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Los secretos de Ribadesella y sus palacios junto al mar

Ribadesella, Los secretos de Ribadesella y sus palacios junto al mar

A orillas del Sella, vigilada por los promontorios de Somos y el Cordero, esta hermosa villa goza de un privilegiado emplazamiento. En sus inmediaciones hay numerosas e importantes cuevas para el conocimiento de la Prehistoria. No te pierdas la historia y lo mejor que ver en Ribadesella.

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La localidad es una de las más bonitas de todo el oriente asturiano. Esto se nota en la afluencia de visitantes, especialmente en verano. Palacios indianos y un privilegiado entorno natural componen lo que ver en Ribadesella. Debido a ello, la estancia puede ir de un día a varios, si se es amante de la naturaleza o la arqueología. Cabe destacar que la población forma parte del Camino del Norte a Santiago, aunque no da muchas opciones de hospedaje al respecto. Además, bulle de actividad durante el afamado Descenso del Sella.

Si se desea continuar con el viaje, las localidades de Colunga o Lastres son opciones cercanas. Hacia el oeste quedan tres notables ciudades: Avilés, Gijón y Oviedo. Los mejores lugares para alojarse y restaurantes quedan en estas páginas sobre dormir y comer en Ribadesella.

Historia de Ribadesella

Vista aérea de Ribadesella
Vista aérea de Ribadesella. | Shutterstock

El pasado local se enraíza en los albores de la Humanidad, por lo que se repasará antes de tratar lo que ver en Ribadesella. Desde el Paleolítico Medio hay sociedades humanas viviendo en esta zona del oriente asturiano. Tanto la villa como el Macizo de Ardines se han convertido en un centro de investigación prehistórica reconocido en toda Europa.

La cueva de Tito Bustillo es el ejemplo más destacado. Fue declarada Monumento Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Posee una relevancia similar a Altamira o la cueva francesa de Lascaux. Además, cabe reseñar otras oquedades como: La Cuevona, La Lloseta, El Cierro o Cierru, Les Pedroses, Cova Rosa, Cueva del Ríu, Cueva del Tenis y San Antonio. Posteriormente, los Orgenomescos y salaenos se extendieron a lo largo de la ría de Noega, hoy Sella. Ambas tribus retrocedieron ante el avance romano o se integraron en la nueva sociedad del Imperio.

En época altomedieval las iglesias de San Salvador de Oviedo y Santa María de la Vega dominaron Ribadesella. Alcanzado 1270 Alfonso X el Sabio constituyó formalmente la villa, que disponía de unos límites muy similares a los actuales. Desde entonces creció merced a unos astilleros que se nutrían de la madera procedente del Sella. También se aprovechaba en el comercio marítimo, fundamental por las difíciles comunicaciones terrestres. La pesca del salmón y las expediciones balleneras eran las otras bases de su economía.

Todavía en la Edad Media, Ribadesella fue escenario de enfrentamientos entre grandes familias nobiliarias. Entre ellas se encontraban los Quiñones, Álvarez de las Asturias, Ruiz de Junco o Trastámara. Se impusieron finalmente los primeros. Sin embargo, llegado 1488 los Reyes Católicos les propusieron un cambio de localización. Gracias a ello la villa se reincorporó a la Corona junto con Llanes, Cangas del Narcea y Tineo. Desde entonces se conoce al grupo como “Las Cuatro Sacadas”.

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En el siglo XVIII se produjo un importante descenso de las capturas de salmones y ballenas. Para mantener su estatus se presentó a finales de siglo un proyecto para convertirlo en un puerto enlace con Castilla. Este proyecto incluía la construcción de una carretera hacia la Meseta. Al final se optó por Gijón y la vía de Pajares.

Durante la Guerra de la Independencia las tropas del general Ballesteros se acuartelaron en Ribadesella. Los franceses los derrotaron y se establecieron en la villa, soportando el constante acoso de las partidas de guerrilleros. La segunda mitad del siglo estuvo dominada por las consecuencias de la emigración a América. Los indianos locales fueron mayoritariamente a Cuba.

La villa se mantuvo fiel a la República al iniciarse la Guerra Civil. Así, fue escenario de duros combates en el verano de 1937. Como consecuencia, el puente que une las dos orillas de la ría del Sella fue volado. Posteriormente sería reconstruido en su forma actual. A partir de ese momento, evolucionó hasta ser la localidad turística que es hoy en día. Además, por ella pasa el conocido Camino del Norte.

Qué ver en Ribadesella

Monte Corberu en Ribadesella
Monte Corberu en Ribadesella. | Shutterstock

Esta villa asturiana es una población tranquila y pesquera en invierno. Sin embargo, se transforma en un agitado centro turístico en verano. Debido a su situación, está dividida en dos zonas, una a cada lado de la ría. El casco antiguo es una de las zonas más populares que ver en Ribadesella. Declarado Conjunto Histórico-Artístico, engloba la calle del Infante, la plaza Vieja y la calle Mayor. En su mayor parte se creó en los siglos XVII y XVIII.

La construcción más antigua en pie es el Palacio de Prieto-Cutre (siglo XVI).Se erige en la Plaza de la Reina María Cristina. Se caracteriza por la fachada de sillares bien labrados, ornamentada con el escudo de los Prieto. El estilo de la obra es plateresco avanzado. Los huecos de la portada están dispuestos de forma asimétrica y de líneas puras. El edificio es la sede del Ayuntamiento riosellano y uno de los puntos clave que ver en Ribadesella.

Cabe destacar asimismo el conjunto de edificios con soportales de la calle López Muñiz, entre los que llama la atención la Casa de Ardines. Se trata de una residencia de una ilustre familia de comerciantes, navegantes y militares. Por su parte, la Plaza de la Iglesia se llama así por un desaparecido templo.

