El recorrido por los atractivos locales se inician en la Puerta de Jerez. Es la única que se conserva de las cuatro que tenía en la antigüedad. Daba acceso al interior de la alcazaba, reformada por los castellanos a partir del siglo XIV.
El repaso a lo mejor que ver en Tarifa continúa por las estrechas y típicas calles de la localidad. Viendo clásicas casas andaluzas se alcanza el Castillo de Guzmán el Bueno. La mole fue erigida en el 960 por el visir Abderraman ben Sadr, bajo órdenes del califa Abderramán III. Los cristianos añadieron una Torre del Homenaje en el siglo XIV. De la fortificación de forma trapezoidal se conservan los torreones de los ángulos y dos patios de armas en el interior de la fortaleza actual. El conjunto quedó reformado en los siglos XVII y XVIII para colocar artillería en sus murallas.
Junto al Castillo de Guzmán el Bueno se alza la Iglesia de Santa María. Se trata de una edificación gótica del siglo XIII levantada sobre la base de la mezquita. De la estructura musulmana todavía se aprecian restos del artesonado y varias columnas. También merece atención su púlpito de hierro forjado y la imagen de la Inmaculada del siglo XVI. No muy lejos se halla, en primera linea de playa, el Castillo de Santa Catalina. Finalizado en 1933, muestra un estilo historicista cercano al neogótico.
Merece la pena subir a las Murallas de Tarifa y recorrerlas. Una vez en la plaza de Santa María, el Mirador de Miramar ofrece una espectacular panorámica costera, incluida la Isla de las Palomas. La ínsula es el punto más meridional de España. Allí recalaron los exploradores moros en el 710, como antecedente a la invasión de la Península.
Entre los templos que ver en Tarifa sobresale la Iglesia de San Mateo. Ejecutada en estilo gótico, está dotada de puerta renacentista y una monumental portada barroca. Su interior se organiza en tres naves cubiertas por bóvedas de crucería góticas, la central muy elaborada. Actualmente es un equipamiento cultural del ayuntamiento.
También es digna de ser contemplada la Iglesia de San Francisco (reedificada en el siglo XVIII en estilo neoclásico). Se caracteriza por el cordón de piedra alrededor de la puerta y la prolongación de la zona central de fachada hacia el campanario. Por dentro, acoge la venerada imagen del Cristo del Desconsuelo (S. XVI).
Un paseo por el puerto de Tarifa ofrece una idea de las labores transportistas y pesqueras. Estas son dos de los medios de vida locales, además del turismo. Desde la localidad hay una línea de transbordadores con Tánger en Marruecos. Las embarcaciones pesqueras allí amarradas surten de pescado a los establecimientos hosteleros de la localidad.
Por último en este paseo por lo que ver en Tarifa, queda la visita del casco antiguo. Esta se complementa a la perfección con un paseo por las extensas playas de la localidad. De excelente calidad de arena y limpias aguas, brillan las de Los Lances y Punta Paloma. Al igual que las de Sancti Petri o Roche, aportan una gran fama a la costa gaditana.
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