Antes de adentrarse en el casco urbano de este pueblo de Málaga conviene visitar los vestigios del Castillo de Casares. De lo edificado en el siglo XIII quedan la muralla y restos de la torre del Alcázar. También aguantan dos arcos de acceso al recinto, el de la Villa y el del Arrabal.
Dentro de su perímetro se aloja la mudéjar Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación (finales del S. XVI). Se cree que se levantó sobre una mezquita y disponía de tres naves. Este lugar que ver en Casares es actualmente un centro cultural y acoge también el Museo de Etnohistoria.
En El Llano de la Fuente, se erigió un convento franciscano. Su iglesia es ahora la de La Encarnación, no confundir con la anterior. El templo cuenta con una sola nave y del conjunto destaca su campanario (s. XVI) y el claustro.
Otro hito que destaca en Casares es a la Ermita de San Sebastián (s. XVII), ubicada en la Plaza de España. Allí se alberga la imagen de Nuestra Señora del Rosario del Campo, Patrona de la localidad. El día de su romería, el último sábado de mayo, la imagen es llevada hasta la Ermita de la Virgen del Rosario del Campo. Se encuentra en la ribera de los ríos Genal y Guadiaro, a unos diez kilómetros del casco urbano. También en la plaza de España se halla la Fuente de Carlos III. Tan bella construcción sigue trayendo a la población el agua del Puerto de las Viñas.
En la céntrica calle Carrera se alza la Casa Natal de Blas Infante, político fundador del andalucismo, allí nacido en 1885. La presentación museográfica muestra su vida y trayectoria política.
Siguiendo con lo que ver en Casares, conviene visitar los alrededores. Destacan especialmente los Baños de Hedionda, cruzando por el Puente-acueducto de Los Baños (ss. XVI y XVIII), edificado en piedra caliza. Dicho lugar cuenta la leyenda que el diablo fue vencido por Santiago. Como consecuencia de aquella lucha el agua presenta su característico olor azufroso. También se dice que Julio César se trató un herpes allí, por lo que ordenó construir sus baños. El aspecto actual del complejo es producto de las obras realizadas desde el siglo XVII.
Además el entorno exhibe aún numerosos molinos harineros. Por ejemplo, el Molino de la Chica conserva elementos constructivos del siglo XVI. Mientras tanto, en el Cortijo Alechipe se hallan algunas ruinas de Lacipo, ciudad amurallada romana edificada sobre otras civilizaciones previas. Tuvo su propio foro y una ceca para acuñar moneda.
Para terminar con lo que ver en Casares y alrededores queda acercarse al río Manilva. En tal lugar se erige la espectacular Torre de la Sal. Originalmente islámica, fue reformada en el S. XVI para seguir ejerciendo de vigía y comunicación.
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