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Geoparques de la Unesco en España, vida más allá de los Parques Nacionales

Vistas a la isla La Graciosa geoparque

Los geoparques son extensiones de terreno con una serie de características geológicas únicas en el mundo. Estos parques geológicos se encuentran protegidos como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO gracias a su gran valor para entender mejor la dinámica terrestre. Detrás de los geoparques, hay una clara intención práctica de estudio sobre el planeta y su futuro. Se pretende además promover la sostenibilidad del terreno a través de la divulgación y las actividades que impulsen la economía local.

Geoparque de los Pirineos
Geoparque de los Pirineos. | Shutterstock

España es el segundo país del mundo con más geoparques reconocidos después de China, con un total de 15 entre la península y sus islas. Se abarca una gran diversidad de emplazamientos geológicos perfectos para un turismo verde. Una oportunidad para el turismo sostenible y para conocer un poco más de la riqueza geológica y cultural española.

El Hierro, Islas Canarias

Arena roja en la playa del Tacorón
Arena roja en la playa del Tacorón. | Shutterstock

La isla más meridional y pequeña de Canarias alberga rincones repletos de historia geológica. El excepcional terreno volcánico de El Hierro ofrece un espectáculo de imágenes dentro y fuera del mar por su diversidad ambiental. El geoparque de la isla alberga varios centros de interpretación, y fue declarado reserva de la Biosfera por la UNESCO en el año 2000. Un símbolo de los antiguos aborígenes de la zona que ha pasado a ser historia de la isla es el árbol Garoé, que recogía en sus ramas agua para abastecer a la entonces escasa población. Existe un interesante centro de formación sobre esta historia y su simbolismo que estudia también el fenómeno meteorológico de la lluvia horizontal.

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Lanzarote y Archipiélago Chinijo, Islas Canarias

Vistas a la isla La Graciosa geoparque
Vistas a la isla La Graciosa. | Shutterstock

Lanzarote es conocida como la isla de los volcanes, un despliegue geológico que se extiende a las pequeñas islas aledañas del archipiélago Chinijo, como La Graciosa. Los registros del cabildo enumeran hasta un total de 70 puntos de interés geológico solo en este geoparque, lo que confiere al entorno ese aspecto de paisaje lunar tan característico. Las playas, los diferentes islotes y las calderas han conformado un singular paisaje. Sedimentos de colores que harán las delicias de los mejores fotógrafos aficionados.

Catalunya central

Macizo de Montserrat geoparque
Macizo de Montserrat. | Shutterstock

El interés geológico de esta amplia zona situada en la parte central de Catalunya pasa por la formación de los Pirineos. Partiendo como referencia de Manresa, el geoparque cuenta en sus inmediaciones con espacios imperdibles como el Macizo de Montserrat, las cuevas del Toll, el Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac o el Parque Cultural de la Montaña de la Sal en Cardona. Son restos que se remontan a más de 35 millones de años. Es posible contemplarlos gracias a excelentes rutas de senderismo, pisando el terreno que en otros momentos ocupó un vasto mar.

Orígens, Lleida

Valle en el área pirenaica de Lleida geoparque
Valle en el área pirenaica de Lleida. | Shutterstock

Avanzando hacía el interior de Catalunya y de nuevo hacia los Pirineos, el geoparque Orígens de Lleida hace gala de una gran oferta de actividades al aire libre. Estas permiten conocer en profundidad desde el desfiladero más recóndito hasta los restos de los dinosaurios que habitaron la zona. Con punto de partida en Tremp, el parque cuenta con un impresionante patrimonio geológico y minero enriquecido por las localidades de la zona, con importantes restos medievales.

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Maestrazgo, Teruel

Vegetación del Maestrazgo entre Teruel y Castellón geoparque
Vegetación del Maestrazgo entre Teruel y Castellón. | Shutterstock

Aragón cuenta con dos importantes geoparques. El primero, el territorio del Maestrazgo, se ha alzado como uno de los centros del turismo sostenible en la península, entre las sierras que lo rodean. Cuenta con más de 600 emplazamientos arqueológicos, incluyendo arte rupestre, además de numerosas zonas de ecoturismo con monumentos naturales. Los conjuntos kársticos, como los de las Grutas de Cristal de Molinos, tienen una belleza sobrecogedora. También se encuentra uno de los lugares de referencia para familias y aficionados a los dinosaurios, Dinópolis, en Teruel, dado que el área posee más de 70 yacimiento paleontológicos.

