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Graus / Santo Cristo y San Vicente Ferrer

Mojiganga

Graus celebra sus fiestas patronales con la transgresora y burlesca Mojiganga.

Según la tradición escrita un ladrón que fue sorprendido hurtando siete peras en Graus fue condenado a colgar de un palo durante las fiestas patronales. Se trataba de que así pudiese verlas pero sin participar en ellas.

Esta es la historia del muñeco Furtaperas. Éste, colgado todavía de ese mismo palo, asoma de una de las ventanas del Ayuntamiento. Preside las fiestas mientras ejecuta graciosas piruetas ante la mirada de los numerosos visitantes de diversas localidades de España que acuden en estas fechas.

Mojiganga
Foto de grupo en las primeras décadas del siglo XX

Las fiestas de Graus, en honor al Santo Cristo y San Vicente Ferrer (también conocidas como de ‘la mojiganga’), dan comienzo el día 12 de septiembre con el repique de campanas y el desfile de carrozas y cabezudos. Éstos cobrarán un especial protagonismo a lo largo de las mismas.

Por la tarde tiene lugar el primero de los actos que definen el carácter especial de estos días: la Llega. Los grausinos se reúnen en las inmediaciones del puente de Abajo esperando la llegada de los gaiteros. Los gaiteros participarán en la inmensa mayoría de actos de las fiestas.

Mientras la música de las gaitas se acerca desde lejos, se reparte torta y vino entre los presentes. Además, se disparan salvas de trabuco al aire como recibimiento a los músicos. Más adelante, ya con los gaiteros incorporados a la celebración, se cantan las Albadas. Se canta una en la casa donde se hospedó San Vicente Ferrer y otra frente a la capilla del Santo Cristo.

Mojiganga
En primer plano grupo de cabezudos sentados y al fondo el Baile de la cintas

Los días 13 y 14 tienen un marcado carácter folclórico. Tras la procesión que recorre las calles del pueblo portando las imágenes de los patronos, la población de Graus se reúne en la plaza Mayor para contemplar los dances, el de espadas y el de cintas.

En el Baile de Espadas participan veinte danzantes organizados en cinco cuadernas que ejecutan un baile fragmentado en tres partes: Cardelina, Taninaná y Culebreta. Los bailarines destacan por sus vistosos trajes y sus sombreros floridos.

El Baile de las Cintas consiste en una danza más moderna que la anterior. Se introdujo en Graus durante la segunda mitad del siglo XIX, en plena época dorada de la polca. Los bailarines visten traje de baturro grausino. Así, danzan alrededor de un gran mayo provisto de largas cintas que éstos sujetan durante la actuación.

Las danzas se suceden durante los dos días centrales de las fiestas. Convierten a Graus, al menos por unas horas, en la capital del folclore en España.

Pero si hay un acto que goza de especial notoriedad durante estas fiestas patronales, este es la Mojiganga. Se trata de un espectáculo satírico en clave de humor. Repasa lo acontecido en la localidad durante el último año mediante bromas y burlas que suelen dar de lleno en la llaga de determinadas acciones o instituciones.

Su carácter burlesco y transgresor le valió su suspensión desde la dictadura de Primo de Rivera hasta el año 1979. En esta fecha en la que se recuperó adaptándolo a su actual formato.

A lo largo del año, los vecinos de Graus recogen los temas a tratar y los envían a los actores encargados de su representación. Los actores serán los encargados de hacer la selección definitiva y adaptarla a la Mojiganga.

La representación de la Mojiganga tiene lugar el día 13 por la noche. Los Reyes de la Mojiganga y su corte desfilan acompañados de más personajes hasta sus tronos. Una vez asentados y presentados comienza la función, para diversión de unos y embarazo de otros.