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Álava es quizá la provincia más desconocida del Euskadi. Sin embargo, a pesar de ser la única que no cuenta con costa, en su interior aguardan auténticas joyas. Rodeados por un entorno natural mágico de valles, colinas, cuevas, ríos y parques naturales, Álava esconde numerosos pueblos de sabor medieval que merece la pena visitar.
Laguardia
Municipio de la provincia de Álava enmarcado en la comarca de La Rioja Alavesa. Laguardia se ubica en un altonazo y se encuentra rodeado de una muralla levantada por el rey Sancho el Fuerte de Navarra. Su aire medieval todavía puede detectarse a través de sus calles y rincones, pero también en las cinco puertas que dan acceso a la ciudad: Mercadal, Carnicerías, Páganos, San Juan y Santa Engracia.
Su amplio patrimonio le ha permitido pertenecer a la Asociación Los pueblos más bonitos de España. En esta villa, fundada en el siglo X como defensa del Reino de Navarra, aguardan las iglesias fortificadas de San Juan Bautista y la de Santa María de los Reyes. Asimismo, Laguardia está repleta de edificios medievales, renacentistas, barrocos y neoclásicos. Por otro lado, cabe destacar que este pueblo alavés está minado de bodegas ya que la industria del vino es el pilar principal de su economía.
Antoñana
Un concejo del municipio de Campezo que se sitúa en la confluencia de los ríos Ega y Sabando. Fue fundada en el siglo XII por Sancho el Sabio de Navarra como villa fortificada sobre un antiguo fuerte. Su estructura urbana ha sufrido pocas modificaciones desde la época: sus calles están unidas por medio de cantones y sus callejas y pasadizos cubiertos con estructuras de madera.
Son tres calles paralelas las que forman la estructura principal de la villa. En la Calle Mayor se encuentran varios edificios de piedra con apariencia palaciega y escudos sobre sus fachadas, algunos de ellos datan del siglo XVI. Además, una de las características más destacables de Antoñana es su muralla. Esta ha ido integrándose como parte de las viviendas del pueblo, por lo que ventanas y balcones se asoman a ella perforándola. Por otra parte, los recorridos por los montes que la rodean son de gran interés, destacando algunos senderos que permiten conocer los legendarios tejos de más de cinco metros.
Elciego
Otro de los pueblos situados dentro de La Rioja Alavesa. Esta localidad, especialmente conocida por sus espectaculares bodegas, como por ejemplo la bodega del Marqués de Riscal, guarda muchos tesoros. Desde el Mirador de Aires de San Roque se puede contemplar toda la belleza de la localidad. Elciego tiene numerosos lugares que ver, destacando la Iglesia Parroquial de San Andrés, construida en el siglo XVI, con estilos arquitectónicos como el gótico o el neoclásico. También la Ermita de Nuestra Señora de la Virgen de la Plaza o su Casa Consistorial son más que dignas de admirar.
Quejana
Pequeña localidad del noroeste de Álava. Los parques naturales de Valderejo y Gorbea quedan muy cercanos a esta histórica villa. El pueblo de Quejana forma parte del municipio de Aiara y cuenta con un notable conjunto monumental ligado al linaje de homónimo nombre. El hogar del que fuese canciller mayor de Castilla, Don Pedro de Ayala, se encuentra rodeado de verdes prados y suaves colinas. Esta fortificación fue construida durante el siglo XIV, siendo uno de los mejores ejemplos del estilo gótico. Este conjunto está integrado por el Convento de las Madres Dominicas, la Iglesia de San Juan Bautista, el Torreón-Capilla o el Palacio Fortificado.
Artziniega
Villa medieval ubicada en el Valle de Aiara-Ayala en Álava. Sus casas torres, palacios blasonados y calles adoquinadas hacen de este pueblo un lugar que merece la pena visitar. La localidad ha sabido conservar su legado histórico y ponerlo en valor, de hecho, el núcleo urbano de Artziniega fue declarado Conjunto Monumental en 1995. A tan solo un kilómetro del centro, se encuentra el Santuario de Nuestra Señora de La Encina. Una edificación en honor de la patrona de Artziniega, que representa uno de los monumentos más llamativos de la villa. Asimismo, la cascada de Artziniega, también conocida como la presa de La Teja, es uno de sus puntos de interés: un breve y sencillo paseo, que comunica el casco histórico con la presa en cuestión.
