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Qué ver en Motril

Motril

Rebelde, dulce y tropical

La capital de la Costa Tropical es una gran localidad portuaria de impronta musulmana. Conocida por su liderazgo en la producción de frutos tropicales, ha sido escenario de numerosos episodios de innovación y rebeldía. Sus jardines y su litoral son ideales para pasear y relajarse. Conoce la historia y lo mejor que ver en Motril.

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Además de playas, en la capital de la Costa Tropical hay varios monumentos tanto religiosos como civiles para visitar. Por ejemplo, el Teatro Calderón o sus museos. El privilegiado clima local facilita el crecimiento de singulares jardines como el Parque de los Pueblos de América. De esta forma, lo que ver en Motril lleva uno o dos días.

Este municipio se encuentra muy cerca de otras localidades costeras como Salobreña, o Almuñécar. El próximo Parque Natural de Sierra Nevada. Otra alternativa de gran interés es acudir a la cabeza de la provincia, Granada. Por otro lado, en las páginas sobre dormir y comer en Motril se reflejan los mejores alojamientos y restaurantes. Finalmente, hay numerosas opciones de practicar turismo activo tanto en mar como en tierra.

¿Quieres conocer este sitio?

La historia local merece ser conocida antes de pasar a lo que ver en Motril. Así, el territorio estaba ocupado desde al menos el IV milenio a.C., durante el Neolítico. Más tarde, por su proximidad al río Guadalfeo y las marismas de su entorno, se asentaron en la zona íberos, púnicos y romanos.

La ciudad actual es una fundación claramente musulmana que fue bautizada Mutrayil. En época árabe se renovaron los tradicionales cultivos romanos, implantándose la caña de azúcar y otros productos tropicales. Durante la baja Edad Media fue uno de los principales referentes de la vega del Guadalfeo.

En diciembre de 1489, al igual que el resto de la costa granadina, Motril fue tomada por los Reyes Católicos. Sin embargo, al año siguiente sus pobladores se sublevaron y expulsaron a los castellanos. La resistencia se extendió hasta la firma de las capitulaciones de Santa Fe, en noviembre de 1491. Tras una nueva insurrección, en septiembre de 1500, los Reyes Católicos otorgaron una nueva capitulación para tratar de sosegar la convivencia entre musulmanes y cristianos. Para ello se creó una jurisdicción propia con ayuntamiento.

No obstante, en 1507 hubo un nuevo levantamiento. Tras sofocarlo se decidió expulsar a buena parte de la población morisca. Los ataques de los corsarios berberiscos aumentaron las tensiones sociales hasta que, durante 1569, estalló la Insurrección de las Alpujarras. Para asegurar la paz en la zona, se sustituyó a la totalidad de la población morisca con cristianos. Llegaron cuatrocientas personas, para cuya protección se construyeron unas murallas. Para liderar la seguridad, el teniente de Corregidor de la Costa de Granada residió en Motril desde el siglo XVI. Los ataques berberiscos no pararon. Especialmente destructivo fue el de 1621, durante el cual estalló el polvorín situado en el antiguo Ayuntamiento.

Con el tiempo se siguió consolidando la estrecha y antigua relación de Motril con la producción de azúcar. Un hecho recogido por los versos de Quevedo. El literato escribió “…si pan de azúcar en Motril te encajo”. Así, a lo largo del siglo XVII, la villa registró una importante actividad económica.

Alcanzado 1657, Felipe IV le concedió el título de ciudad, separándola del Corregimiento de Granada. Mientras tanto, su apoyo a la causa Borbónica durante la Guerra de Sucesión tuvo consecuencias positivas para la ciudad. Gracias a ello obtuvo de Felipe V el título de “Muy Noble y Leal”.

Javier de Burgos, artífice de la actual organización provincial de España, vino al mundo en Motril en 1778. Poco después, los ilustrados locales consiguieron de Carlos III la autorización para fundar la Sociedad Económica de Amigos del País de Motril. La ciudad fue una de las localidades más pequeñas en contar con una organización de este tipo. Pasada la Guerra de la Independencia se adoptó el cultivo del algodón, para implantarse después la caña antillana (tipo Otahití).

Plaza de Larios Motril fotografia antigua
Lugareños en la Plaza de Larios en una antigua postal

Durante el turbulento siglo XIX, Motril no perdió su ambiente animado e intelectual, habiendo también conatos revolucionarios. De esta forma, el 22 de julio de 1873, un capitán de la milicia local proclamó un minúsculo cantón independiente apoyado por sus tropas. Solo duró tres días, hasta la llegada de tropas del Gobierno Central.

Durante el golpe de estado de 1936, las autoridades permanecieron fieles a la República. En las semanas siguientes al estallido, la milicia local asesinó a decenas de derechistas. Asimismo, destruyó la mayor parte de los edificios religiosos de la localidad, saqueando su patrimonio. Sin embargo, en febrero de 1937 Motril fue conquistada por las tropas fascistas italianas. Entonces se dio una dura represión en venganza. Al estar cerca del frente, sufriría bombardeos durante el resto de la contienda. La explosión de un polvorín en 1938 incrementó los graves destrozos del pueblo.

