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Qué ver en Los Caños de Meca

panorámica que ver en Los Caños de Meca

Esta pedanía de Barbate vio una de las contiendas navales más importantes de la Historia, la que sucedió frente al cabo de Trafalgar. Después pasó a ser uno de los lugares favoritos del movimiento hippy en España. A raíz de ello fue acrecentando su importancia turística hasta alcanzar la popularidad de la que goza hoy día. Asimismo, lo que ver en Los Caños de Meca incluye los acantilados del Parque Natural de la Breña y las Marismas de Barbate.

Playa del Pirata

Se trata del principal arenal que ver en Los Caños de Meca. Situada en la parte central del núcleo urbano, la playa del Pirata es un destino muy animado en verano. Al igual que ocurre en los casos de Roche (Conil de la Frontera), Sancti Petri (Chiclana de la Frontera) o El Palmar de Vejer (Vejer de la Frontera), la arena es fina y blanca.

Los Caños de Meca desde la Playa del Pirata
Los Caños de Meca desde la Playa del Pirata. | Shutterstock

El ambiente festivo es muy habitual durante el estío. A veces esto genera que la playa del Pirata carezca de limpieza. Asimismo, son famosos varios de sus chiringuitos y locales, algunos supervivientes de las primeras etapas turísticas de Los Caños de Meca. Sin embargo, durante el resto de estaciones la localidad se torna mucho más tranquila. En todo caso, durante todo el año hay posibilidades de practicar turismo activo.

Debido a los ataques de piratas la población llegó a desaparecer hasta el siglo XX. Entonces comenzó a recuperarse poco a poco. Con todo, el movimiento hippy fue el que puso en el mapa a Los Caños de Meca. Aprovechando el estado casi virgen del lugar, un ecosistema bohemio creció en él. Aunque ya se ha perdido, algunos de sus retazos sobreviven, especialmente en la zona este, más allá de la zona de Castillejos.

Playa de Marisucia y calas de los Castillejos

Al oeste de la playa del Pirata y antes de llegar al cabo de Trafalgar se encuentra la playa de Marisucia. Pese a su peculiar topónimo, es quizá la más agradable que ver en Los Caños de Meca. Debe su nombre a los restos que el mar deposita en su superficie durante los días ventosos. Tiene dos partes bien diferenciadas. En la más pegada al pueblo posee rocas, mientras que en la que se acerca al cabo antes mencionado pasa a lucir arena blanca. Siguiendo la línea de costa hay pequeñas y agradables calas. Enfrente se extienden unos arrecifes que solo los buceadores más experimentados pueden explorar. Además, esta parte del litoral barbateño es muy buena para practicar kite-surf o windsurf.

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Cabo Trafalgar desde las playas del oeste de Caños de Meca
Cabo Trafalgar desde las playas del oeste de Caños de Meca. | Wikimedia

Por su parte, las calas de los Castillejos están en la zona homónima, en el límite oeste del núcleo urbano de Los Caños de Meca. De pequeño tamaño, se ubican ya entre acantilados. Lo positivo es que resguardan de forma efectiva contra el viento. Sin embargo, al no ser muy profundas, la marea puede llegar a hacer que desaparezcan. Cabe destacar que al otro lado del Cabo de Trafalgar se encuentra Zahoras con su playa. Algo más al norte queda la de La Mangueta. En ambas se puede disfrutar de un bonito atardecer, ya que dan a poniente.

Cabo de Trafalgar

El enclave más importante que ver en Los Caños de Meca es el Cabo de Trafalgar. Está conformado por un islote que se une al continente a través del “Tómbolo de Trafalgar”. Se trata de un istmo arenoso declarado Monumento Natural por la Junta de Andalucía. A lo largo de la Historia diversas potencias se han interesado por él.

Por ejemplo, en época romana había un templo de Juno y una factoría de salazones, que aprovechaba la riqueza natural de la zona del Estrecho de Gibraltar. Se trataba de un negocio lucrativo muy extendido en toda la zona de Cádiz, basado en la técnica de la Almadraba. Esta sobreviviría hasta nuestros días, a diferencia de la fábrica, que cayó con el Imperio Romano.

