Como cada 1 de Noviembre tiene lugar la festividad de Todos los Santos, celebración de origen católico para compensar la falta de fiestas a los santos durante el año. La tradición de honrar y recordar a nuestros seres queridos tiene lugar en toda la geografía española y fuera de nuestras fronteras. Gran parte de las festividades o celebraciones con componente religioso o no, tienden a relacionarse con la gastronomía. En los días próximos a esta fecha las pastelerías se llenan de dulces de Todos los Santos: Buñuelos de viento, Huesos de Santo y Panellets.
A lo largo de todo el año podemos ver en las pastelerías Buñuelos de viento, pero si una época es la de su tradicional consumo es los días próximos y la festividad de Todos los Santos. Los buñuelos son una masa frita muy esponjosa, habitualmente rellenos de nata, crema pastelera o trufa. Un postre delicioso o acompañante del café en las sobremesas familiares.
Coincidiendo con la época de recolección de la almendra, uno de los ingredientes principales del mazapán, encontramos los dos dulces restantes. Los Huesos de Santo son dulces elaborados a base de mazapán, al igual que los panellets, rellenos los más tradicionales con dulce de yema. Mientras que los Panellets, típicos de Cataluña y Valencia, incluyen en su receta además de mazapán, ralladura de limón y huevo, siendo los más tradicionales los cubiertos de piñones.
Los gustos actuales se mezclan con los dulces tradicionales obteniendo una mayor diversidad de sabores, pero sea cual sea nuestros gustos ¿tradición o innovación? Los dulces de Todos los Santos resultan deliciosos en estas fechas.