Desde mediados del siglo XX el motor económico de la comarca son los frutos tropicales, los cultivos de invernadero y el turismo. Además, su puerto pesquero y comercial es el más importante de Granada. El 31 de julio de 1993 falleció en el municipio Balduino I de Bélgica, asiduo veraneante del pueblo.

A continuación, lo mejor que ver en Motril.

La visita a lo que ver en Motril arranca ante la fachada de la Casa de la Palma. Situada en la céntrica y comercial Avenida de Salobreña, se levantó sobre un antiguo ingenio de azúcar morisco del siglo XVI. Actualmente es sede de la UNED, sirviendo como biblioteca y archivo. Anexo queda el Museo Preindustrial del Azúcar. Se trata de una recreación de una factoría antigua de azúcar, creada gracias a los hallazgos arqueológicos del único ingenio al respecto que se ha conservado en España.

El Teatro Calderón (1880) fue concebido al modo italiano. Es uno de los edificios más bonitos que ver en Motril. Por otro lado, en la vecina Plaza de España sobresale el Ayuntamiento (1631). Posee unos interesantes artesonados mudéjares en la entrada y la Sala de Juntas.

En el mismo lugar se halla la Iglesia Mayor de la Encarnación. El templo se creó también como fortificación, con el objetivo de dar cobijo durante las ofensivas berberiscas. Se levantó en el siglo XVI encima de una mezquita cuyo alminar pasó a ser la “torre de la vela”. Sufrió numerosas reformas en época barroca y tras las destrucciones de la Guerra Civil. El recinto está cerrado por un muro y una verja. En ella que destaca la estatua del cardenal Belluga, muy influyente durante el período de transición entre las dinastías de los Austrias y Borbones.

nuestra senora cabeza motril
Iglesia de Nuestra Señora de la Cabeza. Imágenes cedida pro la Oficina de Turismo - Ayto. de Motril

Siguiendo con lo que ver en Motril se alcanza la llamada Casa Garcés, sede del Museo de Historia de Motril. Su muestra repasa el pasado local de forma ordenada y amena. Por otro lado, en la plaza de la Libertad destaca el frente urbano de la Casa de la Condesa Torre-Isabel (S. XVII). Cerca se alza la Parroquia del Carmen, construida en honor a San Roque tras la peste de 1583. También merece un vistazo el Convento de las Madres Nazarenas (s, XVIII).

Sin salir de la arquitectura sacra, la Iglesia de la Divina Pastora se ubica en la Avenida de Pío XII. Es parte del antiguo convento de los capuchinos. Mudéjar y levantado en 1656, destaca por contener la talla de la titular en su camarín. Fernando Ortiz talló la imagen en 1746, si bien el cuerpo fue reconstruido totalmente tras la guerra civil.

En el cerro de la Virgen, con excelentes vistas panorámicas, se encuentra el Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza (s. XVII). La construcción se erigió en el lugar que antes ocupaba un castillo nazarí propiedad de la madre de Boabdil. Su camarín contiene la imagen de la Virgen (siglo XVI).

Al sur se extiende el agradable Parque de los Pueblos de América. Cuenta con un buen número de especies arbóreas del otro lado del charco. Otro jardín, tras el Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza, adorna el Paseo de las Explanadas. Por su parte, la Plaza de Abastos permite comprar pescados y frutas tropicales locales. En sus inmediaciones se alza la Iglesia de la Victoria (1604).

Una de las grandes construcciones que ver en Motril es el Centro de Arte Hernández Quero. Este trata de mantener el patrimonio cultural local. Además, aboga por dar a conocer la obra de uno de los artistas granadinos más destacados de la segunda mitad del siglo XX. Se ubica en la Casa palaciega Ruiz de Castro. Al norte de la ciudad se halla el Centro Geominero del Cerro de Toro. Se trata de uno de los conjuntos geológicos más importantes de la región minera que rodea la localidad.

Imprescindibles

Puerto de Motril
Puerto de Motril.
Dónde dormir en Motril
Fuente de entrada a Motril

Datos prácticos

Coordenadas

36° 44′ 43″ N, 3° 31′ 14″ W

Distancias

Granada 63 km, Sevilla 297 km, Madrid 488 km.

Aparcamiento

Numerosas zonas de aparcamiento de pago en el centro de la población.

Altitud

45 m.

Habitantes

61 171(2012).

Las principales festividades que ver en Motril son las siguientes. Día de los Terremotos (en enero), Semana Santa (de Interés Turístico), Cruces de Mayo (mayo), Romería de San Antonio (13 de junio) y San Juan (junio). También, Fiestas patronales de Motril en honor a la Virgen de la Cabeza (primera mitad de agosto), Fiestas del Pueblo Anejo de Santa Adela (agosto), Las Angustias y la Divina Pastora (octubre).

Ron Montero (Visitas guiadas gratuitas a la bodega, de martes a sábados, a las 12:00).

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