Cada vez que una mujer gana un premio de poesía surge la inevitable pregunta, el interminable debate: ¿Se dice poeta o poetisa? Parece una pregunta sencilla e inocente. Sin embargo, no lo es, y ha traído y trae mucha polémica tras de sí. Una polémica que parece que la RAE ha conseguido zanjar, al menos en teoría.
Poetisa es el término que se ha usado más históricamente para referirse a las mujeres de esta profesión. Pero, igual que no existe un femenino para periodista o artista, ¿por qué si para poeta? Pues porque parece que el uso del femenino se ha venido empleando en realidad de una forma peyorativa. La poeta y narradora Mercedes Araujo señalaba en el medio argentino Clarín lo siguiente: “Creo que fue un invento cargado de prevención misógina de algunos poetos para marcar la línea de pertenencia y apropiarse del neutro inclusivo”.
En el artículo Cuando Safo no era poeta, su autora Lucila Castro apuntaba que a las poetisas “se las identificaba con aquellas señoritas cursis que en otro tiempo, a falta de ocupación mejor, llenaban sus ocios componiendo rimas sentimentales”. “Como si no hubiera habido varones que hacían lo mismo, se entendía que los poetas eran poetas en serio, profesionales (por así decirlo), y se despreciaba a las poetisas” añade.
Debido a estos prejuicios, muchas poetas (o poetisas) quisieron dejar de usar aquel término vinculado a esas señoritas cursis y empezaron a usar el masculinizado término de poeta. Una postura que la escritora Sofía Castañón defendió en su documental Se dice poeta (estrenado en el año 2014), a la vez que hacía una reflexión de género sobre el panorama poético actual de España.
Por otra parte, hay escritoras que defienden el término más clásico, el de poetisa, con la intención de reapropiarse de su significado y convertirlo en propio, nunca más asociado a algo peyorativo.
Pero, entonces ¿qué?
La respuesta al entuerto la zanja, gramaticalmente, la RAE. En su primera acepción, la academia señala que la palabra poeta,tisa, significa “persona que compone obras poéticas”. Y en su segunda acepción, dice “persona dotada de gracia o sensibilidad poética”. Precediendo a ambas acepciones, la institución indica: “para el femenino, usada también la forma poeta”. Con esto se responde la pregunta. Poeta y poetisa, ambas formas son válidas y cada persona puede usar la que prefiera.