Salvatierra
Localidad situada entre las sierras de Entzia e Iturrieta, en Álava. Sus primeros siglos de vida estuvieron marcados por su carácter fronterizo y las disputas de las Coronas de Navarra y Castilla. El municipio fue fundado en 1256 por el rey Alfonso X el Sabio sobre la aldea de Hagurahin. De esta época es su casco medieval amurallado, el cual fue declarado Conjunto Histórico en 1975. Su calle mayor alberga los edificios religiosos de mayor interés, como las iglesias de San Juan y Santa María, ambas edificadas en el siglo XVI. Asimismo, cabe destacar el antiguo Hospital de Peregrinos, ya que el Camino de Santiago atraviesa el pueblo. El entorno natural ofrece la posibilidad de realizar múltiples rutas, tanto en bicicleta como a pie.
Samaniego
Otro de los pueblos más interesantes de La Rioja Alavesa es Samaniego. Un primer plano de viñedos y bancales esconde una interesante estructura medieval con los Montes Obarenes de fondo. La importancia de esta villa radicó en su ubicación militar transfronteriza. Sin embargo, de las murallas y castillos de antaño solo queda un elevado torreón junto al que posteriormente se construyó el templo que hoy continúa en pie. Las fachadas de piedra de sus calles preservan el ambiente medieval de este pueblo. De especial mención es la Iglesia de la Asunción que data del siglo XV y el Palacio de Samaniego del XVII. También son de especial interés sus dos ermitas: la Ermita de la Virgen del Valle y la Ermita de Cristo.
Markinez
El parque natural de Izki, en plena frontera con la provincia de Burgos, aísla pequeños núcleos de la provincia de Álava. Este es el caso de uno de los pueblos más bonitos de la provincia: Markinez, flanqueado por un barranco. Perteneciente a Bernedo, esta localidad sorprende por su rico entorno, donde además del espectacular paisaje, sobresalen sus cuevas artificiales. Markinez destaca por sus casas blasonadas y sus palacios nobiliarios de gran belleza: la Casa Consistorial es un magnífico ejemplo. Otros de los lugares que merece la pena visitar en esta villa son la Iglesia de Santa Eulalia, dedicada a la Anunciación de la Virgen, y la Ermita de San Juan, construida en el siglo XIII.
Labastida
Otro de los pueblos de La Rioja Alavesa que hay que conocer. Esta villa alberga un yacimiento arqueológico donde se han hallado restos de las poblaciones celtas que habitaban La Rioja antaño. Además de su importancia como enclave etnológico y el importante patrimonio que se esconde tras sus muros, sorprenden sus serpenteantes calles que se amoldan a la colina en la que se asienta. Al casco histórico del pueblo se accede a través del Arco de Larrazuria, donde se pueden encontrar distintas casas solariegas y palacios, entre los que destaca el Palacio de los Garaizábal. También es interesante visitar sus monumentos religiosos: las Ermitas del Santo Cristo o la de Santa Lucía y la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción.
Cárcamo
En el municipio de Valdegovía, a los pies de la sierra de Arkamu, se encuentra el pueblo de Cárcamo. Esta localidad, conocida por albergar el festival de música independiente Ebrovisión, fue fundada en el siglo XI por Martín de Varona. Su arquitectura medieval es una de las más sorprendentes de este entorno. Lo que más destaca de sus calles son las casas torre y sus edificaciones de piedra. En el pueblo sobresalen dos edificios principales: la iglesia de la Asunción, de estilo románico con añadidos posteriores y la ermita de San Juan Bautista, un austero templo cisterciense de una única nave y estilo románico alavés, que data del siglo XI.
Labraza
La villa de Labraza, en el concejo de Oyón, se asienta sobre el curso alto del Ebro. Su hermoso recinto amurallado fue premiado como el mejor conservado en el año 2008. La villa, de sabor medieval, tiene varias torres cúbicas que defienden un casco urbano ovalado con callejuelas restauradas. Junto a los restos de su castillo, muchos de ellos bien conservados y la muralla, la cual sirve como fachada de diferentes edificios, destacan las múltiples casas de origen renacentista o la Iglesia de San Miguel, cuyos muros góticos formaron parte del recinto defensivo. Esta sufrió importantes reformas en los siglos XVIII y XIX. Otro de los lugares imperdibles de Álava.
