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No hay orden de caballería que haya cautivado tanto la imaginación como la de los monjes guerreros conocidos popularmente como ‘los templarios’. Su legendaria valentía en las cruzadas y en los lugares fronterizos más peligrosos, la disciplina espartana de sus monjes-caballeros, la influencia política internacional que llegaron a alcanzar, el secretismo que envolvió muchas de sus actuaciones y su incalculable poder económico todavía hoy son objeto de estudio. Tan poderosos llegaron a ser, que el Papado y el rey de Francia debieron de conspirar para destruirlos y apropiarse de sus bienes. Siete años debieron de pasar desde las primeras detenciones en 1307 hasta las últimas ejecuciones de los líderes de la orden siete años después; mucho se debió de disfrazar legalmente aquel atropello, para tratar de justificar uno de los mayores expolios de la historia. Por ello siguen resultando fascinantes. Los castillos templarios en España son algunos de los más espectaculares de esta orden. Aquí explicamos cuáles son y cómo ir a visitarlos.
6 castillos templarios fascinantes en España
Castillo de Miravet
El río Ebro fue hasta la llegada del ferrocarril una arteria de comunicación comercial de primer orden entre Zaragoza y el Mediterráneo. Por ese motivo desde el año 1153 los templarios modificaron el castillo para convertirlo en una fortaleza-monasterio cisterciense desde la que rezar a Dios y administrar su encomienda terrenal.
Para asegurar la invulnerabilidad de su llamada ‘Torre del tesoro’ elevaron una barbacana de hasta 25 metros de altura. En la visita a la espectacular fortaleza prestar prestar buena atención a la llamada ‘Torre de la sangre’, donde fueron ejecutados los últimos caballeros que se negaron a rendirse a las tropas del rey de Aragón. Acceso a la página con la información para visitar Miravet.
Castillo de Ponferrada
La protección del Camino francés fue una de las misiones de los templarios en España, cometido que compartieron con la orden de Santiago. A partir del año 1178 los templarios transformaron la fortaleza en lo alto de la colina de Ponferrada en una de las más grandes e impermeables de la península; tres cinturones defensivos edificados en sus ocho mil metros cuadrados de superficie.
Objeto de numerosas reformas desde el siglo XIV, la llamada ‘Torre del Malvecino’ es una de las edificaciones de autoría templaria que quedan en pie. Para obtener más información y organizar la visita ver nuestra página de Ponferrada.
Castillo de Peñíscola
La imponente fortaleza de Peñíscola está asociada a la célebre película de El Cid (la versión protagonizada por Charlton Heston) y la figura del Papa Luna (que allí se refugió hasta su muerte en 1423); muchos lo denominan “el castillo del Papa Luna”. Pero lo cierto es que en el interior de las murallas inclinadas —construidas en el siglo XVI— hay unos espacios de estilo románico edificados por los templarios desde 1294. Lugar de vistas inolvidables y con todo tipo de atractivos, sugerimos nuestra página para conocer su historia y visitas.
Castillo de Montalbán
Muy poco se sabe del castillo de Montalbán, que hacia mediados del siglo XII debió de ser reformado por los templarios (sobre la base de una fortaleza musulmana). Era habitual que a esta orden se le asignara la defensa de una zona tan conflictiva como esta en aquella época; el acceso al río Torcón y la defensa de la vía de comunicación cercana lo justificaban.
Pero poco menos de un siglo después —a causa de la decisiva batalla de las Navas de Tolosa (1212)— la frontera se desplazó hasta más de un centenario de kilómetros al sur; por ello esta fortaleza perdió su papel defensivo y sería abandonada completamente en momento no determinado. Actualmente está en estado de ruina. Se trata de un lugar aislado y complicado acceso; en la carretera CM 2009 —a 5 kilómetros de San Martín de Montalbán— está el desvío para el desolado lugar donde están sus ruinas.
Castillo de Jerez de los Caballeros
En el año 1238 los caballeros templarios ayudaron al rey Alfonso IX a conquistar la fortaleza árabe de lo que pasaría a llamarse Jerez de los caballeros. Al pasar a ser una peligrosa zona fronteriza y haber contribuido los templarios en su toma, el rey les encomendó su defensa y estos pasaron a reformar el castillo para su nuevo doble cometido: fortaleza y monasterio.
Castillo de Monzón
En 1143, a raíz de la llamada ‘Concordia de Gerona’ los templarios recibieron el castillo de Monzón, al que procedieron a reforzar y adaptar a su nueva doble función: militar y monástica. Se trata de una importante población con muchos atractivos ver página de Monzón. El aspecto exterior de la fortaleza es de siglos posterior, pero en el interior hay numerosos aspectos de arquitectura románica de origen templario; este castillo ha pasado a la historia por ser el lugar en el que los caballeros de esta orden protegieron y educaron al futuro rey Jaime I ‘el conquistador’ de Aragón; hecho histórico que se conmemora cada año.
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