Lo más significativo que ver en Almonte está relacionado con el celebérrimo Santuario de la Virgen de El Rocío. Sin duda, una visita obligada. Tras la aparición en las marismas de Doñana de la imagen en el siglo XIV, se levantó en el lugar una ermita.
Destruido el templo primitivo en el terremoto de Lisboa de 1755, fue reconstruido y derribado de nuevo. Antonio Delgado Roig y Alberto Balbotín levantaron el grandioso templo actual entre 1964 y 1969. Se trata de una iglesia de planta basilical que cuenta con tres naves, ejecutada siguiendo las pautas de un barroco clásico. En su bello frente sobresale la espadaña coronada por una cruz de hierro.
En el interior del Santuario de la Virgen de El Rocío, destaca el espectacular retablo barroco en que se inserta la imagen de la Virgen de El Rocío. La imagen de la titular, aunque tiene su origen en el siglo XIV, resultó muy alterada en el XVII. En este momento en cuando se la viste según la moda de la Casa de Austria.
En la visita a la aldea de El Rocío conviene llevar calzado adecuado para suelo de arena y ambiente polvoriento. Frente a las casas de una sola planta, tan blancas como el santuario, hay barras metálicas para atar a los caballos.
Otro entorno obligado que ver en Almonte es el Parque Nacional de Doñana. Para ello, conviene dirigirse a alguno de los dos centros de interpretación que existen. Uno se sitúa en la carretera de Almonte y otro en la carretera de Matalascañas.
Visitados la aldea de El Rocío y el Parque Nacional de Doñana, a continuación hay que dirigirse quince kilómetros al norte. El objetivo, al casco urbano de Almonte. La visita comienza en la Plaza de la Virgen del Rocío. Allí está La Iglesia de la Asunción, construida entre los siglos XV y XVIII. Cabe destacar que aún conserva una capilla de estilo mudéjar. Tiene una planta basilical de tres naves, mientras que su fachada es de 1780. En el interior, brilla la lápida paleocristiana, del 495, de la capilla bautismal donde, además, hay una hermosa pila del año 1500. Cada siete años se traslada a este templo la Virgen de el Rocío, lugar en que permanece nueve meses.
En la bella plaza blanca de Almonte está la Casa Consistorial, de entre 1612 y 1618. En su fachada aparecen los emblemas de los Duques de Medina Sidonia. Por otro lado, el cierre de rejería es del siglo XIX. En la Plaza de El Cristo se encuentra otro bonito monumento que ver en Almonte, la hermosa Ermita de El Cristo (S. XV). El templo custodia en el altar mayor la venerada imagen del Santísimo Cristo de la Vera Cruz.
La Torre Chimenea-Alambique manifiesta la tradición vitivinícola almonteña. Por su parte, el Monumento a la Coronación de 1919 rememora la coronación canónica de la Virgen por Enrique Almaraz, Cardenal de Sevilla. El Museo de la Villa se encuentra en el antiguo molino de aceite de Cepeda. En él se muestra la cultura tradicional local y la cultura relacionada con la virgen de El Rocío. Como conclusión, queda el monumento a los Héroes de Baler honra al almonteño José Jiménez Berro. Él fue no de los treinta y tres héroes de la Batalla del sitio de Baler en la Guerra de Filipinas, de 1898.
Esto es lo principal que ver en Almonte y que ver en el Rocío.