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Los pueblos más bonitos de Sevilla

Los pueblos más bonitos de Sevilla

Sevilla es una de las provincias con más protagonismo y visitas anuales de toda Andalucía. Su importante patrimonio e historia le han dotado de un claro interés cultural y, además, han convertido sus pueblos en pequeños escenarios y ejemplos de la esencia y las costumbres del sur del país. Es por eso que merece la pena descubrir los secretos de los pueblos más bonitos de Sevilla.

Con un total de 106 ciudades dentro de la provincia, Sevilla ofrece un amplio abanico de destinos. En ellos destaca no solo su paraje natural y su entorno, sino también su arquitectura, sus costumbres y su riqueza patrimonial. No es fácil elegir, por lo tanto, los mejores lugares que ver, pero hay que intentarlo. A continuación, una lista pormenorizada de los pueblos que, año tras año, han sido catalogados como los más bonitos y con encanto de Sevilla.

Sevilla fascinante: sus pueblos más bonitos

Osuna

Osuna
Osuna. | Shutterstock

Esta villa ducal ha conseguido enamorar a todos sus visitantes por lo pintoresco de sus calles y su extenso patrimonio cultural. No en vano, Osuna, con título de ciudad, ha conseguido que se le reconozca como Conjunto Histórico- Artístico de la zona, y no es para menos. Con una clara influencia renacentista en su arquitectura, este pueblo con encanto destaca por tener una enorme variedad de edificios de interés como el Palacio del Marqués de la Gomera, del siglo XVIII, la Casa de los Rosso, la Casa de los Torres o el Colegio-Universidad de la Purísima Concepción.

Constantina

Constantina
Constantina. | Shutterstock

Es uno de los pueblos más reconocidos y bonitos de toda la provincia. En parte, viene de la mano de su privilegiada localización en plena Sierra Norte de Sevilla. Su ambiente lleno de vegetación contrasta perfectamente con sus casitas blancas y su iglesia central. Constantina también ha sido nombrado Conjunto Histórico-Artístico. Además de recorrer sus estrechas callejuelas y descubrir sus fuentes y patios, también tiene una gran oferta cultural por el Barrio de la Morería, el castillo o la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación.

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Alanís de la Sierra

Castillo de Alanís
Castillo de Alanís. | Cocolisa, Wikimedia

Colindando entre las provincias de Badajoz y de Córdoba, sirviendo de entrada a la Sierra Norte de Sevilla, se encuentra el pueblo de Alanís de la Sierra. Gracias a su privilegiada ubicación, este pueblo ha aprovechado la influencia de Extremadura y Andalucía para ofrecer una mezcolanza única que atrae a miles de turistas. Uno de los monumentos más destacados de su interior es el Castillo, fechado en el siglo XIV y con un claro estilo árabe. También destacamos la Ermita de Nuestra Señora de las Angustias, la Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves o la Fuente de Pilitas.

Cazalla de la Sierra

Cazalla de la Sierra
Cazalla de la Sierra. | Shutterstock

Es otro de los pueblos que se encuentran colindantes con Extremadura pero, en este caso, se sitúa en un punto más interior de la Sierra Norte. La gran importancia que recae en esta bonita localidad sevillana es haber sido ruta de paso de los romanos en la Vía de la Plata, arrastrando grandes regalos históricos y arqueológicos. También se puede destacar los edificios de carácter religioso con una clara tendencia árabe de los siglos XV y XVI. Entre ellos, destaca la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Consolación.

Gerena

Gerena
Gerena. | Shutterstock

Es uno de los pueblos más antiguos de la zona ya que lleva siendo poblado desde incluso la época de los romanos. Tanto es así, que a lo largo de los siglos, se convirtió en un lugar de paso obligatorio para los peregrinos. Se ha conseguido poner en el mapa por la gran riqueza histórica que tiene. Con restos aún de la muralla romana o de la basílica paleocristiana, Gerena destaca también por otros edificios de interés como son la Iglesia de San Benito, la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación o el Mirador de las Canteras, además de Palacio del Conde, de pleno siglo XVII.

