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Tumbet mallorquín, un acompañamiento rápido y sin horno para el verano

Plato de tumbet mallorquín

Una receta salida del huerto mallorquín que aprovecha los productos que ofrece la tierra en verano, eso es el tumbet. Un plato preparado exclusivamente con hortalizas y patatas en el que el aceite de oliva también juega un papel fundamental. Todo ello rematado con una buena salsa de tomate y un huevo frito con su puntilla, como no podía ser de otra forma.

Para el tumbet mallorquín no se necesitan muchas cosas pero sí que sean de calidad. Calabacín, berenjena, pimientos, tomates y patata. Como para todo, a mayor calidad de los productos, mejor resultado final. Un plato perfecto como acompañamiento o incluso como individual para abrir un menú ante el que los invitados caerán rendidos.

Ingredientes para 4 raciones de tumbet mallorquín

2 patatas

2 berenjenas medianas

1 calabacín grande o 2 medianos

2 pimientos rojos

Salsa de tomate para cubrir

Aceite de oliva virgen extra

Sal al gusto

4 huevos para freír

Plato de tumbet mallorquín
Plato de tumbet mallorquín. | Shutterstock

Preparación del tumbet mallorquín

  1. Para empezar con el tumbet, preparar primero todas las verduras. Para ello, pelar y cortar en rodajas las patatas. Lavar bien el calabacín y las berenjenas y cortar igualmente en rodajas finas. Cortar también los pimientos en tiras gruesas.
  2. Utilizar una sartén amplia, añadir un dedo y medio de aceite y llevar a fuego medio/alto. En este aceite se fríen primero las rodajas de patata hasta que estén bien doradas y hechas por dentro. Retirar las patatas sobre un plato con papel absorbente para evitar que el plato sea demasiado pesado al final y salar.
  3. En este caso, se recomienda retirar la mayor parte del aceite de la sartén tras freír las patatas y no dejar más que un par de cucharadas. Con esa pequeña cantidad será más que suficiente para sofreír los pimientos rojos. Cocinar a conciencia con un poco de sal hasta que estén bien sofritos.
  4. Seguir con las rodajas de berenjena y de calabacín. Ir añadiendo chorros de aceite y un poco de sal a medida que el calabacín y la berenjena así lo demanden. Siempre sin pasarse.
  5. Ya no queda más que montar el tumbet en una fuente que alegre la mesa. El orden tradicional comienza con la patata para seguir con el calabacín, la berenjena y el pimiento. Finalmente añadir una buena cantidad de salsa de tomate casera o de buena calidad. Servir con un huevo frito por comensal si así se desea.