San Miguel de Balansat es la parroquia más poblada de San Juan de Labritja y sus vecinos se distribuyen entre tres núcleos urbanos diferentes. Estos son Sant Miquel, Port de San Miquel y Pla Roig.
El pequeño núcleo de San Miguel se encuentra bajo una pequeña colina, conocida como el “Puig de Missa”. En su cima se alza la Iglesia de San Miguel. Por su aspecto bucólico y su emplazamiento ha sido testigo de la boda de algunos famosos. Este templo que ver en San Miguel de Balansat tiene su origen como arquitectura religioso-defensiva en el siglo XIV. Es por tanto uno de los edificios religiosos más antiguos de la isla.
No obstante, sufrió diversas reformas en el siglo XVI, con la construcción de la nave central. También a finales del XVII, cuando se levantaron dos capillas, la de Rubió y la de Benirràs. Esta última cuenta con unas interesantes pinturas al fresco recientemente descubiertas que ver en San Miguel de Balansat. Están inspiradas en motivos religiosos y florales.
Adosado a la iglesia se encuentra el cementerio. Desde el patio de la misma, presidido por la Estatua del poeta Marià Villangómez i Llobet (que dedicó buena parte de su obra literaria a San Miguel), se ven unas hermosas vistas del valle y de las casas del pueblecito, que se aglomeran alrededor del templo.
Port de Sant Miquel, con su espectacular bahía abierta hacia el Mediterráneo, es uno de los mejores sitios para comer de Ibiza. Además se trata una de las pocas playas con las que cuenta la zona. El arenal está cerrado por la Isla de Sa Farradura, una isla unida al resto de Ibiza por un pequeño istmo de piedras y arena.
Frente a la playa, podemos ver el islote de S’Illa Murada (la Isla Amurallada, espacio imprescindible que ver en San Miguel de Balansat). Se llama así por el recinto amurallado de la antigua cárcel que se instaló en ella y que todavía hoy se puede apreciar.
Hay que ver en San Miguel de Balansat la Cueva de Can Marçà, que se puede visitar. Es una gruta de rocas calizas que han creado con el paso del tiempo espectaculares formaciones naturales. Además, fue un antiguo refugio de contrabandistas. También nos podemos acercar a la Torre del Mular, que se levanta egregia, protegiendo el Port desde el siglo XVIII.
En verano, el mejor día para visitar San Miguel es el jueves. Se celebra un mercadillo de productos tradicionales de Ibiza. Así, todas las tardes, hacia las seis, se realiza una exhibición de baile payés en el entorno de la Iglesia de San Miguel.
Finalmente, esto es todo lo que ver en San Miguel de Balansat.