Tradiciones gastronómicas de nochevieja en el mundo

Uvas y champán. Esas dos palabras nos hacen pensar inconscientemente en nochevieja donde el mayor reto es tomarse esas doce uvas sin atragantarse y al unísono de las campanadas. Como la mayoría de los orígenes de las tradiciones gastronómicas de nochevieja, no hay una fecha certera ni una única razón por la que en España realizamos este rito a las doce de la noche. Algunas opiniones la relacionan con una influencia de nuestro país vecino, Francia, de quienes lo heredamos de los aristócratas. Otros van más allá y dicen que tras observar este rito, los españoles más humildes decidieron imitarlo con el fin de mofarse de ellos realizando este mismo acto pero frente a la Plaza del Sol.

Aunque su origen no quede claro, todos los años el día 31 las familias disponen de esta fruta para atraer a la suerte. Pero no en todos los países existe esta costumbre. Si nos alejamos un poco encontramos otras normas de nochevieja igual de consolidadas.

En nuestra geografía comemos los mejores manjares durante esta última noche, pero entre lo más tradicional no se encuentran las lentejas. En cambio en la bella Italia sí que lo es, más aún que nuestras uvas ya que este acto se remonta hasta la Edad Media ¿El motivo? En aquella época existía la costumbre de regalar una pequeña bolsa de esta legumbre a los amigos y familiares para desearles buena fortuna. Hoy en día, se sigue pensando que quien come esta receta (acompañado con cotechino) tendrá dinero al año siguiente.

A primera vista podría parecer un regalo envuelvo en hojas de plátano o de bijao. Y no se aleja mucho de la realidad ya que las hallacas se regalan para desear buena suerte. Consiste en una masa de harina de maíz pigmentada con onoto o achiote y que se rellena con guiso de carne de res, cerdo y gallina o pollo.  Lo cierto es que existen muchas opciones y hay quien también lo rellena de pescado. A todo ello se le agregan variedad de alimentos como pueden ser aceitunas, cebollas, pimentón… Finalmente se enrolla, tal y como se muestra en la imagen, con hojas de plátano o de bijao para luego hervirlas. El resultado es precioso y delicioso.

En España es tradición tomar doce uvas para dar la bienvenida al nuevo año. En nochevieja las doce uvas o uvas de la suerte se sitúan delante de cada comensal. Deben comerse con las últimas doce campanadas del reloj previamente a que empiece el año nuevo y simbolizan los doce meses del año. El lugar más conocido en el que tomar las uvas en España es la Puerta del Sol de Madrid, frente al reloj de la Casa de Correos. Suelen consumirse uvas frescas.

No es el Roscón de Reyes tal y como lo conocemos aquí pero la tradición es muy similar. Se trata de un delicioso pan, llamado vasilopita, que esconde dentro una moneda de oro o de plata. Quien la encuentre tendrá suerte durante todo el año. Hasta aquí es exactamente igual, lo único es que este pan de almendras tiene forma redondeada, sin huecos, como si de un bizcocho se tratase. Es un auténtico manjar, y al final, el regalo es lo de menos. Lo mejor es compartirlo y ver quien es el suertudo que descubre la moneda.

Entre las costumbres que se llevan a cabo en Alemania una de ellas es la de no tirar los restos de la comida antes de las doce ya que se supone que de esta forma no faltará comida durante el resto del año. También es común comer la tradicional racleta, col y zanahorias ya que atraerán la estabilidad financiera. Todo ello acompañado de Feuerzangenbowle, un ponche caliente que se realiza con vino tinto, ron, naranjas, limones, canela y clavo de olor y cuya elaboración es complicada ya que se debe quemar el alcohol de algunos de sus ingredientes.

Aunque en la imagen parezcan nuestros buñuelos, se trata de un dulce que realizan en las casas holandesas para nochevieja: los Oilebollen. También podemos encontrar estos panecillos rellenos de pasas a lo largo de todas las navidades en muchas de sus pastelerías aunque la tradición es realizarlo en familia. Además, de esta forma podrán preparar el cuerpo, calóricamente hablando, para que luego no les cueste tanto la zambullida en el agua helada (otra de sus costumbres).

El año nuevo judío (Rosh Hashaná) se celebra mucho más tarde que el nuestro, en septiembre, y se celebra, comiendo manzana con miel y granadas. También es común dar la bienvenida al año con los nuevos frutos de la temporada y con pescado. Unas tradiciones que se unen con otras más religiosas y que se llevan a cabo durante varios días… Un auténtico festín.

¿Conoces otras tradiciones? ¡No dudes en contárnoslas en los comentarios!