fbpx

Platos típicos que hay que comer en una visita a Madrid

Platos típicos de Madrid

Hemos hablado en numerosas ocasiones de los lugares que debe descubrir el viajero en Madrid, de esos grandes monumentos que son visita obligada y también de los pequeños rincones que, por sus detalles, terminan siendo más que un complemento. Hemos hablado de museos, calles, plazas y jardines, de teatros y cultura, y hemos repasado su historia. Ahora toca hablar de otro aspecto fundamental: lo que hay que comer cuando se visita Madrid. Los platos típicos de la gastronomía madrileña que hay que probar.

Los platos más típicos de Madrid

Cocido madrileño
Cocido madrileño. | Shutterstock

Hay que empezar este repaso por la gran estrella: el cocido madrileño. No es el único lugar de la geografía en el que se elabora, pero como todos tiene sus particularidades. Es un guiso a base de caldo con fideos, garbanzos, verduras y diferentes tipos de carnes. Nació de una forma muy humilde: a partir del aprovechamiento de los restos que había por casa. Suele servirse en “tres vuelcos”: primero el caldo con los fideos, después los garbanzos con las verduras y por último la carne. En cualquier caso, cada uno puede adaptarlo a sus preferencias: los fideos y los garbanzos pueden mezclarse, así como los garbanzos y la carne. El cocido madrileño, a gusto del consumidor.

Callos madrileños
Callos madrileños. | Shutterstock

Siguiendo muy de cerca al cocido están los callos, seguramente el plato más único de la gastronomía madrileña. No es para todos, sin embargo. Los callos se elaboran con tripas de animales, generalmente de la vaca o del cordero, que se comen guisadas con morcilla o chorizo, aderezadas con salsa de tomate y pimentón. Es, como el cocido, un plato de orígenes humildes, asociado al pueblo madrileño. Los callos se comen en buena parte de la geografía española, pero suelen llevar garbanzos y pimientos, así que los callos madrileños son ligeramente diferentes. Un plato semejante, también madrileño, son las gallinejas: los intestinos y los entresijos del cordero. Se fríen y se sirven solos o bien acompañados de patatas. Son típicos de la fiesta de San Isidro.

Por último, quizá lo más curioso de la gastronomía madrileña: el bocadillo de calamares. No se puede identificar su origen exacto, pero se sabe que, también como los anteriores, nacen del pueblo. Las calles de Madrid huelen a calamares fritos desde hace un par de siglos por lo menos.

De tapas por Madrid

Patatas bravas
Patatas bravas. | Shutterstock

Son numerosas las tapas típicas de la gastronomía madrileña. Empezando por los huevos estrellados, un plato sencillo pero riquísimo que, se dice, nació en Casa Lucio, uno de los restaurantes más castizos y típicos de Madrid. La receta es muy sencilla: huevo frito y patatas, todo revuelto y quizá acompañado de un complemento como es el jamón.

En Casa Labra hay que probar las croquetas de bacalao y en el bar Docamar las patatas bravas, aunque unos y otros pueden disfrutarse en prácticamente cualquier bar de tapas de la capital. Otros dos platos típicos son la oreja a la plancha y el morro a la brasa pero, como sucede con los callos y las gallinejas, no son para todos.

Y de beber…

Chinchón madrileño
Chinchón madrileño. | Shutterstock

De beber, para acompañar lo anterior o como remate a ello, varias opciones. Por un lado, el chinchón, un licor parecido al anís que suele tomarse después de comer. Y, aunque su origen y desarrollo no se encuentra en la capital, es imprescindible probar el vermú cuando uno se encuentra en Madrid. Son varios los locales, sobre todo en el centro de la ciudad, que pueden presumir de elaborar algunos de los más apreciados.

Dulces madrileños

Rosquillas típicas de San Isidro
Rosquillas típicas de San Isidro. | Shutterstock

Quizá el dulce madrileño más apreciado sean las rosquillas, y en este apartado pueden distinguirse dos tipos: las listas y las tontas. Las rosquillas tontas no están recubiertas, mientras que las rosquillas listas llevan una mezcla de huevo, azúcar y limón para lograr el color que las caracteriza. Son muy típicas del mes de mayo, aunque ya en Semana Santa empiezan a elaborarse. En cualquier época del año, lo que debe hacer un turista en Madrid es acercarse a la cafetería de San Ginés a probar el chocolate con churros. Es, desde hace décadas, el desayuno o la merienda más típica de la capital.

Sigue explorando Madrid en la app Visit Madrid.