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Buitrago del Lozoya / Belén Viviente

Belén Viviente

El Belén Viviente de Buitrago del Lozoya es una de las manifestaciones populares más famosas de la Comunidad de Madrid. Es uno de los más conocidos de España en su género.

En el año 1988, unos vecinos de Buitrago del Lozoya deciden poner en práctica una idea inspirada tanto en un proyecto llevado a cabo en la localidad gerundense de Báscara como en las pastorelas que se celebraban en algunos municipios de la sierra de Madrid. Surge así el Belén Viviente, que cuenta en su primer año de vida con apenas 80 actores y 11 escenas representadas. El éxito de esta primera convocatoria se fragua en la continuidad de una fiesta que ya en 1991 requiere la fundación de una asociación que se haga cargo de su preparación. El Belén crece año tras año; mejoran los medios técnicos, crece el número de actores implicados y escenas reproducidas y, de manera progresiva, su fama va acrecentándose de manera paralela al número de espectadores que se desplazan cada año hasta la localidad madrileña. Durante su tiempo de vida, el Belén Viviente de Buitrago del Lozoya ha cosechado importantes reconocimientos como el premio internacional Mundo Teatre en el año 2000 o el reconocimiento como Fiesta de Interés Turístico Regional en 2001. En 2014, el ayuntamiento decidió renombrar uno de sus rincones con el nombre de Plaza del Belén Viviente.

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Hoy en día, el Belén cuenta con más de 200 actores mientras las escenas representadas son casi 40. A través de varios oficios tradicionales, lugares y acontecimientos de carácter bíblico, los vecinos de Buitrago del Lozoya recrean escenas como los Profetas, la Anunciación, el Cantero, el Mercado, la Carpintería, el Templo de Jerusalén, el Palacio de Herodes, los Pastores, el Portal de Belén o los Reyes Magos. Las propias calles del casco histórico de la localidad son el escenario de todas ellas. Durante los cuatro días que suele durar la fiesta, el Belén Viviente se representa en torno a las seis de la tarde y si la afluencia de público así lo requiere tiene lugar un segundo pase dos horas después.

Con el paso del tiempo, esta fiesta se ha convertido en toda una referencia del calendario invernal de la Comunidad de Madrid, acudiendo cada vez más público de otras partes de España. Un acontecimiento singular de gran valor testimonial que, por unos días, convierte a Buitrago de Lozoya en uno de los principales centros de fiestas religiosas en España.