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Día de la Longaniza de Graus

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Producidas con carne de porcino y especiada con orégano, nuez moscada, tomillo, clavo y, ocasionalmente, con vinos olorosos. Así es la longaniza de Graus, cuya calidad y tradición le concede fama a nivel regional y nacional con la marca  de Calidad Alimentaria de Aragón. No es de extrañar que este embutido, tan delicioso, cuente con un día especial desde 1992.

El último fin de semana de julio se celebra el Día de la Longaniza en Graus (Ribagorza – Huesca), fiesta de Interés Turístico, donde también se ensalzan otras facetas tradicionales como la danza, la artesanía y la música. El pistoletazo de salida se realiza sobre las 9:00 horas aunque es a partir de las 11:00 cuando el ambiente comienzará a reinar por las calles de la localidad. Los puestos de artesanos, nuevos y de toda la vida, cogen protagonismo y resultan la perfecta excusa para llevarse un recuerdo. También se podrá disfrutar de bailes, conciertos y distintas actividades para mantener el dinamismo de la fiesta. No será hasta las 18:00 horas cuando inicie la parrillada de longaniza más grande del mundo y, finalmente, llegar degustar este manjar de Record Guinness.

Pero si algo caracteriza esta fiesta es que abundan los planes por hacer. Pasear por el Barrichós (barrio más antiguo de Graus), declarado conjunto histórico en 1975. Dejarse llevar por la historia milenaria y leyendas que esconde la localidad. Contemplar la Basílica de la Virgen de la Peña, de estilo gótico renacentista. Recorrer sus calles medievales y distinguir los tramos de muralla… Y, sobre todo, fascinarse con la espectacular Plaza Mayor. Ésta última, está considerada como una de las más bellas de Aragón por sus soportales de arcos de medio punto y las construcciones desiguales de las casas, con fachadas de colores que no dejan indiferente a ningún visitante. Bajo sus diversos soportales se celebran las ferias y mercados y, una vez aquí, será inevitable fijarse en dos casas: casa Heredia, de la que destaca su alero con pinturas alegóricas sobre las estaciones del año y bíblicas; y la casa Del Barbón, cuya fachada se compone de pinturas con alegorías de las Artes y las ciencias. Adentrarse en estos dos recintos es una auténtica delicia. Además, existen tres centros museísticos que abarcan diferentes temáticas y es ideal para conocer la historia de esta gran localidad, paso de cristianos, musulmanes y judíos.

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Su gastronomía tampoco deja a la impasibilidad. La trufa, oro negro, es sin duda la joya de Graus. El ternasco y el cerdo acompañado con su vino con D.O Somontano son alguna de sus delicatesen. Y con la llegada del otoño aparecen en los bosques cercanos las setas. Y es que Ribagorza tiene un entorno incomparable donde los amantes del turismo activo encuentran en sus bosques y ríos caudalosos un auténtico paraíso. A tan solo una hora de Graus te encuentras en Benasque. Aquí, en el parque natural Posets – Maladeta, se realizan todo tipo de deportes, tanto de invierno como de verano. Senderismo, montañismo, barranquismo.. Y otros más tranquilos como la equitación la pesca o el ciclismo, entre otros, son algunas de las opciones. Después de un día de emociones y deporte, relajarse en un entorno único como el que ofrece el Hotel Ciria es la mejor opción…

Si los deportes no son tu fuerte, a 24 minutos de Graus te encuentras con el Valle de Isábena, cuya catedral merece una mención especial y su conjunto medieval requiere de un camino sosegado para disfrutarlo al completo. También encontraremos  rutas por la sierra de Panillo, el valle del Sarrón, con las salinas medievales de Aguinaliu y las yeserías de Juseu, declaradas patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Sin duda, el día de la Longaniza es la excusa ideal para acercarse a Graus y disfrutar de todo lo que ofrece la localidad y su entorno, además de degustar su magnifico embutido.