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El pueblo con un castillo que sobrevuela el ‘Lago de Andalucía’

El pueblo con un castillo que sobrevuela el 'Lago de Andalucía'

Este espectacular conjunto urbano se dispone en torno a una fortaleza medieval. La construcción de su embalse la ha embellecido aún más, al convertirla en una península. Fue escenario de sublevaciones y masacres durante el dominio del Emirato de Córdoba. Más tarde, en 1861 sus jornaleros protagonizaron una sonada sublevación. Acompáñanos a descubrir la historia y lo mejor que ver en uno de los pueblos más bonitos de Córdoba.

Una historia de reinados y conquistas

Conocer la historia local es un buen acicate para revelar los tesoros de Iznájar, que es el nombre de este encantador municipio de Andalucía. El topónimo procede de las palabras árabes hisn (castillo) y ashar (alegre). Se cree, sin embargo, que estuvo ocupado desde muchos siglos antes por íberos y romanos. Un viejo Romancero confiere el nombre de Angellas a la ciudad y la asocia al periodo romano.

Vistas desde lo alto de Iznájar
Vistas desde lo alto de Iznájar. | Shutterstock

Desde el 742 pasó a formar parte de la Cora de Rayya, cuya capital estuvo en Archidona. Hacia finales del siglo IX la zona quedó bajo el control del rebelde Omar Ben Hafsun, un muladí que durante varias décadas combatió con éxito al Califato de Córdoba. Así, durante el 886 Iznájar sufrió el asedio de las tropas del emir cordobés Al-Mundir. No dudó en ser cruel y pasó a cuchillo a la mayoría de la población.

Las continuas y sangrientas represalias atemorizaron en gran medida a los habitantes locales. Debido a ello, en el año 911 y para evitar nuevas represalias, asesinó al caudillo rebelde. La cabeza del muladí Fadl ben Salama fue enviada al emir de Córdoba como signo de sumisión. Como recompensa a su posterior fidelidad, Abderraman III reconstruyó el castillo. Así, pasó a ser prácticamente inexpugnable por lo escarpado de la colina que lo alberga.

Relatos de tomas y vaivenes

Iznájar y su entorno
Iznájar y su entorno. | Shutterstock

Al morir Almanzor y descomponerse el califato de Córdoba el caudillo bereber Habus Ben Maksan conquistó Iznájar. Gracias a ello actúa como cabeza de Taifa hasta el año 1019. Entonces, Granada la sustituyó como capital. A partir de entonces la fortaleza ejerció como defensa adelantada frente a los castellanos.

Durante 1341 llegó hasta sus murallas Alfonso XI. Sin embargo, el mal tiempo evitó que se realizara el consecuente asedio. Veinte años después Pedro I, ayudado por el depuesto Muhamed V de Granada, tomó Iznájar. No obstante, cuando el monarca nazarí recuperó su reino hizo lo propio con esta localidad cordobesa.

La toma definitiva ocurrió el 4 de diciembre de 1431. Juan II fue el responsable de hacer que pasará por última vez a manos castellanas. Durante 1468 entró en la jurisdicción de Juan Fernández de Córdoba, señor de Baena y conde de Cabra. De este modo pasó a ser también vizconde de Iznájar.

El 28 de junio de 1861, un grupo 600 de jornaleros liderado por Rafael Pérez del Álamo asaltaron el cuartel de la Guardia Civil. El lema que gritaban era el de «viva la libertad y muera la reina». Al día siguiente, tras reunir unos diez mil efectivos, saquearon Loja. La rebelión duró una semana, hasta que llegaron las tropas del ejército.

Qué ver en Iznájar, donde la arquitectura abraza el paisaje

Castillo de Iznájar
Castillo de Iznájar. | Shutterstock

El recorrido por lo que ver en Iznajar arranca en el arco de la antigua muralla. Se trata de la antigua entrada a la medina musulmana. Cerca queda la Casa de Cultura, que alberga el Museo de Aperos de Labranza y Tradiciones Populares.

Callejeando entre casas blancas alegradas con macetas azules se asciende hasta el Castillo de Iznájar. Su traza es del siglo VIII, aunque fue reformado hasta el XV. Finalmente se adaptó como residencia del administrador del Señor del lugar, el duque de Sessa, llegado el XVIII. La mayor parte de los tramos de la muralla visibles fueron construidos en el siglo XI.

La Iglesia de Santiago (años 1547-1638) se alza muy próxima al Castillo de Iznájar. Presenta rasgos propios de un templo renacentista. Asimismo, destaca su hermosa bóveda de casetones y el retablo mayor de época barroca. Fue edificado por Hernán Ruiz el joven. Por otro lado, su torre inspiró el poema de Rafael Alberti Torre de Iznajar, que aparece escrito en un azulejo. Sin irse lejos se accede a un pequeño y maravilloso cementerio. Extraordinariamente cuidado ofrece unas impresionantes vistas de los alrededores. Posiblemente, uno de los cementerios más bonitos de España.

Patio de las Comedias
Patio de las Comedias. | Shutterstock

En pleno centro sobresale el modesto y curioso Patio de las Comedias. Este lugar que hay que ver en Iznájar aporta espectaculares panorámicas sobre el embalse. Por otro lado, entre las viviendas locales destaca la Casa de las Columnas. Luce una vistosa portada del siglo XVIII y fue una antigua residencia de los condes de Albi.

La Ermita de la Virgen de la Piedad (s. XVII), también conocida como La Antigua, acoge la imagen barroca de la Virgen homónima, Patrona de la localidad. Cabe destacar también en el ámbito sacro a la Semana Santa de Iznajar. Esta tiene la particularidad de incluir una representación de la Pasión de Cristo ejecutada por los vecinos del pueblo.

El Embalse de Iznájar es en sí mismo otro lugar clave que ver en Iznájar. Por sus dimensiones se le conoce como el ‘Lago de Andalucía’. Su orilla se alarga 100 km, con 32 metros de longitud. Tal tamaño permite la prácitca de diversos deportes náuticos.

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