Sobrarbe, Huesca

Lago en los Pirineos de Sobrarbe geoparque
Lago en los Pirineos de Sobrarbe. | Shutterstock

Pegado a los Pirineos, con localidades tan destacadas como Aínsa o Jaca a tiro de piedra, se encuentra el geoparque de Sobrarbe. Con epicentro en Boltaña, la comarca se extiende a lo largo de alta montaña y sierras. Un área sembrada de agua que ha logrado desarrollar su actividad sostenible en torno a la multitud de recursos geológicos. Cuenta además con importantes restos de arrecifes, glaciares y restos fósiles. El geoparque tiene un gran abanico de posibilidades turísticas incluyendo rutas de senderismo y reservas naturales como la de Ordesa-Viñamala, uno de los lugares más bellos de toda la península.

Costa Vasca, Guipuzkoa

Ruta del flysch en la playa de Sakoneta
Flysch de Zumaia. | Shutterstock

La riqueza paisajística del País Vasco es abrumadora, tanto por su bosques como playas y prados de un verde saturado e intenso. El mar Cantábrico y la peculiar geología de la zona han ido tejiendo a lo largo de los años las formaciones Flysch, una ruta fundamental dentro del geoparque. Este tipo de formaciones rocosas recuerdan a las páginas de un libro, con pliegues definidos. Una imagen creada gracias a la conjunción de sedimentos de origen blando con materiales más duros, erosionados con el paso del tiempo. Entre Zumaia y Deba se puede disfrutar de los acantilados de formas caprichosas, con rutas preparadas a pie e incluso en barco, además de poder visitar poblaciones pesqueras como Mutriku o la Ruta de los Miradores.

El interior esconde también valles por explorar y terrenos kársticos de gran interés geológico. Además allí es posible encontrar una excelente colección de pinturas rupestres en la Cueva de Altxerri en Aia, o en la Cueva de Ekain en Deba.

Montañas do Courel, Lugo

geoparque de Courel
Vegetación del geoparque de Courel. | Shutterstock

El contraste entre la fuerte influencia Atlántica y el clima Mediterráneo ha labrado en los Montes de Courel, Lugo, otro de los geoparques destacados en España. El área transcurre desde el Valle del río Sil, fundamental para los peregrinos del Camino de Santiago de invierno, hasta el norte en los terrenos de Folgoso de Courel. La extensa flora del parque convierte cada estación en una nueva oportunidad de descubrir la zona con una exuberante vegetación y colores.

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Existen un total de 18 geomiradores repartidos por todo el parque, además de las llamadas Aldeas Paleozóicas, cada una edificada con rocas propias de la zona. En los senderos pueden observarse restos de los circos glaciares y de las importantes minas de oro explotadas por los romanos. Como sucede en el caso de sus otros geo-hermanos, el turismo gastronómico es otro de los motivos más que razonables para planear una escapada hacia esta tierra.

Las Loras, Castilla y León

Otoño en Las Loras, Aguilar de Campoo geoparque
Otoño en Las Loras, Aguilar de Campoo. | Shutterstock

La llanura castellana también tiene mucho secretos entre sus rocas. La caliza, con ayuda del agua y la meteorología de esta región, se ha encargado de esculpir entre Burgos y Palencia, cuevas y páramos pero también valles con cascadas y gran vegetación. Alrededor de 16 localidades se encuentran dentro de los límites de Las Loras, preservando su encanto y una forma de vida integrada con el relieve y la conservación de la zona. Desde Aguilar de Campoo al Valle de Sédano, con sus cañones y vegetación, se pueden encontrar rutas para toda la familia e importantes puntos de interés geológico, además de muchas opciones de turismo activo.

Villuercas-Ibores-Jara, Cáceres

Guadalupe geoparque
Guadalupe y valle de Villuercas. | Shutterstock

El corazón de Cáceres, cerca de Guadalupe, es otro de los rincones con una orografía tan singular y geológicamente tan rica que ha merecido su puesto entre los geoparques. Los numerosos centros de interpretación que recorren sus límites cuentan con desfiladeros y estrechos. Pero, también con sierras aptas para rutas donde disfrutar de la flora y fauna de la región, cercana también a Monfragüe.

El parque cuenta con lugares tan impresionantes como la Cueva de Castañar de Ibor. Se trata de una espectacular formación donde las rocas han adoptado formas escultóricas de gran belleza. Al tiempo son muy frágiles, por lo que las visitas son bajo petición. Son también visitas imperdibles las que pasean por sus numerosas minas, incluyendo la Mina del Filón de Costanaza, que llegó a ser la más grande de Europa a principios del siglo pasado.

