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7 espectaculares aguas termales en España

aguas termales de España

A lo largo del país abundan los manantiales con propiedades medicinales. Estas fuentes calientes que se han aprovechado desde tiempos de la antigua Roma y que volvieron a cobrar notoriedad en el siglo XIX. Entonces es cuando surgieron multitud de balnearios históricos. Desde entonces, las aguas termales de España no han parado de aumentar su popularidad. A continuación, descubre un repaso a algunas de las más notables.

Alhama de Granada, Granada

Baños árabes de Alhama de Granada
Baños árabes de Alhama de Granada.

El mismo nombre de este pueblo de la provincia de Granada ya indica que hay aguas termales en él, ya Alhama significa “los baños” en árabe. Su uso se remonta al dominio romano, pero continuó de la mano de los musulmanes. En este caso, las propiedades que poseen los manantiales son ideales para complementar tratamientos sobre traumatismos y fracturas.

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Hay dos posibilidades de disfrutar estas famosas aguas termales de España. Una es dirigirse a las pozas que rodean el río Alhama. Hay tres piscinas naturales a unos 40º que permiten el baño durante todo el año. Otra alternativa más exclusiva es el balneario, muy cercano a la población y asentado donde hubo unas termas romanas.

Baños de Montemayor, Cáceres

Baños de Montemayor, balneario y termas romanas
Balneario y termas romanas de Baños de Montemayor. | Balneario de Baños de Montemayor

Esta localidad se ubica en el extremo norte de Cáceres, en pleno Camino de Santiago. De hecho, es el último pueblo que la Vía de la Plata ve en esta provincia. La explotación de las aguas termales se remonta, como la ruta que atraviesa la población, a la época romana. Por entonces se crearon unas termas que aprovecharon los ciudadanos tanto de la república como del Imperio Romano.

Las propiedades de estas conocidas aguas termales de España incluyen una baja mineralización. Asimismo son sulfuradas, sódicas y oligometálicas, lo que sirvió desde antiguo para el tratamiento del reuma, la artritis y las enfermedades respiratorias. La temperatura a la que salen, de dos manantiales, es de 40º.

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El entorno de Baños de Sotomayor es montañoso, en la Sierra de Béjar. Con el embalse de Baños de fondo, está entre los pueblos más bonitos de la Vía de la Plata. Por su parte, el balneario comenzó a funcionar en el siglo XIX. Antes los obispos ya habían promovido el uso de estas aguas termales. Actualmente una sociedad vecinal es la gestora del negocio, que tuvo graves problemas económicos de la mano de los últimos propietarios. De esta forma, ha vuelto a florecer.

Arnedillo, La Rioja

Pozas de Arnedillo
Pozas de Arnedillo. | Turismo La Rioja

Toca ir a La Rioja para visitar las siguientes aguas termales de España, las pozas y el balneario de Arnedillo. Al igual que en anteriores casos, los romanos dieron buen uso de los manantiales. Tras un viaje por la corteza terrestre hasta unos cuatro kilómetros de profundidad, el líquido adquiere temperatura y diversos componentes. Las surgencias se pueden aprovechar gratuitamente gracias a tres pequeñas piscinas de piedra al aire libre, que están a entre 30º y 40º. Al lado queda el río, lo que permite combinar baños a distintas temperaturas. Al tiempo, un hotel-balneario ofrece la posibilidad de disfrutar el ambiente de otro modo.

Las aguas termales de Arnedillo son famosas por los fangos que generan, llamados peloides. Estos son usados especialmente en el balneario y tienen diversas propiedades curativas. Estas van de lo circulatorio a lo articular. Respecto a los compuestos que posee, estas aguas riojanas son clorurado-sódicas, sulfatado-cálcicas y bromuradas, además de ricas en hierro y magnesio. Todo ello a solo 60 kilómetros de Logroño.

Arties, Lleida

Aguas termales de España: Arties
Baños termales de Arties. | Facebook

El Pirineo de Lleida guarda varios manantiales de aguas termales. Las de Arties, en el Vall d’Aran están entre las más destacadas. Para alcanzar las dos piscinas habilitadas hay que andar unos diez minutos por una pista forestal. A cambio de tres euros se puede entrar al pequeño complejo. Dado que fuera suele hace frío, el agua a casi 40º resulta de lo más reconfortante. El espacio se sitúa junto a unos antiguos baños que quedaron arruinados en los años 80.

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Cabe destacar que a menos de media hora se encuentra el balneario Banhs de Tredòs. Se trata de uno de los más altos de Europa, al estar casi a 1.800 metros de altura. La estancia es especialmente curiosa a partir de finales de otoño y durante el invierno. Entonces la nieve alcanza un notable espesor, lo que se puede comprobar desde el interior a través de varias cristaleras.

Outariz y Burgas de Canedo, Ourense

Pozas de Outariz y Burgas de Canedo
Pozas de Outariz y Burgas de Canedo. | Wikimedia

La ruta termal del Miño termina con esta dupla, separada por un puente pero que se toma como un conjunto único. Posee varias pozas gratuitas y de acceso libre. Además, poco antes de llegar a ellas desde el centro de Ourense está la estación termal de Outariz. Se trata de un espacio de pago, aunque nada caro, ya que el circuito termal de dos horas sale por algo más de cinco euros.

Estas aguas surgen a 60º y son especialmente recomendables en caso de sufrir artritis o reuma. Tienen una mineralización débil y están bicarbonatadas, silicatadas y fluoradas. Para llegar una opción muy popular es tomar un tren turístico que sale de la plaza mayor de Ourense. Por menos de un euro se puede llegar tanto a las pozas de Outariz como a O Tinteiro, A Chavasqueira o Muíño de Veiga. Una forma original de acceder a uno de los conjuntos de aguas termales de España más famosos y económicos.

La Toja, Pontevedra

La Toja aguas termales de España
La Toja. | Shutterstock

Cuenta la leyenda que un burro abandonado en la isla de La Toja durante el siglo XIX fue el responsable del descubrimiento de las que quizá sean las más famosas aguas termales de España. Un paisano dejó en esta ínsula de O Grove al animal, ya que su piel estaba enferma. Al volver, resulta que en vez de morir se había curado rebozándose en los fangos.

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Desde entonces se desarrolló una verdadera industria turística y termal en esta isla de Pontevedra. Su Gran Hotel La Toja es uno de los más famosos de su tipo en el mundo. En el resto del territorio fueron surgiendo más negocios. Respecto a las propiedades de las aguas, son especialmente notables las dermatológicas. Además, en la misma provincia están otras de las aguas termales de España más reconocidas. Se trata de los manantiales de Mondariz y su histórico balneario.

Las que están por venir: Llivia y Ampudia

Ampudia
Castillo de Ampudia.

Además de las aguas termales de España ya conocidas, no paran de crearse nuevos puntos de interés al respecto. Uno de ellos se sitúa en Girona. Se trata de Llivia, un curioso pueblo que tiene la rareza de estar situado tras la frontera con Francia. Allí se han descubierto un manantial termal, a 300 metros de profundidad, que ya está proyectando su futura explotación. También cabe estar atento a Ampudia, bello pueblo de la provincia de Palencia. En Tierra de Campos, esta localidad además de tener un notable castillo posee una fuente con propiedades curativas con mucho potencial.