marinero en un puerto natural.

Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, una joya única

Para conocer este Parque Natural es altamente recomendable pasar antes por el Centro del Visitante del Parque Natural de la Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, principalmente por dos motivos. El primero y más importante es que ofrece más de 700 metros cuadrados en los que conocer la historia, la fauna y la flora de este parque natural costero del Cantábrico, además de información sobre las distintas rutas y actividades que se pueden realizar en sus más de 6.600 hectáreas.

Faro del Caballo, Santoña
Faro del Caballo, Santoña | Shutterstock

Y el segundo motivo es que el mismo centro de interpretación es un magnífico mirador, con una arquitectura muy singular que simula un transatlántico. Un sitio espectacular para los amantes de la fotografía. Cabe destacar que la entrada es gratuita, al igual que los distintos talleres que para toda la familia se realizan.

Santoña, la capital mundial de la anchoa

Si algo caracteriza la gastronomía y forma de vida de Santoña es el mar. Su forma orográfica de puerto natural y sus barcos pesqueros son santo y seña de esta comarca. Es una villa es conocida por sus conservas de bonito del norte y boquerones en vinagre, pero sin duda, la reina de Santoña es la anchoa.

Porción de anchoas de Santoña, anchoas cántabras en placa rectangular blanca sobre mesa de madera
Porción de anchoas de Santoña, anchoas cántabras en placa rectangular blanca sobre mesa de madera | Shutterstock

Podemos encontrar desde la tradicional anchoa en conserva de aceite, hasta la anchoa conservada en mantequilla. La conserva en mantequilla era una de las formas de elaboración conservera, en los salazones italianos a finales del siglo XIX. Así se rinde homenaje a los italianos que fueron al Cantábrico en busca de género para sus fábricas.

La mejor fecha para conocer la gastronomía local es durante la Feria de la Anchoa y la Conserva Cantábrica. Es un evento tradicional organizado por la Cofradía de la Anchoa de Cantabria, para elegir, mediante una cata a ciegas, cuál es la mejor anchoa del año. Además de degustar las mejores conservas de Cantabria, se puede participar de las distintas actividades relacionadas con estos productos. La Feria se suele celebrar en primavera.