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Girona / Sant Narcís

Sant Narcís

Los gerundenses festejan a su patrón, de origen y vida inciertas, con una eclosión de actividades lúdicas y también mercantiles

Girona comparte con la localidad alemana de Augsburgo su devoción por San Narciso (Sant Narcís, en catalán), aunque no está claro si se trata de la misma persona o de dos, pues existe confusión sobre el itinerario de sus vidas que o bien fueron una misma, entroncada por un periodo de estancia de Narcís de Gerona en tierras germanas, o bien dos distintas. Las fiestas de la ciudad catalana se celebran en la semana que cae el 29 de octubre, festividad de su patrón; sus restos se encontrarían en una capilla de la iglesia dedicada a San Félix de Gerona —antiguo patrono de la ciudad— allí se oficia la misa en honor de Sant Narcís, cuya celebración se ha extendido por todos los municipios de las comarcas bajas de la provincia gerundense.

De dónde era Narciso será un misterio sin resolver. Unos apuntan a algún país de Oriente, como Palestina, otros a Gerona y otros más a la ciudad alemana de Augusta, hoy Augsburgo, donde los primeros datos fidedignos lo sitúan como obispo sin residencia fija a comienzos del siglo IV junto a su diácono Félix, que no Félix el Africano, mártir de Gerona, que fue su patrón y al que la ciudad dedica una iglesia. Allí, en Augsburgo es donde Narciso y Félix se encuentran con Afra, posteriormente Santa Afra, una prostituta de religión pagana que les da alojamiento, a la que convierten y bautizan y a la que los gerundenses erigieron un santuario en 1344 a pocos kilómetros de la ciudad.

El caso es que tras predicar en Alemania y huyendo de la persecución a los cristianos por parte del emperador Diocleciano, que veía en ellos un peligro para la reconstrucción del Imperio Romano, la tradición sitúa a Narciso y Félix en Girona a finales del año 304 o principios del 305. Aquí fijarían residencia episcopal por poco tiempo pues en 307, oficiando misa, se supone que en la iglesia de San Félix, un grupo de personas los asesinó junto al altar, tal que un 29 de octubre.

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La devoción popular por este santo mártir fue creciendo con el paso del tiempo y que hoy la ciudad de Gerona y buen parte de su provincia celebra fiestas en su honor. Sin los rigores del calor veraniego y del frío invierno, la celebración otoñal goza de temperaturas suaves, aunque en ocasiones de climatología adversa por lluviosa. En la capital gerundense comienza el día anterior, con la lectura del pregón y concluye el primer domingo de noviembre con unos espectaculares fuegos artificiales.

En este tiempo el Parque de la Devesa acoge atracciones y barracas, diversas actuaciones musicales y también la Feria Agrícola y Comercial. Del ambiente festivo participan lugareños y visitantes, que tienen en las barracas -casetas regentadas por las agrupaciones festivas de la ciudad- principal punto de encuentro, reunión y disfrute.

El ciclo festivo está plagado de actividades de corte tradicional como la misa de Sant Narcís, cantada de habaneras, levantada de castillos humanos, pasacalles de correfuegos (correfoc) y plantada y pasacalles de gigantes, entre otros.

Grupo de Castellers
Grupo de Castellers

Hay múltiples actividades para niños, como circo y títeres y no faltan los bailes con orquesta y las sardanas, un concierto, en concurso o como danza participativa que congrega a multitud de público procedente del norte de España.

La vida cultural se enriquece con teatro, música, certámenes literarios, exposiciones y visitas guiadas al rico patrimonio histórico artístico de la ciudad. Pese al ambiente de fiesta, los gerundenses no vuelven la espalda a la actividad económica y comercial, desarrollándose en esos días diversas ferias y mercados para vender al público de otras partes de España: agraria, de alimentación artesana y comida cocinada, de artesanía, de libro viejo y nuevo, de dibujo, pintura y fotografía, de ‘brocanters’ (coleccionistas de almonedas y objetos antiguos), de flores y de objetos de segunda mano.