Mientras tanto, en la Calle Fernández Juncos se encuentran varias casas de especial interés arquitectónico. Algunos ejemplos son la Casa de González Prieto, hoy Casa de Correos, y la Casa de Collado, célebre familia de comerciantes. Ambas destacan por el monumental escudo de armas del siglo XVIII situado en su fachada de piedra.

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Siguiendo este recorrido por las casonas señoriales que ver en Ribadesella, es necesario resaltar el conjunto de la Plaza de la Atalaya. Allí se encuentran la Casa del Pixuecu y el Palacio de la Atalaya.

Siguiendo con lo que ver en Ribadesella toca ir al Paseo de la Grúa. Esta vía fue abierta a finales del siglo XVIII como camino de sirga, margen de camino que debían dejar los propietarios ribereños. En el recorrido del paseo, entre la escasa arboleda, se encuentra La Fuentina. Esta escultura de piedra reproduce una Xana, ninfa de las fuentes, y dos osos mitológicos. Tal hito homenajea a La Fonte del Cay, una obra del destacado escritor en bable Pepín de Pría.

Al final del Paseo de la Grúa hay una rotonda destinada a auxiliar a los barcos que entraban al puerto de la villa. Esta antigua infraestructura portuaria es un interesante ejemplo de la sólida ingeniería de la época.

Desde allí, ascendiendo el Monte Corberu, se llega a la Ermita de Nuestra Señora de Guía. Reformada en 1892, acoge la imagen de la patrona de los marineros. Los tres cañones que se ven en la cima fueron arrojados al mar por los franceses en su retirada de 1811. Sin embargo, se restituyeron en 1999.

Para conocer el otro lado de Ribadesella se puede transitar el Paseo de la Princesa Letizia. Este va desde la Lonja del Pescado hasta el puente. Junto con la paralela Calle de los Marqueses de Argüelles es donde se sitúan la mayoría de las sidrerías y restaurantes locales.

En el extremo contrario del puente que une ambas orillas de la ría se encuentra la Playa de Santa Marina. Este lugar se configuró en los primeros años del siglo XX, promovido por la marquesa de Argüelles. Allí se edificaron residencias de lujo, palacios modernistas y ostentosos chalés de indianos. Destacan el Chalet de la Marquesa de Argüelles y Villa Rosario. Ambos son hoy hoteles. Otro ejemplo notable es la Casa de los hermanos Uría-Aza, que cuenta con una colección de escultura al aire libre.

La Cueva de Tito Bustillo es el mayor yacimiento que ver en Ribadesella. Descubierta en 1968, luce un impresionante conjunto de pinturas de sorprendente calidad. Se trata de una cavidad de reconocible belleza natural, con sus intrincadas galerías. Las estalagmitas ayudan a componer una sinfonía visual. Recientemente. Por todo ello, está incluida en la lista de monumentos patrimonio de la humanidad de la UNESCO.

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Como complemento puede visitarse el Centro de Arte Rupestre Tito Bustillo y La Cuevona, otro maravilloso monumento natural. El resto de cuevas del entorno tienen visitas mucho más restringidas. Sobresalen la Cueva de la Moría, la Cueva del Cierro y la Cueva de Les Pedroses.

En los alrededores de la localidad, que forma parte de la llamada Costa de los Dinosaurios junto con Gijón, Villaviciosa y Colunga, destacan monumentos de reconocido atractivo. La Iglesia de Santa María de Junco, por ejemplo, es románica, de nave única y planta rectangular. Además, dispone de un ábside semicircular que va precedido de un tramo recto. Su arco de triunfo se apoya en seis columnas con capiteles en los que hay interesantes representaciones de cabezas monstruosas.

Otro importante santuario medieval que ver en Ribadesella y alrededores es el de San Mamés de Cuerres, Su bóveda de piedra está repleta de cruces y grabados del siglo XIV. En la localidad de Leces se encuentra el Templo de San Esteban, de origen románico. La Capilla de Santa Rita, en Barréu, y la Iglesia de San Martín de Collera son asimismo muy interesantes.

En lo referente a arquitectura civil del entorno, destaca la Torre de Junco, del siglo XIV, o la Torre de San Esteban de Leces. Esta perteneció a la familia Ruiz de Junco, que poseyó en Sebreño un palacio construido a mediados del siglo XVI. Fue reconstruido en el siglo XVIII, siguiendo el modelo de planta en forma de “U”.

Por último, cabe señalar que la población forma parte de la red de Villas Marineras. Esta agrupa a las también asturianas Cudillero y Llanes, las gallegas Baiona, Sanxenxo, Ortigueira y Viveiro y las cántabras San Vicente de la Barquera, Santoña y Laredo.

Una vez disfrutado lo mejor que ver en Ribadesella, anímate a conocer el resto de la provincia de Asturias y su turismo activo.

Datos prácticos

Coordenadas

43° 27′ 43” N, 5° 3′ 27” W

Distancias

Oviedo 85 km, Madrid 520 km.

Altitud

2 m.

Habitantes

5642 (2022).

Fiestas

Las principales festividades que ver en Ribadesella son estas: Fiesta de San Antón en Cuerres, San Juan en Ribadesella, Fiestas de la Virgen de la Guía en Ribadesella, San Mamés y San Lorenzo en Cuerres, Santa Marina en Ribadesell, Fiestas de Nuestra Señora de la Esperanza en Collera, Fiestas de Nuestra Señora del Rosario en Cuerres.

Otros eventos

Más eventos que ver en Ribadesella son: Carrera de caballos en la playa de Santa Marina (Semana Santa), Descenso Internacional del Sella (el primer sábado del mes de agosto).

También puedes leer este artículo en inglés y francés.