La visita a Málaga comienza frente al Monumento del marqués Manuel Domingo Larios (1899), en la calle homónima. Larios fue una de las personalidades más relevantes del desarrollo de la ciudad. Recorrido el parque y dejando la Catedral de la Encarnación a la izquierda, se sube al Monte Gibralfaro. Allí aguardan los restos de un antiguo Castillo-fortaleza, edificado sobre ruinas anteriores en el siglo VIII por Abderramán I. Volvería a reedificarse en el siglo XIII, ampliándose en el XIV con mampostería y ladrillo. Su Centro de Interpretación Gibralfaro explica su historia desde su incorporación a la Corona de Castilla hasta 1925, cuando Alfonso XIII lo cedió a la ciudad.La siguiente parada en el paseo por lo que ver en Málaga es en la Alcazaba-Museo Arqueológico. Se trata del único vestigio musulmán (siglo XI) edificado mediante sillares de piedra caliza alternados con ladrillo. La fortaleza estaba rodeada por un doble recinto amurallado y protegida con numerosas torres. Ya en su interior se levantó un hermoso palacio. La alcazaba y el castillo estaban conectados por la Coracha, un zigzagueante camino protegido por muros cuyos restos son visibles.En la misma calle Alcazabilla está el Teatro romano (siglo I), construido en la ladera del monte de la Alcazaba. Queda al descubierto la galería de entrada al escenario (proscenio), cubierta por una bóveda de cañón. También puede verse parte de la orchestra, de unos 15 m de radio, la cavea con 3 gradas distribuidas en 16 metros de altura y las puertas de acceso a las gradas o vomitorium. Un gran hito que ver en Málaga capital.
La Catedral de la Encarnación de Málaga (ss. XVI al XVIII) es una obra que mezcla diversos estilos. Como curiosidad, cabe señalar que permanece inacabada, pues le falta el remate de la fachada principal y completar la torre sur. Por tal motivo los malagueños la llaman «La Manquita». En su interior destaca el coro, compuesto de 42 tallas realizadas por Pedro de Mena, así como los dos órganos del siglo XVIII. También merece la pena visitar el Museo Catedralicio.El edificio catedralicio comparte el Patio de los Naranjos, un pequeño jardín vestigio de la antigua aljama, con la Iglesia del Sagrario (s. XV-XVIII). Lo más destacable en este templo es su portada gótico isabelina que da a la calle Santa María, frente al Hospital de Santo Tomé. Por su parte, en la plaza del Obispo se alza el bello Palacio Episcopal (s. XVI-XVIII). Se trata de un conglomerado de construcciones diversas, de distintas formas y estilos, dominados por los tonos rojo y amarillo de su fachada principal.La Plaza de la Constitución está ubicada al final de la calle Larios, abierta en el siglo XV. En su centro se alza una fuente justo en el lugar donde estuvo antes la picota para escarnio de malhechores. Allí está la Casa del Consulado (Sociedad Económica de Amigos del País), del siglo XVIII, con balcones corridos en sus pisos superiores, donde se abren huecos regulares y patio central rodeado de galerías voladas. También el Café de Chinitas, un antiguo tablao reconvertido en tienda de tejidos que mantiene la estructura del patio.En la esquina de las calles Granada y Santiago se eleva la Iglesia de Santiago, en la que fue bautizado Picasso. Fundada en 1490, fue ampliada en 1545 y reformada en el siglo XVIII. Del templo original se han conservado la primitiva portada y la torre gótico mudéjar.Al final de la calle Granada se abre la Plaza de la Merced, amplia explanada presidida por el Obelisco del General Torrijos (1842), fusilado con sus compañeros en la playa de San Andrés. Siguiendo con los lugares de interés que ver en Málaga, en una de las Casas de Campos de la plaza nació el 25 de octubre de 1881 el pintor Pablo Ruiz Picasso. Continuando por la calle Pallete se llega al Teatro Cervantes (1870) que muestra una fachada clásica de gran sobriedad.Algo más alejado está el Santuario de la Virgen de la Victoria, en el mismo lugar donde estuvo emplazado el campamento del rey Fernando el Católico en 1487. Del actual templo barroco destaca la cabecera, a modo de torre adosada al templo. Por otro lado, del interior impresiona su decoración de yeserías y la imagen de la Dolorosa de Pedro de Mena, la cripta y el camarín, profusamente decorados. Asimismo, es notable el Panteón de los condes de Buenavista, impulsores del edificio, decorado con esqueletos, calaveras y otros personajes macabros.La veintena de museos concentrados en el casco histórico componen uno de los puntos fuertes que ver en Málaga capital. Entre ellos brilla el Museo Carmen Thyssen-Bornesmiza, instalado en el Palacio de Villalón y dedicado a la pintura española del siglo XIX y principios del XX. Igualmente atractivos son el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga (CAC), el Museo Picasso y la Fundación Picasso-Museo Casa Natal. Dicho espacio muestra las más de 200 obras procedentes de las colecciones particulares de Christine Picasso y su hijo Bernard. Por su parte, la casa-museo es un centro documental que incluye la recreación de un salón estudio decimonónico.Finalmente, la ampliación del puerto en el antiguo muelle 1 ha dado pie a un lugar que ver en Málaga ideal para pasear. Se trata del hoy conocido como Paseo de la Farola, a los pies de la Alcazaba. Al mismo tiempo, arenales como la Playa de San Andrés son atractivos para el baño.