Este recorrido por lo que ver en Gijón va de oeste a este. En todo caso, se recomienda empezar por los dólmenes del Monte Areo. También merece la pena como prólogo el Parque Arqueológico y Natural de la Campa Torres. En él se puede conocer el poblamiento primitivo de los astures y el proceso romanización. Un complemento a ambos es la Villa Romana de Veranes. Se emplaza a 12 km del casco urbano.
Ya en la propia Gijón, toca ir a las calles de su zona vieja. A través de ella se accede a la bohemia Cimadevilla. El lugar amalgama restos romanos con un barrio de pescadores y cigarreras. Entre sus construcciones más destacadas se halla la Casa Natal de Jovellanos. En su solar estuvo el castillo del Conde Enríquez y hoy sirve como museo de bellas artes. Por su parte, el Convento de las Agustinas, convertido en fábrica de tabacos, es quizá la edificación más notable del barrio.
Muy próxima a las decimonónicas Casas Consistoriales y a la Iglesia de San Pedro ser alza la mansión de los Valdés. También célebre es el Palacio Revillagigedo, muy próximo al puerto deportivo. En lo alto del tómbolo que dio origen a la ciudad se extiende parque del Cerro de Santa Catalina. Lo corona una de las estampas más fotografiadas de Gijón, el majestuoso monumento Elogio del Horizonte.
La ciudad está circundada por playas de diverso tamaño. Por ejemplo, las de San Lorenzo, Poniente y El Arbeyal. Todas se pueden recorrer a través de una extensa y cuidada senda litoral. Además existe una amplia red de museos que ver en Gijón. Uno de los más importantes es el Jardín Botánico Atlántico. Dentro esconde un conjunto de robles centenarios declarados Monumento Natural: la Carbayera de El Tragamón.
Siguiendo con lo que ver en Gijón y alrededores le toca el turno al espectacular Complejo Laboral Ciudad de la Cultura. Este incluye el Centro de Arte y Creación Industrial y un teatro, gestionado por el Gobierno del Principado de Asturias. También imprescindible resulta el Museo del Pueblo de Asturias. Se trata de un centro dedicado a la conservación, investigación y difusión de la cultura tradicional del país.
Por último, el carácter y paisaje gijonés se refleja en las obras de Evaristo Valle y Nicanor Piñole. Ambos son pintores iniciadores de la renovación plástica asturiana del pasado siglo. El espacio dedicado al primero se encuentra inserto en plena ciudad jardín de Somió. En ella perviven varias quintas decimonónicas. Esta imagen tenía su contrapunto en los balnearios que ocuparon las playas locales durante décadas. Sin embargo, la industrialización desdibujó esta apariencia burguesa durante el pasado siglo.
Una vez disfrutado lo mejor que ver en Gijón, anímate a conocer el resto de la provincia de Asturias y su turismo activo.