Sierra Norte, Sevilla

Cerro del Hierro en el geoparque de la Sierra Norte
Cerro del Hierro en el geoparque de la Sierra Norte. | Shutterstock

Situado en la parte central de Sierra Morena, en este área geológica es posible encontrar registros de entre 500 y 1000 millones de años, el Proterozoico. Sus restos son muy variados por edades geológicas y por sus paisajes cambiantes, desde valles y estrechos hasta los riscos pronunciados de la sierra. Existen numerosas áreas recreativas preparadas para los visitantes de sus 39 geositios. Como muestra, el del Cerro del Hierro, un paleokarst o terreno donde las rocas jóvenes se han alzado sobre otras antiquísimas calizas. El accidente geológico dibuja formas imponentes, en un área donde los romanos explotaban los ricos yacimientos de hierro.

Sierras Subbéticas, Córdoba

Vegetación en el Parque de las Sierras Subbéticas geoparque
Vegetación en el Parque de las Sierras Subbéticas. | Shutterstock

El centro de Andalucía guarda una de las mejores zonas para disfrutar del turismo, con opciones que abarcan puntos relevantes como pueblos blancos, el embalse más grande de Andalucía o uno de los tramos más largos de las Vías Verdes. Pero también una vida geológica donde salen a la luz restos tan impresionantes como los del antiguo Mar de Tethys, que ocupaba el área antes de la formación del continente.

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Esto ha traído consigo otra de las peculiaridades de la región: ser conocida como la tierra de los ammonites. Estos cefalópodos con forma de espiral del Cretácico habitaron la zona hace más de 60 millones de años. Abundan los restos fósiles, los rincones rocosos para los amantes de la escalada e interesantes muestras culturales como las del barroco de Priego de Córdoba. Para los amantes de las setas, aquí se abrió el primer jardín micológico de Europa.

Geoparque de Granada

Gorafe geoparque Granada
Terreno desértico de Gorafe. | Shutterstock

El geoparque de Granada es un núcleo fundamental a nivel continental para entender la historia del planeta. Cuenta con un notable número de restos fósiles de los grandes mamíferos del Cuaternario reconocido a nivel internacional. Los ríos y corrientes fluviales han ido modelando un relieve de valles y hoyas, pero también de riscos pronunciados. Al carecer de salida al mar, la acumulación de sedimentos propició la creación de paisajes de cárcavas, como dibujos excavados en las rocas.

Terrenos agrestes y de belleza salvaje con colores arcillosos y miradores impresionantes como el del Fin del Mundo. El parque también invita a conocer uno poco más de la historia de los primeros pobladores de la península, porque abundan los restos de la Edad de Bronce. Entre otras curiosidades se encuentran las cuevas de Guadix, perfecto ejemplo de bioclimatización.

Cabo de Gata-Níjar, Almería

 Costa en el Cabo de Gata geoparque
Costa en el Cabo de Gata. | Shutterstock

Es difícil describir la belleza que alberga esta parte del Mediterráneo, esculpida por los volcanes. Los colores de las rocas abarcan desde las rojizas minas de Rodalquilar hasta las playas doradas y los contrastes turquesas del agua en cada una de las calas de su relieve. El choque de la placa tectónica africana y la euroasiática, provocó que el magma saliera a la superficie, conformando los paisajes que hoy conocemos. El área también está atravesada por la falla de Carboneras, lo que sumó una mayor actividad y desplazamiento del terreno. La red de rutas de senderismo para descubrir las dunas, el desierto y las playas por donde se paseó el mismísimo Indiana Jones en La Última Cruzada es amplia y repleta de rincones acogedores en sus pequeñas localidades.

Comarca de Molina-Alto Tajo, Guadalajara

Vista del río Tajo en la comarca de Molina
Vista del río Tajo en la comarca de Molina. | Shutterstock

En el centro peninsular, Guadalajara, se encuentra este enorme geoparque que cuenta con una gran diversidad de monumentos, y no solo naturales. El terreno abarca páramos, bosques, castillos e historia, desde Molina de Aragón a Sesma del Campo y el ducado de Medinaceli. El nacimiento del río Tajo recorre a través de sus senderos y otros camino fluviales sierras como la de Caldereros o lugares visualmente impactantes como el barranco de la Virgen de la Hoz, además de obras civiles que acompañan a la región desde la época romana.