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Tomando el mapa del mundo, es sencillo reconocer similitudes entre Cádiz y Montevideo, capital de Uruguay. Ambas parecen mirar hacia el océano, localizadas donde están pero con una mirada puesta al otro lado del charco, como suele decirse. De Cádiz, de hecho, se ha dicho siempre que es la ciudad española que más se parece a las de América del Sur. Así que esta es la historia de dos tacitas de plata que desde hace más de una década están hermanadas por otro motivo más.
Carnaval, te quiero
Aunque a una gran distancia, Cádiz y Montevideo han compartido momentos importantes en su historia, además de un carácter también muy similar. Ambas son dos ciudades claramente marineras y con una trayectoria muy importante dentro del comercio por mar. Cádiz, de hecho, tiene la particularidad de haber sido la ciudad en la que se reparó el Capitán Miranda, el buque escuela insignia de Uruguay. Este barco de vela sirvió como buque hidrográfico para realizar investigaciones oceanográficas y confeccionar cartas náuticas. Y dejó un pedacito de su historia en la siempre imponente Cádiz.
Además de su disposición en dos grandes bahías de características semejantes, quizá lo que más una a ambas ciudades, o lo más vistoso dentro de todo esto, es su inclinación por el Carnaval. En España bien sabemos cómo se celebra esta festividad en la tacita de plata. Lo que tal vez no se sepa es que hay otra tacita de plata en la que se celebra por igual. Porque sí, Montevideo también es conocida como “tacita de plata” y también celebra el Carnaval por todo lo alto. Separadas por un océano, unidas por muchas razones. Cádiz y la capital de Uruguay certificaron su hermanamiento en 2008. Por fortuna, parece que esta relación va para largo.
