fbpx

Por qué Fernando el Católico nació en Aragón y no en Navarra

Sos del Rey, Zaragón

Corría el mes de marzo del año 1452. La península ibérica se dividía en distintos reinos, cuyos habitantes rendían pleitesía a diferentes reyes. Asimismo, en el reino de Navarra corría la sangre debido a un conflicto civil entre su rey Juan II de Aragón, que pronto se convertiría en padre de un pequeño llamado Fernando, y su hijo el príncipe de Viana. Por entonces la esposa de Juan, Juana Enríquez, con un vientre ya muy abultado, residía en el castillo de Sangüesa, que pertenecía a Navarra.

Cuando el parto fue inminente, la reina decidió abandonar Sangüesa para tener a su hijo en el reino de Aragón. Juana se desplazó entonces hasta el pueblo fronterizo de Sos, ahora rebautizado como Sos del rey Católico. Allí fue donde Juana dio a luz a un niño que cambiaría la historia de España y al que se conocería como Fernando el Católico. ¿Por qué tomó la reina esta decisión? ¿Tenía Sos algo de especial? ¿Pasaba algo malo en Sangüesa?

Sos del Rey Católico
Sos del Rey Católico | Shutterstock

Un rey descuidado

Para entender los motivos que llevaron a Juana Enríquez a desplazarse hasta Sos hay que pararse un momento a observar qué es lo que pasaba en el reino de Navarra. Bien, allí gobernaba, como ya se ha dicho, Juan II de Aragón. Sin embargo, este monarca estuvo la mayor parte de su reinado más interesado en el reino de Castilla que en el suyo propio, descuidando sus deberes en el trono.

Allí, en Castilla, a Juan II Ie fueron confiscados sus bienes e intervenidas sus rentas en dos ocasiones, en 1429 y en 1444. En ambas fechas el monarca del reino de Navarra, molesto, se enfrentó al de Castilla y en ambas ocasiones perdió. En el reino de Navarra estas guerras, declaradas por un gobernante que no se preocupaba por ellos, fueron muy impopulares entre la población.

También te puede interesar  El pueblo español donde se inventó la Coca-Cola

Mientras tanto, la que era su esposa en aquel momento, Blanca I de Navarra, regentaba el reino. Sin embargo, en 1441, la reina murió después de haber tenido tres hijos con su marido. En su testamento, Blanca I nombró a su hijo, conocido como Carlos de Viana o príncipe de Viana, como heredero universal del reino de Navarra. Pero, eso sí, le rogaba que no tomara el título “sin la benevolencia y bendición de su padre”. Todo según indica Juan Abella en su artículo El nacimiento de Fernando el Católico y la villa de Sos.

Fernando el Católico
Retrato de Fernando el Católico | Wikimedia

Una guerra civil entre padre e hijo

Don Juan aprovechó aquel resquicio para continuar con la titularidad de rey y nombró lugarteniente general al príncipe, que fue el que pasó a encargarse del reino, mientras su padre seguía enfrascado en sus intereses castellanos. Pero con la derrota de Juan II en 1445, el monarca debe volver a Navarra. Fue entonces cuando el equilibrio entre padre e hijo se resquebrajó, pues, tal como indica Abella, Juan II “trajo a sus partidarios castellanos y repartió rentas y prebendas entre ellos, despojando de las mismas a seguidores de su hijo”.

Este de por sí delicado contexto, se agravó aún más cuando Juan II contrajo matrimonio con una segunda esposa, Juana Enríquez, hija de un poderoso noble castellano. El monarca de Navarra seguía demostrando, una y otra vez, que sus intereses estaban en Castilla. Además, con aquel desposamiento, Juan II perdía, supuestamente, los derechos que ostentaba gracias a su primera mujer, entre los que estaba el título de rey. Así, cuando la nueva reina se desplaza hasta Olite, el príncipe Carlos decide fugarse del reino.

También te puede interesar  El estado que fue independiente de España 700 años

En 1851 los partidarios del príncipe se levantan en armas apoyados por tropas castellanas. Por otra parte, el rey Juan II obtuvo los apoyos del reino de Aragón, pues su hermano era el monarca de este y Juan ostentaba el título de lugarteniente general. La guerra civil del reino de Navarra había empezado.

Sos del Rey
Sos del Rey | Shutterstock

El nacimiento de Fernando el Católico

Es en este delicado momento, cuando los monarcas residían en el municipio de Sangüesa, en Navarra, una villa que contaba con una buena comunicación con las poblaciones aragonesas de frontera. Cuando el parto fue inminente, Juana Enríquez decidió que era el momento de trasladarse a Aragón, reino que no estaba oficialmente en guerra y por el que estaban respaldados. La primera villa fortificada que había en el camino era Sos. Allí, pudo encontrar cobijo en el palacio de los Sada, una residencia en la que los reyes ya se habían alojado en más de una ocasión.

Además de un lugar más seguro, Abella apunta que “muy probablemente la reina deseara que su hijo naciese en territorio aragonés para aumentar su vinculación con éste e incrementar las posibilidades de que el recién nacido fuese el heredero de don Juan en los países de la Corona de Aragón”. Así fue como nació Fernando de Aragón y como Sos pasó a llamarse Sos del Rey Católico, un municipio congelado en el tiempo y donde esta historia es ahora leyenda.