El pasado local es muy extenso y relevante, por lo que merece la pena conocerlo para entender lo que ver en Nerja. En lo tocante a la Prehistoria, el municipio contiene un espectacular yacimiento. Se trata de la ya mencionada Cueva de Nerja. Las dataciones dan a sus restos pictóricos y grabados una antigüedad de 42.000 años. En el territorio nerjeño también se han hallado fósiles de Cro-Magnon.
Mucho tiempo más tarde habitaron Nerja fenicios, griegos y romanos sucesivamente. Del asentamiento de estos últimos queda la villa de El Lugarejo (Maro). Saltando a la época árabe, se creó una fortaleza en el siglo IX. Situada en primera línea de costa, contaba con una red de torres de vigilancia. De ellas se conservan abundantes restos arquitectónicos y arqueológicos. Por aquel entonces se la conocía como Naricha o manantial abundante. Además, era un conocido como centro de producción textil y agrario, con sólidas estructuras de regadío.
La caída de Vélez-Málaga, en el 1487, provocó la entrega de Nerja a los Reyes Católicos. Durante las siguientes décadas el incumplimiento de las condiciones de rendición provocaron crecientes tensiones entre moriscos y autoridades. Por ello, el 22 de septiembre de 1500 se firmó una capitulación general de la población morisca. Este movimiento les permitió aumentar sus derechos a cambio de renegar de su Fe.
Entre 1506 y 1509 se levantó una nueva fortaleza en el sitio ahora ocupado por el Balcón de Europa. El objetivo era defenderse de las incursiones de los piratas berberiscos. Estos secuestraban a colonos cristianos y transportaban a moriscos a África. El descenso en el número de habitantes obligó a una repoblación del lugar en 1514. Solo un año después su territorio se segregó de Vélez.
La inseguridad general forzó a sus nuevos habitantes a portar armas. Desde 1569 se dejaron sentir las consecuencias de la Rebelión de las Alpujarras que en 1570 acabó con el destierro morisco. Aunque trajo paz, la medida supuso una grave crisis económica y demográfica. La recuperación no llegaría hasta el siglo XVII, de la mano de la industria de la caña de azúcar. Ya en el siglo XVIII, Nerja se vio beneficiada del cambio dinástico en España. Entonces se apostó claramente por la producción de vino, azúcar y harinas.
Entre 1808 y agosto de 1812, el lugar estuvo ocupado por los franceses. Hostigados por los guerrilleros, al marcharse volaron el Castillo de Nerja. En 1884 se dejó sentir en la localidad el efecto de un terremoto. Tales fueron las consecuencias que se dio la real visita de Alfonso XII. Impresionado por la belleza del mar, llamó al paseo sobre el antiguo castillo el Balcón de Europa. Sin embargo, varias plagas y las continuas sequías arruinaron la economía local, perdiendo peso la producción de vino.
El golpe de estado del 36 y la consecuente Guerra Civil trajeron dramáticos episodios a Nerja. Una bomba cayó en la Plaza de la Ermita y se consumaron numerosos fusilamientos. Más tarde, en 1959, se descubrió la Cueva de Nerja. Este ha sido el principal hito local desde entonces, asentando a la población como un reconocido centro turístico. Otro factor promocional inesperado fue el rodaje de la serie de TVE Verano Azul. Dirigida por Antonio Mercero, ha dejado un profundo recuerdo entre sus habitantes.
A continuación, lo mejor que ver en Nerja.