5 restaurantes románticos Madrid

Cualquier lugar puede ser romántico si vas acompañado de la persona especial y de una buena comida. Pero hoy hacemos un recorrido por 5 restaurantes que por su ambiente ya hacen que una velada pueda ser particularmente especial e íntima.

Se trata de una pequeña casa de comidas a cargo de Marcos Gil. Cuenta con pocas mesas (unas 12) que, acompañado por la luz tenue y su decoración sencilla con algunas obras contemporáneas, crea el ambiente romántico deseado para una ocasión especial. El protagonista durante la velada será su gastronomía con una carta no muy extensa, pero es de agradecer ya que querréis probarlo todo. Una perfecta opción es el steak tartar que muchos consideran como uno de los mejores de la capital o el pollo al albariño, otra de sus especialidades. Todo ello tendrá que ir acompañado con alguno de los vinos con los que cuenta su carta y que provienen de pequeños productores,  todos ellos deliciosos. La reserva tiene que hacerse vía teléfono ya que hay pocas mesas y no doblan turno, algo maravilloso si consideramos que queremos alargarnos.

Ya su nombre es una oda al romanticismo ¿no creéis? Lo que esconde este establecimiento es mucho más que un nombre, es un auténtico marco incomparable y una experiencia única teniendo en cuenta que se trata de la bodega más antigua de Madrid. Más de 400 años carga a sus espaldas este local, totalmente rehabilitado, y donde se puede apreciar su anterior función de bodega. Sus cúpulas, arcos, las paredes de ladrillo recuerdan a claustros y son en sus antiguas hornacinas, donde anteriormente descansaban los vinos, donde se disponen mesas dando como un sentido reservado a cada velada. Pero no todo es fachada. También de la gastronomía podrás disfrutar; de mercado y con productos tan cotidianos como el pulpo o el secreto ibérico, pero con un gusto exquisito. En conclusión: una experiencia que abarca desde el momento de llegada hasta el de salida.

Es un clásico del romanticismo aunque, es cierto, nos tenemos que alejar del centro de Madrid para disfrutar de este especial restaurante, pero vale la pena. ¿Por qué es tan especial? Se trata de un viejo vagón de tren que Benito, su propietario, recogió del desguace para reformarlo y conseguir lo que hoy por hoy es uno de los restaurantes más especiales de la capital. Como no podía ser de otra manera, y atendiendo a que se trata de un antiguo vagón donde se unía las mejores clases (el mismísimo Alfonso XIII, por ejemplo), el servicio es impecable consiguiendo que la comida o cena se desarrolle de forma inolvidable. La comida que ofrecen es de temporada y cuentan con un menú degustación de 60€ ideal en caso de que no sepáis por qué decantaros.

Cambiamos de luz, de colores, de decoración en general para una apuesta por un romanticismo vestido de naturaleza. Y es que el Invernadero de Los Peñotes es como ir a la selva pero con las facilidades y comodidades de un restaurante inmejorable. Está construido en un antiguo invernadero que pertenecía al centro de jardinería de Los Peñotes, por lo que la luz natural es impresionante al igual que su carta. Se caracteriza por una cocina mediterránea sin grandes pretensiones donde destaca la ensaladilla “El Invernadero”, las croquetas, una riquísima milanesa de pez emperador con salsa tártara o las albóndigas de pollo con salsa de curry y arroz salvaje. Para acabar qué mejor que optar por alguno de sus helados o su crujiente de mousse de plátano. La guinda ideal para una comida única.

Se trata de un pequeño bistrot con una capacidad de unas 40 personas por lo que la intimidad está asegurada. Su decoración se caracteriza por ser sencilla, lejos de las nuevas tendencias modernidades, lo que hace que constantemente te sientes como en el comedor de tu casa. Si el buen tiempo acompaña se puede disfrutar de su gastronomía en su espléndida terraza, una de las más agradables de la capital. La carta no es muy amplia y varía en función de la temporada, pero siempre sorprende la calidad de sus productos. Es decir, elijas lo que elijas no te defraudará.