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7 obras de arte situadas en entornos únicos

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A lo largo de la historia del arte han sido muchas las ocasiones en las que los creadores se han planteado la relación entre la obra y el contexto, especialmente en el siglo XX, cuando creció el interés por la retroalimentación que se daba entre las obras y el entorno en el que se emplazaban con el surgimiento del land art. Lo cierto es que, en ocasiones, el arte y la naturaleza (aunque no tiene por qué tratarse de un espacio natural) funcionan mejor juntos, como si se estableciese un diálogo entre lo humano y lo divino, entre lo bello y lo sublime. Hoy te ofrecemos una recopilación de 7 obras de arte en entornos únicos de nuestro país, lugares que pueden poner la guinda a una excursión o a la visita a una ciudad.

Lady Harimaguada

Esta enorme escultura, situada en la Avenida Marítima de Las Palmas de Gran Canaria, es una obra del escultor canario Martín Chirino. Ubicada frente al mar en 1999, es una de las obras más importantes del artista. Sus formas curvas poseen una belleza que se dispara al recortarse sobre una puesta de sol en el horizonte canario. Martín Chirino fue uno de los cofundadores del grupo artístico “El Paso“, en el que cultivó una escultura consagrada al arte abstracto, carente de elementos narrativos pero rica en elementos formales y poéticos. Con Lady Harimaguada el artista hace referencia a las harimaguadas, figuras de la cultura canaria prehispánica, encargadas de la educación de las maguadas, vírgenes consagradas al culto de los dioses.

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Lady Harimaguada (Fuente: loquemiojonove.com)

Elogio del Horizonte

Se trata de una monumental escultura de hormigón encofrado realizada en 1990 por Eduardo Chillida. Está situada en el Cerro de Santa Catalina, en la ciudad asturiana de Gijón. Sus formas curvas y abstractas, unidas a la tierra apenas por dos pilares, parecen querer echar a volar sobre el mar asturiano, creando un conjunto mágico con una fuerza simbólica sin igual. La belleza de la obra se acentúa con el tiempo, pues está ideada para que la lluvia y el mar vayan dejando su impronta sobre el hormigón. Se trata de una de las obras de arte en entornos únicos más hermosas.

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Elogio del Horizonte (Gijón)

Monumento a los Raqueros

Este melancólico conjunto de esculturas está emplazado en las proximidades del puerto de Santander. La obra de José Cobo nos habla de los raqueros, muchachos huérfanos o sin recursos que vivían de lanzarse al agua a buscar las pertenencias que se les caían a los burgueses que desembarcaban a cambio de una propina, o simplemente de recoger las monedas que éstos les tiraban al agua sólo por diversión, como muestra una placa conmemorativa junto a las estatuas. El carácter romántico del conjunto sorprenderá al viajero que pase por la capital cántabra, con la visión de los cuatro niños que posan su mirada en el horizonte de la ensenada santanderina.

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Monumento a los Raqueros (Santander)

Monumento a Ramón Llul

El escultor catalán Josep María Subirachs fue el encargado de realizar este monumento a una de las cimas de la cultura catalana ubicado en el Monasterio de Montserrat junto a otras muchas obras de artistas catalanes, pues se trata del lugar donde reside la virgen patrona de Cataluña. Entre las obras de arte en entornos únicos, esta escultura destaca por constar de nueve grandes bloques irregulares dispuestos en escalones, que representan la escalera del entendimiento que ideó el beato: piedra, llama, planta, bestia, hombre, cielo, ángel, Dios (cuyo bloque correspondiente deja de ser irregular para ser un cubo perfecto). Ante ella, como una visión sublime, se extienden las estribaciones del Parque Natural de Montserrat.

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Monumento a Ramón Llul (Barcelona)

Bosque de Oma

Más que una obra enmarcada en un entorno, en el Bosque de Oma el artista Agustín Ibarrola consigue que el entorno pase a ser la obra misma. Pintado entre 1982 y 1985, el bosque está repleto de imágenes alucinantes y de murales pintados en los árboles que sólo pueden verse desde determinados puntos de vista. Entre las obras de arte en entornos únicos, constituye uno de los más importantes ejemplos de land art en nuestro país, además de estar situado en un paraje natural de tanta hermosura y valor biológico como el la Reserva Natural del Urdaibai, un importante espacio protegido de la provincia de Vizcaya.

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Bosque de Oma (Reserva Natural del Urdaibai)

Fuente del Ángel Caído

En el interior de un lugar tan apacible y sosegado como es el Parque del Retiro de Madrid se encuentra una de las obras de arte en entornos únicos más insólitas que podemos encontrar en la capital; la que rinde tributo al Ángel Caído, es decir, al demonio. Se trata de una escultura realizada por el madrileño Ricardo Bellver a finales del siglo XIX para la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1878. Lo más curioso es que el punto del parque donde se encuentra la conocida escultura está exactamente a 666 metros sobre el nivel del mar, dato que ha disparado durante siglos la imaginación de los madrileños más esotéricos.

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Fuente del Ángel Caído (Madrid)

Peine del Viento

Cerramos esta recopilación, de nuevo, con Chillida. El Peine del Viento, situado en uno de los extremos de la bahía de La Concha de Donostia, es probablemente la obra más importante y conocida del escultor guipuzcoano, además de una de las obras de arte en entornos únicos más conocidas. Tres poéticas y curvilíneas estructuras de acero corten se encuentran fijadas a las escarpadas rocas de los acantilados azotados por el mar Cantábrico. El grupo de esculturas se integra a la perfección en su emplazamiento, pareciendo formar parte del mismo horizonte marítimo, y con el paso del tiempo ha acabado convirtiéndose en un verdadero símbolo de la ciudad.

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Peine del Viento (San Sebastián) | Shutterstock