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Así se elaboran los productos típicos vascos

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“Bien comer y beber, buen pasatiempo es”, un refrán que resume a la perfección la importancia de la gastronomía en Euskadi. Esta comunidad cuenta con cuatro restaurantes entre los 50 mejores del mundo, ¿cuál es su secreto? Una de las claves se encuentra en la elaboración de los productos típicos vascos. Hemos hecho una selección de los productos que debes degustar si planeas hacer una escapada por la esta región. ¡Que aproveche!

Txakoli

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Uno de los productos típicos vascos más singulares es el txakoli. Un vino afrutado, joven y ligeramente espumoso procedente de los caseríos desde el siglo XVI. Se elabora con la variedad de uva Hondarribi Zuri que se recoge en los viñedos y se transporta a la bodega. Una vez allí se despalilla, estruja y prensa rápidamente. Más tarde se retiran raspones, pepitas y hollejos (piel que cubre a la uva) que servirán para elaborar orujo. Se procede al desfangado (eliminación de las materias sólidas existentes en suspensión en el mosto después del prensado), el trasiego y el proceso de fermentación, que dura entre 12 y 15 días. Finalmente se almacena en depósitos de acero inoxidable y posteriormente se embotella.

Pastel Vasco

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Endulza tu jornada con el Pastel Vasco, uno de los productos típicos vascos de los caseríos. Un postre elaborado a base de relleno de crema y mermelada. Para la pasta quebrada se emplean huevos, azúcar, harina, levadura y una batidora. Se extiende con un rodillo y se unta en mantequilla. Se rellena con la crema pastelera -previamente elaborada con leche, canela, harina de maíz, azúcar y huevos- y se cubre con la otra parte de la masa. Se adorna con un lauburu -símbolo vasco- hecho con la pasta quebrada. Luego se unta toda la superficie con huevo batido y se hornea al microondas a 200ºC durante 25 minutos. Una vez se saca del horno se deja enfriar y se espolvorea azúcar glass.

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Queso Idiazábal

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Los caseríos también son hogar de las ovejas Latxa y Carranza, dos razas autóctonas a partir de las cuales se elabora el queso Idiazábal. Tras ordeñarlas, la leche pura se refrigera se calienta al baño maría en cubas de acero inoxidable hasta alcanzar los 30º. Se le añade el cuajo provienen del estómago de estos ovinos hasta que se coagula la leche formando un gel elástico que se corta, se prensa y pasa por la salmuera. Finalmente madura en las cámaras durante al menos 2 meses a una temperatura de 10ºC y una humedad relativa de aproximadamente el 90%.

Sal de Añana

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Otro de los productos típicos vascos se elabora en las salinas de Añana, una de las más antiguas del mundo. La salmuera del Valle Salado se evapora de forma natural en un proceso que comienza generalmente en mayo y termina en septiembre. Se llenan las eras con dos o cuatro centímetros de salmuera para exponerla al sol y al viento. Durante las siguientes horas la sal cristaliza y se rompe en partes más pequeñas o flores de sal. Para acelerar la cristalización se riega revolviendo la salmuera con el rodillo, se recoge cuando todavía queda algo de agua. Se somete a un último lavado tras el cual se almacena y envasa.

Bollos de mantequilla de Bilbao

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En el siglo XIX los primos Bernardo Pedro Franconi y Francesco Matossi exportaron y adaptaron los suizos de leche a la capital de Vizkaya. Así surgieron los bollos de mantequilla de Bilbao, uno de los productos típicos del País Vasco que se pueden encontrar en las mejores pastelerías de la ciudad. Esta especie de brioche se elabora con harina, mantequilla, azúcar, sal leche y huevos. Se elabora la masa, se le da forma y se deja fermentar hasta que multiplica su volumen. Tras este proceso se unta en yema de huevo y luego se hornea a altas temperaturas durante unos 8 o 10 minutos para que quede tierno y jugoso. Por último, se parte por la mitad y se rellena con crema de mantequilla. ¡Un placer sensorial!

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Texto: Blanca Ballester Hoyo