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6 trucos para combatir la astenia primaveral

Astenia primaveral

Cansancio, debilidad, apatía, falta de apetito… Es posible que, con la llegada de la primavera, hayas empezado a experimentar estos síntomas, en especial si eres mujer y tienes entre 35 y 50 años. No desesperes: lo más probable es que estés experimentando lo que se conoce como astenia primaveral, un síndrome pasajero que se produce con el paso de estación. Los cambios en las horas de luz solar y en los ciclos hormonales pueden hacerte sentir sin energía y decaído, algo muy molesto si además sufres de alergias, rinitis o asma. Estas son algunas de las medidas que puedes tomar para ayudar a tu cuerpo a adaptarse más rápidamente a la nueva estación.

Mantente hidratado

Astenia primaveral: beber agua

Beber mucha agua es el primer mandamiento para mejorar nuestro bienestar. Puede parecer un consejo obvio, pero lo cierto es que, con el ajetreo diario, muchos olvidamos ingerir dos litros de este líquido al día. Ten cerca una botella en casa y en tu lugar de trabajo: será beneficioso para combatir los síntomas de la astenia primaveral.

Regula tu descanso

Astenia primaveral: horas de sueño

La sensación de cansancio es una de las molestias más típicas asociadas a este trastorno temporal. Por eso, dormir siete u ocho horas diarias es esencial para sentirse mejor. Lo habitual es que esta falta de energía se palie fácilmente con el sueño; pero si sigues sintiéndote débil, consulta a tu médico para descartar que sufres de fatiga crónica.

Consume alimentos ricos en vitaminas y minerales

Astenia primaveral: alimentos recomendados

Que no te confundan: los expertos coinciden en que los suplementos como el ginseng o la jalea real no son realmente necesarios para mejorar los síntomas de la astenia primaveral. Si quieres acelerar el periodo de adaptación, lo ideal es que refuerces tu alimentación. Existen una serie de alimentos que te ayudarán a sentirte mejor por su alto contenido en vitaminas y minerales. Es el caso de las frutas y las verduras, entre las que destacan las fresas, llenas de vitamina C, ácido fólico y antioxidantes; el aguacate, rico en triptófano, magnesio y vitaminas B y C; el plátano, que además de contener triptófano es fuente de potasio, minerales y fibra; o las verduras de hoja verde como las espinacas o la rúcula, que aportan ácido fólico. Prepara ensaladas frescas con estos alimentos o acompáñalos con legumbres o cereales integrales para recibir todo un chute de energía.

El pescado azul, los huevos, el aceite de oliva o el queso fresco también serán tus aliados, ya que estimulan la producción de serotonina, conocida como la hormona de la felicidad. Y si se te antoja algo dulce, decántate por el chocolate negro, un alimento que genera la producción de endorfinas y que te ayudará a levantar el ánimo.

Ten a raya el café, el alcohol y el tabaco

Astenia primaveral: café y tabaco

Todos sabemos que el tabaco es perjudicial para salud y que el alcohol y el café deben consumirse de forma moderada. Si sufres de astenia primaveral, tendrás que ser más estricto con estas tres sustancias: excluye las dos primeras de tu dieta y modera la ingesta de la última para sentirte mejor.

Haz ejercicio moderado

Astenia primaveral: deporte suave

Un poco de deporte siempre es aconsejable para mejorar nuestro estado físico y anímico. Te sorprenderá lo que pueden hacer por tu salud 30 minutos al día de ejercicio moderado. Para superar el cansancio y apatía de la astenia primaveral, opta por actividades suaves como caminar o pasear en bicicleta.

Fija rutinas

Astenia primaveral: rutina de sueño

Aunque no siempre es posible, llevar un ritmo de vida ordenado puede ayudarnos a superar los síntomas de la astenia primaveral mucho más rápido. Te aconsejamos respetar los horarios de comida, procurando no saltarte ninguna. Las rutinas de sueño también son fundamentales: trata de levantarte y acostarte siempre a la misma hora. De esta manera conseguirás que tu cuerpo se habitúe antes a los cambios de luz y de temperatura.