La naturaleza creó el calabacín para los paladares con capacidad de apreciar lo sutil. Junto a su delicado sabor ofrece nutrientes en gran cantidad, pues se trata de una refrescante verdura veraniega. Desde que se descubrió hace más de 10.000 años en el continente americano, este alimento se ha hecho muy popular en nuestro país y es un ingrediente fundamental de nuestra gastronomía. Ya sea crudo o cocinado, hay muchas maneras de disfrutar y beneficiarse de todas las propiedades del calabacín.
Se trata de una verdura rica en carbohidratos, agua y fibra; vitaminas (A, C y B9), sales minerales (potasio, fósforo, magnesio y calcio); y que es escasa en hierro, zinc, selenio, magnesio, cobre y grasas.