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Qué ver en Alquézar, uno de los conjuntos medievales más bellos de Europa

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Alquézar, una impresionante villa monumental, se enclava sobre uno de los cañones del río Vero. El lugar ha salvaguardado de forma excelente su característica arquitectura medieval. La Colegiata de Santa María la Mayor es el principal monumento que ver en Alquézar. Sin embargo, es el conjunto urbano como un todo lo que convierte a este pueblo en algo excepcional. Se trata de una arquitectura homogénea que preserva a la perfección su alma medieval.

Un poco de historia de Alquézar

Plaza mayor de Alquézar
Plaza mayor de Alquézar. | Shutterstock

Los lugares que ver en Alquézar se entienden y se disfrutan mejor conociendo primero su historia. Esta arrancó con la fortificación de la línea defensiva de la Barbitania. Organizada para enfrentarse a los cristianos del norte, una de sus alcazabas supuso el origen de la población actual. Encaramada a lo alto de un abrupto roquedal, recibió el nombre de Al Qasr, “fortaleza”. Su construcción fue mandada por el caudillo Jalaf ibn Rasid durante el siglo IX.

Se trataba de una posesión muy apreciada por los principales linajes musulmanes. Cambió varias veces de manos. Hasta el 863 perteneció a los Banu Jalaf. Sin embargo, estos la perdieron en favor de Ismail ben-Muza que a su vez fueron expulsados por al-Tawil. En el 938 Abderraman III, primer califa Omeya de Al Andalus, designó a su propio hijo Yahya gobernador de Barbastro y Alquézar.

Durante el año 1007 Sancho Ramírez de Aragón arrebató Alquézar a los árabes. Procedió a desmantelar la alcazaba y se edificó un nuevo castillo. Dada su posición estratégica, se convirtió en en un importante bastión cristiano. Desde él se lanzaron multitud de expediciones de reconquista. Según el avance cristiano llegaba a Huesca, Alquézar perdió relevancia militar, ganando protagonismo su comunidad religiosa. Sancho Ramírez le otorgó un fuero de población en 1069, así como varios privilegios refrendados y ampliados por otros reyes. En 1080 se entregó la villa a la diócesis de Roda de Isábena. Durante tres siglos la localidad cambió varias veces de manos, entre señores eclesiásticos y nobles de la zona.

Alquézar
Alquézar. | Shutterstock

A partir del siglo XIII, gozando ya de cierta estabilidad política, la población comenzó a expandirse extramuros. Así surgió el denominado burgo Nuovo Alquezaris. Su rápido desarrolló lo alzó como uno de los más importantes centros comerciales comarcales.

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El trazado actual del casco urbano de Alquézar es heredero directo del núcleo medieval. Conserva todavía reminiscencias musulmanas como, por ejemplo, los pasadizos elevados. Estos permitías, hasta el siglo XVII, recorrer todo su entramado urbanístico sin pisar el suelo.

Durante la Primera Guerra Carlista esa zona de Huesca estuvo sometida a continuos ataques de las guerrillas carlistas. Finalmente, estas tomarían Alquézar en 1837. Ya a principios del siglo XX, el párroco y escritor Rafael de Ayerbe introdujo en la villa los “almendros de desmayo”, nueva variedad de su invención. Se les llama así por tener las ramas caídas, por lo que resisten mejor las heladas habituales en esa latitud. En la Guerra Civil, el tesoro y archivo de la Colegiata de Santa María la Mayor fue confiscado por los milicianos.

Qué ver en Alquézar

Alquézar, Huesca.
Alquézar, Huesca. | Shutterstock10

Su casco urbano está declarado Conjunto Histórico Artístico. Su estructura medieval es heredera del núcleo musulmán primigenio. Este rebasó los muros del castillo alcanzado el siglo XIII. Sus calles empedradas son estrechas y altas para resguardar al caminante de las inclemencias del tiempo.

Su trazado se adaptó a la pendiente de la ladera dando lugar a estrechos callejones. Por su lado, las casas tradicionales moteadas lucen balcones y escudos de armas. El principal material de construcción fue la piedra. Sin embargo, en algunos casos puede apreciarse el empleo del ladrillo, una influencia árabe. La plaza Mayor es uno de los puntos claves que ver en Alquézar. Se muestra rodeada de soportales de diferentes épocas y estilos arquitectónicos. Además concentra los edificios civiles más nobles del pueblo y da salida a sus principales arterias.

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Otro interesante espacio es el Museo Etnológico Casa Fabián. Además de diversas piezas de interés histórico y etnográfico, guarda un molino de aceite medieval excavado en roca. Más adelante se alcanza la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel, levantada entre los años 1681 y 1708. Se distingue por su juego de tejadillos y sobrio exterior. Posee una bóveda de cañón con lunetos que da paso al ábside, donde se aloja lo que resta del retablo mayor.

Con todo, el principal atractivo que ver en Alquézar es el castillo-colegiata de Santa María la Mayor. De su primera época como fortaleza se conserva la torre de vigía, del siglo IX, y parte de la muralla, del siglo XI. La iglesia que hoy se ve es una construcción de 1525, erigida por el arquitecto Juan de Segura sobre una anterior. Destaca la portada de acceso al claustro con doble arco conopial. El claustro del siglo XIV, anterior a la iglesia, conserva algunos capiteles de la primera mitad del siglo XII. Estos versan sobre temas del Génesis.

Algunos de sus muros están decorados con pinturas realizadas entre los siglos XV y XVII. En su parte alta aloja objetos litúrgicos, así como los retablos del siglo XV de Santa Ana y de Santa Quiteria. En el interior de la Colegiata de Santa María la Mayor hay que prestar atención al Cristo de Lecina. Se trata de una talla románica de tamaño natural y brazos articulados del siglo XIII.

Los alrededores de Alquézar

Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara
Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara. | Shutterstock

Esta localidad oscense se encuentra en el centro de un paraje privilegiado. El conjunto lo domina uno de los más espectaculares cañones del río Vero, próximo al Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara. Esto lo convierte en una excelente base para practicar deportes de aventura que van del barranquismo a la espeleología.

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Al noroeste del pueblo, en el monte Radiquero, se han descubierto diversas pinturas rupestres, declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO. Pueden observarse en la ruta senderista de Chimiachas. Los restos incluyen creaciones esquemáticas en los dos abrigos de Quizáns, una representación antropomorfa del Corral del Abogado, la Cueva Palomera, la Gascona, la Malfora y el cérvido de Chimiachas. Cerca de la localidad hay varias poblaciones que también son dignas de visita. Por ejemplo, Barbastro y sus dos santuarios próximos.