El Domingo de Resurrección, en el Coso de Peñafiel, un ángel baja del Cielo y retira el velo negro del rostro de la Virgen anunciándo así la Resurrección de su Hijo
En la localidad vallisoletana de Peñafiel se tiene constancia escrita, desde finales del siglo XVIII, de esta celebración de la Bajada del Ángel, que pone fin a la Semana Santa. En los documentos se habla ya de una antigua tradición y probablemente su origen esté en los Autos Sacramentales (piezas de teatro religioso).
La representación de la Bajada del ángel acoge cada año a más turistas y ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional por el Gobierno de España. El acto tiene lugar en el Coso, espacio de gran interés arquitectónico que ha sido declarado Bien de Interés Cultural.
El toque de campanas y el lanzamiento de cohetes en la Plaza de España el Domingo de Resurrección anuncian la salida, a las 12:30, de la Procesión de la Iglesia de Santa María. La Virgen aparece con un velo negro mostrando el luto por la muerte de su hijo Jesucristo. La imagen es portada a hombros por cuatro mayordomos, los representantes de las cuatro cofradías de Peñafiel y es acompañada por las autoridades municipales y la banda municipal de música.
La procesión llega al Coso y la imagen es conducida hasta el centro de la plaza donde se deposita entre dos torres de madera de unos 5 m de altura que se han colocado ricamente adornadas. En ese instante una esfera -un globo de tela- se abre en lo alto y de ella surge un angelito, vestido de blanco y con corona, que desciende hacia la Virgen soltando dos palomas blancas. El ángel retira a la imagen el velo negro y después sube a los cielos agitando manos y pies como si realmente volara. Con la retirada del velo se simboliza la Resurrección de Cristo. Un sistema de poleas hace posible la representación.
En el momento de la Bajada del Ángel un aplauso de todos los presentes, el sonido de las campanas y la interpretación del himno nacional por la Banda de Música muestran la alegría del momento y celebran la Resurrección después de una semana de procesiones por el dolor de la Pasión de Cristo.
El niño antiguamente se elegía entre las familias humildes a las que se daba una limosna pero, ante el aumento de la popularidad de la fiesta, en la actualidad se escoge entre las cuatro cofradías de Peñafiel con un sistema de rotación. El niño o niña elegido, con aspecto angelical, debe tener entre 5 o 7 años y va vestido con un manto blanco y una corona; suele ser delgadito para facilitar el vuelo. La cofradía a la que pertenece el ángel es la que se encarga junto con el Ayuntamiento de la organización del evento ese año concreto.
Después de la bajada del Ángel se forma de nuevo la procesión que continúa hasta la Iglesia Parroquial de San Miguel de Reoyo, donde espera el Santísimo Sacramento bajo palio. Los cofrades que llevan en andas a la Virgen la hacen avanzar hacia su hijo y hacen tres genuflexiones, retrocediendo el mismo número de veces representando así la sorpresa de la Madre al reencontrarse con su Hijo. A continuación se celebra la Solemne Misa de Pascua.
Unos días antes, el Domingo de Ramos se ha dado a conocer ya al ángel niño elegido que sale a lomos de un asno en la Procesión de la Borriquilla que parte a las 12:45 de la Iglesia de San Miguel.
El día de Sábado Santo tiene lugar a las 18:00 horas en la Plaza del Coso la Probadilla de la Bajada del Ángel, un ensayo general público en el que el angelote deja caer dos naranjas, en lugar de soltar unas palomas, y el público se lanza a recogerlas.
El Coso es una de las más bellas plazas rectangulares de España; de configuración medieval, cerrada por cuarenta y ocho casas y pórticos con balcones de madera donde siempre se han celebrado los festejos taurinos. Actualmente se monta una plaza circular de madera. Además, la Plaza del Coso cuenta con la peculiaridad de que conserva el “derecho de vistas”, una servidumbre que permite a los propietarios del balcón contemplar los festejos taurinos desde los balcones de la Plaza del Coso sean o no propietarios de la vivienda.
La Bajada del Ángel es una fiesta eminentemente religiosa que gana en popularidad cada año en el resto de España. El acto se celebra también en otras localidades como Aranda de Duero (Burgos) y Tudela (Zaragoza).