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Guadalcanal

Iglesia de Santa Ana en Guadalcanal
Iglesia de Santa Ana en Guadalcanal. | Anmirile, Wikimedia

Se trata de un pueblo que merece la pena ser visitado pero que, además, ha conseguido gran protagonismo por ser el escenario que Cervantes eligió para uno de sus grandes títulos: Rinconete y Cortadillo. En la antigüedad, este pintoresco pueblo destacaba por sus viñedos y su gran patrimonio cultural aunque, con el paso del tiempo, ha ido sufriendo cierto deterioro. Aun así, merece la pena visitarlo para conocer la Iglesia de Santa María de la Asunción, con un claro estilo gótico-mudéjar, y la Iglesia de Santa Ana, construida en el siglo XV. Está declarada Monumento Histórico-Artístico.

Montellano

Castillo en Montellano
Castillo en Montellano. | Shutterstock

Este pueblo es uno de los pocos de la zona que han quedado anclados en el tiempo debido a su localización. Montellano está en la ladera del Monte de San Pablo. Por su difícil acceso en la época quedó un tanto estancado. Sin embargo, experimentó muchos cambios después de haber sufrido un incendio en la Guerra de Independencia. Aun así, Montellano tiene algunos lugares de interés que merece la pena detenerse a conocer, como son la Parroquia del Señor San José, sobre la cual se generó todo el núcleo antiguo, la Ermita de los Remedios y la Casa Filial de las Hermanas de la Compañía de la Cruz.

Santiponce

En Santiponce se encuentran las ruinas de Itálica
En Santiponce se encuentran las ruinas de Itálica. | Shutterstock

Otra de las paradas obligatorias por los pueblos más bonitos de Sevilla es Santiponce, uno de los lugares con más historia de toda la provincia. Este lugar vio nacer a grandes personajes romanos como Trajano o Adriano. La ciudad de Itálica, de la que hoy pueden disfrutarse sus ruinas, era en época romana una de las más importantes del imperio y, como tal, conserva auténticos tesoros de la época que merece la pena ver. Tanto es así, que esta localidad se ha convertido en una de las candidatas para ser Patrimonio de la Humanidad.

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Estepa

Estepa
Estepa. | Shutterstock

Otro de los grandes pueblos de esta lista ya que reúne toda una serie de atractivos que lo convierten en un sitio lleno de encanto. Además de tener toda una serie de edificios emblemáticos que visitar como el Convento de los Padres Mínimos de Estepa y su Torre Victoria, la Iglesia de San Sebastián o el Convento de Santa Clara, también tiene una de las vistas más privilegiadas. Su torre del Balcón de Andalucía, localizado en lo alto del Cerro San Cristóbal, deja ver en los mejores días no solo todo el pueblo de Estepa, sino lejanos ápices de las ciudades de Sevilla, Córdoba y Málaga.

Villamanrique de la Condesa

Palacio de Orleans, en Villamanrique de la Condesa
Palacio de Orleans, en Villamanrique de la Condesa. | Juan Lobo, Wikimedia

Situado cerca de la frontera con Huelva y el Parque Natural de Doñana, Villamanrique de la Condesa cuenta con un ambiente privilegiado rodeado de vegetación que le dan un encanto único. Rodeado de marismas y pinares, este pueblo destaca por haber conservado casi intacto su núcleo urbano. Destacan también algunos edificios de carácter religioso, aunque uno de sus imprescindibles es, sin duda, el Palacio de Villamanrique, de origen borbónico y edificado durante el siglo XIX.

San Nicolás del Puerto

San Nicolás del Puerto
San Nicolás del Puerto. | Shutterstock

Este pueblo es para todos los amantes de la naturaleza, ya que está situado en pleno corazón de la Sierra Norte de Sevilla. Es, por tanto, el lugar ideal para conocer sus alrededores y disfrutar de rutas y paisajes espectaculares, como las Cascadas del Huéznar o el Cerro del Hierro. Así mismo, este pintoresco pueblo sevillano se ha ganado el nombre de “la Playa de Sevilla”, por contar con una playa artificial que cada verano es visitada por cientos de aledaños.

También puedes leer este artículo en inglés y en francés.