Austeridad, religiosidad y tradición. La Semana Santa de Zamora es uno de los ciclos sobre la Pasión de Jesucristo de mayor reconocimiento en España. Su grandeza deriva de la forma en que es vivida por los zamoranos y también del realismo y la belleza de las tallas que procesionan. Está declarada de Interés Turístico Internacional, lo que supone un espaldarazo mayúsculo al ingente esfuerzo de la ciudad y sus habitantes por mantener las esencias de la que constituye el más relevante acontecimiento religioso, cultural y social de Zamora.
Está declarada de Interés Turístico Internacional, lo que supone un espaldarazo mayúsculo al ingente esfuerzo de la ciudad y sus habitantes por mantener las esencias de la que constituye el más relevante acontecimiento religioso, cultural y social de Zamora.
Para comprender la dimensión que adquiere la Semana Santa zamorana es necesario remitirse a algún dato: las diecisiete cofradías y hermandades de Zamora suman más de 28.000 hermanos y cofrades, lo que para una población de 67.000 habitantes significa que el 40% de su población está implicada en su celebración.
Desde entonces, la Junta Pro-Semana Santa de Zamora ha asistido al surgimiento, con su impulso, de muchas cofradías que se han sumado a las de carácter histórico: Santa Vera Cruz, Disciplina y Penitencia, del siglo XII, la más antigua de España, aunque su primer documento conocido data de 1508; Nuestra Madre de las Angustias, de 1512; Santísima Resurrección del siglo XV; Santo Entierro, de 1593, y Jesús Nazareno, de 1651.
Cada cofradía protagoniza su procesión con una talla principal, de la que suele tomar su nombre, aunque hay cortejos que suman más de un paso y hasta doce, como el del Santo Entierro, en la tarde del Viernes Santo.
Once cofradías procesionan con la Santa Vera Cruz en la tarde del jueves y otras once con el Jesús Nazareno desde las cinco de la madrugada del Viernes Santo. En total, las 17 cofradías exhiben 53 pasos por las calles de la ciudad.