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Arnedo / El Robo de los Santos

Robo de los Santos

Cada año unos vecinos navarros tratan de robar las imágenes sagradas ante la oposición de los arnedanos

Los siglos XVI y XVII fueron profusos en pestes y epidemias en varias zonas de la geografía española. La población de Arnedo, en un intento de escapar de dichos males, construyó una iglesia advocada a los santos médicos San Cosme y San Damián. Una vez terminada fueron conscientes de que no había imágenes en el pueblo que representasen a los sanadores, por lo que negociaron con el cabildo navarro la adquisición de las mismas, que fueron colocadas en el templo en el año 1566.

A finales del mismo siglo comienzan a celebrarse en Arnedo las fiestas en honor a San Cosme y San Damián. En 1769 se le concede a la población la celebración de mercado semanal y feria de ganado durante dichas fiestas. Este hecho es aprovechado por las poblaciones cercanas —tanto riojanas y navarras— para acercarse hasta Arnedo a hacer negocios.

En este momento surge la tradición del robo de los santos que ya en el siglo XIX se encuentra documentada y termina de asentarse durante la primera mitad del siglo XX. Una fiesta de características bastante únicas en España. El robo no deja de ser una reivindicación teatralizada de la imagen de los santos llevada a cabo por vecinos de localidades navarras próximas:  Andosilla, San Adrián, Azagra y Cárcar.

Robo de los Santos
Robo de los Santos. Foto: Objetivo Rioja

El día 27 de septiembre, los navarros son recibidos de madrugada por los arnedanos. Tras un refrigerio de confraternización se celebra una misa; tras ella tiene lugar la procesión y el robo de los santos.

Un pregonero navarro expone las razones que llevan a los suyos a reivindicar la devolución de los santos. Estos argumentos suelen carecer de la solidez necesaria; se basan en “ciertos derechos históricos” o en el maltrato dado por los riojanos a las imágenes. Están encaminados a la solicitud pacífica de los santos. Ante la negativa local, el pregonero grita “Navarros, tomad los santos y, ¡a Navarra con ellos!”. Momento en que los costaleros navarros inician una carrera portando la imagen hacia las puertas de Arnedo. Los arnedanos los detienen y la imagen regresa a su punto de partida.

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El intento de robo se repite tres veces y las tres es rechazado por los de Arnedo, que solicitan a los navarros que la imagen se quede en su iglesia “autraño”, otro año.

Robo de los Santos
Carrera de los Santos

Esta fiesta del robo de los santos es muy curiosa; una romería disfrazada de reivindicación y un acto singular de hermanamiento y buen ambiente entre riojanos y navarros. Si en algún momento llegó a haber una reivindicación real, esta ha sabido diluirse con el paso de los años derivando hacia un acto que sin duda, muestra lo que debería ser el verdadero carácter de los pueblos de España.