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Alubias con repollo, una versión igualmente deliciosa

Plato de alubias con repollo

Las legumbres son siempre bienvenidas en la mesa. Una forma perfecta para nutrirse y disfrutar con platos de cuchara tradicionales. En este caso, esta especie de “fabada” versionada es una buena opción para incluir verduras en la dieta, sin perder la oportunidad de disfrutar de un buen compango asturiano.

Una receta sencilla y sin muchas complicaciones en la que básicamente hay que poner todos los ingredientes a cocer en la misma olla a fuego lento. Esa es la mejor forma de conseguir unas alubias, fabas o frejoles bien cocinados, sin que se deshagan. Así también se consigue una salsa espesa y sabrosa digna de ser reconocida como “maná caído del cielo”.

Ingredientes para 4 raciones de alubias con repollo

1/4 kg de judías blancas

1/4 kg de repollo

2 zanahorias

1 chorizo asturiano

1 morcilla asturiana

1 trozo de panceta adobada

3 dientes de ajo

1 cebolla

1 hoja de laurel

2 cucharadas de aceite de oliva

1 cucharadita de pimentón

Sal y unas bolas de pimienta

Plato de alubias con repollo
Plato de alubias con repollo. | Shutterstock

Preparación de las alubias con repollo

  1. Como para casi todas las recetas de legumbres, las alubias deben estar en remojo en agua fría durante toda la noche. Así se cocerán a la perfección.
  2. En una olla amplia añadir las alubias escurridas, el compango (chorizo, morcilla y panceta adobada asturianas), la cebolla, las zanahorias y los ajos. Todas las verduras enteras y peladas. Añadir también el laurel, el pimentón y unas 4 bolitas de pimienta (o al gusto).
  3. Llevar la olla a fuego bajo para que cueza suavemente durante al menos 2 horas. Este tipo de platos merecen cocerse a fuego lento durante bastante tiempo. El resultado será algo digno de reyes.
  4. Cuando haya pasado 1 h y 30 min de la cocción, retirar la cebolla, las zanahorias y los ajos del guiso. Triturarlos con la batidora y un poco de agua de la cocción. Devolver el puré resultante a la olla de nuevo. Añadir además el repollo cortado en trozos pequeños y dejar que cueza durante la última media hora. Rectificar de sal si fuera necesario, ¡y el guiso ya está listo! Solo hace falta tiempo y cariño. Y no remover nunca con cuchara, ¡solo meneando la olla!