Torre de Trafalgar
Torre de Trafalgar. | Wikimedia

Posteriormente existió en el lugar un asentamiento árabe, después hispano. La zona pasó a ser imposible de habitar en la Edad Moderna. Los ataques berberiscos, piratas musulmanes del norte de África asociados al Imperio Otomano, devastaron la zona. A modo de respuesta, tanto Felipe II como el duque de Medina Sidonia construyeron almenaras y fortificaciones en la costa. La Torre de Trafalgar, junto al faro, fue promovida por este último, como indica su planta cuadrada. Las reales, por su parte, eran redondas. Hacia el interior del poblado se encuentra la Torre de Meca, de este último tipo y elevada en el XIX.

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El 21 de octubre de 1805 se produjo la Batalla de Trafalgar en las aguas frente al cabo. El Almirante Nelsón comandó una flota británica que logró una victoria total sobre el combinado franco-español del Vicealmirante Villeneuve. La escuadra española y francesa decidió salir de la Bahía de Cádiz, donde estaba protegido por el entorno de la capital gaditana y San Fernando. La falta de liderazgo del mando galo, unido a la superioridad de la táctica y marinería británica, llevaron a una desastrosa derrota. Con todo, tuvo un sabor agridulce para los vencedores, ya que Nelson murió. Más devastadoras fueron las consecuencias para España, que perdió toda relevancia marítima.

Faro de Trafalgar

La postal más reconocible del cabo la protagoniza el decimonónico faro de Trafalgar. Su estilizada torre data de 1862 y alcanza más de 30 metros. Sin embargo, el aspecto actual responde a una reforma de 1929. Es un destino muy concurrido por senderistas, que acceden al lugar a pie y recorren sus acantilados. Posee una playa en la que no es recomendable el baño. Por una parte, es de difícil acceso y por otra hay peligrosas corrientes. Sin embargo, hay varias calas antes del Tómbolo de Trafalgar que sí son recomendables.

Vista del Faro de Trafalgar, Los Caños de Meca
Vista del Faro de Trafalgar. | Wikimedia

Los caños

Avanzando al este, pasadas las calas de Los Castillejos, se alcanza el limite occidental del Parque Natural de la Breña y las Marismas de Barbate. Dicho espacio es famoso por sus caños, surgencias de agua dulce que caen desde los acantilados. Estas cortinas generan un entorno único, ya que la vegetación crece en sus alrededores. Es posible andar entre pequeñas playas, algunas nudistas y situadas en la base de los precipicios, y ver los caños. La tarea es más fácil con marea baja, siempre que se lleve el calzado adecuado para evitar hacerse daño con las rocas. Sin embargo, no es algo recomendable ya que los desprendimientos son habituales.

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Otra opción es conocer el parque desde arriba. De esta forma es posible acabar el recorrido incluso en Barbate. Tal alternativa discurre por densos pinares. En algunos puntos los bordes de los acantilados son accesibles, aunque la ausencia de protecciones hace que no sea buena idea acercarse. Asimismo, resalta en uno de los altos la Torre del Tajo, que pertenece al conjunto defensivo contra los berberíscos antes descrito. Es de factura real.

Los Caños de Meca desde los acantilados del Parque Natural de La Breña y las Marismas de Barbate
Los Caños de Meca desde los acantilados del Parque Natural de La Breña y las Marismas de Barbate. | Shutterstock

Datos prácticos

Coordenadas

36° 11′ 09″ N, 6° 00′ 41″ O

Distancias

Barbate 10 km, Cádiz 60 km, Madrid 693 km.

Aparcamiento

Difícil en las znas cercanas a la playa en verano, fácil el resto del año.

Altitud

0.

Habitantes

295 habitantes (2016).

Las principales festividades que ver en Los Caños de Meca son las que suceden en Barbate: Carnaval y Fiestas patronales de El Carmen (fin de semana más próximo al 16 de julio).

Más ocasiones notables que ver en Los Caños de Meca, también la ciudad de Barbate, son: San Juan, Romería de Fátima (13 de mayo).