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Los acantilados del Cantábrico más fascinantes

acantilados del Cantábrico

Seleccionamos los acantilados del Cantábrico más fascinantes. Lugares con un punto en común: sentir que estás en el sitio más bello del mundo. Perfectos para dejarse impresionar por la fuerza del Cantábrico y disfrutar de las vistas que ofrecen. ¡Empezamos!

Cabo Ortegal (Galicia)

acantilados del Cantábrico
Cabo Ortegal (Galicia)

En el Cabo Ortegal de Galicia, situado en la localidad coruñesa de Cariño, se juntan el Océano Atlántico y el Mar Cantábrico. Desde el faro situado sobre el Cabo se puede apreciar la unión de los dos mares, lo que lo convierte en uno de los acantilados del Cantábrico más especiales. La carretera hasta allí es sinuosa pero accesible y una vez se llegue conviene tener cuidado con el viento: se trata del segundo punto más septentrional de la Península, por detrás del Cabo de Estaca de Bares, por lo que sopla muy fuerte.

Cabo Peñas (Asturias)

acantilados del Cantábrico
Cabo de Peñas (Asturias)

Entre los acantilados del Cantábrico que se encuentran en Asturias hay uno que destaca por estar situado en el punto más al norte del Principado. Ofrece unas vistas espectaculares que, en días claros, alcanzan la ría de Avilés y hasta el puerto de Gijón. Además, muy cerca se halla el Faro de Peñas, hoy reconvertido en museo del mar.

Guadamía (Asturias)

acantilados del Cantábrico
Guadamía (Asturias)

Los acantilados de Guadamía son fáciles de alcanzar en un paseo. En ellos se produce un fenómeno geológico curioso llamado bufón. Se trata de una chimenea natural abierta por donde sale el agua a borbotones y con gran estruendo. Desde allí se puede ir andando a los llamados ‘Acantilados del Infierno’ o acercarse a la más urbana Ribadesella a darse un homenaje gastronómico.

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Langre (Cantabria)

acantilados del Cantábrico
Langre (Cantabria)

Estos acantilados del Cantábrico están cortados por el viento y parecen formar una gran muralla natural. Las paredes alcanzan los 25 metros de altura. Langre es una playa de arena dorada que presume de ser una de las más hermosas de Cantabria. El entorno natural donde se encuentra es envidiable. Está rodeada de extensos prados verdes donde pastan plácidamente las vacas.

Liencres (Cantabria)

acantilados del Cantábrico
Liencres (Cantabria)

Las Dunas de Liencres, que fueron declaradas Parque Natural en 1996, ocupan 256 hectáreas. Este parque encierra el campo de dunas vivas más rico de toda la costa cantábrica. Además de esto, es un lugar donde priman los acantilados y los pinares, y que se ha convertido en un paraíso para los surfistas.

Cobaron (País Vasco)

acantilados del Cantábrico: acantilados de euskadi
Cobaron (País Vasco)

Los acantilados del Cantábrico de Cobaron se encuentran a un paso del límite con Cantabria. Cuentan con un bonito camino llamado Itsas Lur que une los diferentes pueblos de este rincón vizcaíno. Es muy recomendable el camino desde Cobaron a Pobeña, ya que acaba en la ermita Nuestra Señora del Socorro y en la punta del Castillo Viejo. Bastante accesibles en coche, dan una perfecta imagen de la costa vizcaína.

Itxaspe (País Vasco)

acantilados del Cantábrico; acantilados de euskadi
Playa de Sakoneta (País Vasco)

Por último, seleccionamos uno de los acantilados del Cantábrico considerado como la estampa más bella. A un paso de Zumaia se encuentra la cala de Sakoneta, aunque no es la playa, sino el camino que surge a sus lados, lo que nos llama la atención. Durante el paseo se puede contemplar el fenómeno geológico del flysch. Aparcar el coche en el mirador Virgen de Itziar es la mejor idea. Desde allí, las vistas son, sencillamente, increíbles.

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Texto: Paloma Díaz Espiñeira